jueves, 31 de marzo de 2011

Estados Unidos, primera potencia mundial

Ayer cambiamos nietos por visita a la ciudad de Washington, especialmente a la National Gallery of Art, uno de sus mejores museos.
Sabiendo que aparcar por el centro no es facil decidimos ir en metro. Dejamos el coche en uno de los aparcamientos disuasorios y fuimos a sacar nuestros billetes. Sabiamos por anteriores ocasiones que el aparcamiento habia que pagarlo con una determinada tarjeta, que teniamos, pero que debiamos recargar. Fuimos a una maquina, introduje cinco dolares, tocamos unos cuantos botones y no conseguimos ni recargar la tarjeta ni recuperar nuestro dinero.
!Menos mal que en todas las estaciones de metro hay un empleado que nos puede ayudar!
Acudimos a el y nos hizo saber que habiamos utilizado una maquina erronea y que para recuperar los cinco dolares teniamos que rellenar un formulario largo y complicado. Asi lo hicimos y, despues de hacernos perder quince minutos y varios metros, nos informo de que nos llegarian a !nuestro domicilio! los cinco dolares. Y si fueramos simples turistas, nos lo mandarian a nuestro pais? No habria sido mas facil, abrir la maquina, comprobar que estaba el billete y devolvernoslo? Bueno, estamos en la eficiente primera potencia mundial.
Cogemos el metro, llegamos a nuestro destino final y cuando introduzco mi billete de 10$ recien comprado no se abren las compuertas y no puedo salir. Pruebo en cada una de ellas y nada. Imposible.  !Menos mal que en cada estacion de metro siempre hay un empleado que nos puede ayudar!
Acudo a el, viene hacia mi con aire cansino y displicente, repite lo que yo ya habia hecho: introducir el billete en cada una de las puertas. Obviamente no se abren y me dice que se ha estropeado la banda magnetica, porque lo habre puesto con el telefono movil, cosa que no he hecho.
Total, le pedi que nos abriera y que me diese otro billete de la misma cantidad. !Vana ilusion! Para conseguir recuperar mi billete tendre que ir a otra estacion de metro bastante alejada de la que en ese momento estoy. Sigo comprobando la eficiencia de la primera potencia mundial.
Llegar a esa estacion y conseguir recuperar nuestro dinero fue otra pesadilla que os ahorro relatar.
Ser primera potencia mundial tiene que ver con la fuerza militar, con la capacidad de generar crisis economicas que nos afectan a todos, pero no con el servicio a los ciudadanos de a pie. En ese terreno se queda en tercermundista.
Muchas gracias.

1 comentario:

  1. Emilio,

    esto te pasa por viajar a tanto.

    A pesar de todo, das mucha envidia.

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