martes, 25 de marzo de 2014

"Hemos creado un sistema educativo basado en la equidad"

No se confundan queridos lectores, no se trata de una frase de nuestro ministro Wert, sino de Krista Kiuru, ministra de educación de Finlandia. "The Atlantic", periódico de Boston, publica una entrevista con ella con ocasión de su reciente visita a la ciudad.

El sistema educativo finés resulta paradójico para muchos observadores externos: la escolarización empieza a los siete años, el curso escolar tiene menos días de clase que la mayoría de los países, los "deberes" fuera del horario escolar son inexistentes, no existen centros para superdotados (o de excelencia), apenas hay escuelas privadas y no tienen tests estandarizados a nivel nacional; sin embargo, es uno de los países con mejores resultados en todas las pruebas internacionales.

Krista Kiuru, lo explica así: "Decidimos en los años sesenta proporcionar una educación igual, gratuita y de calidad a todos. Igual significa que apoyamos a todos y no estamos dispuestos a desperdiciar ninguna habilidad. Independientemente del género, procedencia social, o estatus todos los niños deben tener las mismas posibilidades de desarrollar sus capacidades Esto es importante porque así estamos potenciando el capital humano de nuestro país. No tenemos petróleo, ni minerales ni otros recursos naturales y por eso invertimos en capital humano, nuestro principal recurso"

"Nuestro sistema educativo  está formando personas con un alto nivel de competencias y conocimientos. Tenemos clases con pocos alumnos, cada uno está en su clase, pero prestamos mayor atención a lo que tienen dificultades, porque son los que más lo necesitan. Eso nos permite asegurar que vamos a desarrollar el máximo potencial de cada uno" 

La periodista, que había visitado Finlandia, le recordaba que en una escuela secundaria los alumnos estaban preparándose su desayuno, en otra comprobó que habían aprendido a coser sus propios bañadores, y que muchos profesores le insistían en que era muy importante para los alumnos realizar actividades diferentes durante el día. La ministra le confirmaba que " efectivamente para los jóvenes eran importantes los trabajos manuales, cocinar, realizar actividades creativas, el deporte. Todo ello les beneficiaba tanto o mas que lo que aprendían en la escuela"

¿No cree que eso les resta tiempo de su dedicación a lo académico?, le preguntaba la periodista. "Los chicos no necesitan solo conocimientos académicos, necesitan mucho más. Es en la escuela dónde deben aprender la vida, donde deben aprender todo lo que necesitan, todas las habilidades comunitarias y cívicas. La escuela debe ser importante, también, para desarrollar la auto estima, para ser sensible con los demás, para entender que el otro también importa".

Despuésde leer la LOMCE y de escuchar tantas veces a nuestro ministro y a sus secuaces todo esto nos suena a chino. Sin embargo, y me remito a los datos, así es como se consiguen excelentes resultados, manteniendo un ato nivel de equidad. Los buenos resultados académicos, que todos queremos para nuestros jóvenes, no están reñidos con la equidad, sino todo lo contrario. Cuando se segrega, se crean "centros de excelencia", se introducen exigentes estándares, se selecciona, no se consiguen buenos resultados para nadie. Eso es ya una certeza contrastada por muchos estudios.

¿Sr. Rajoy no podría mandar a su ministro a que hiciera un cursillo a Fnlandia? o mejor, ¿no podría cesarlo de una vez?.

Muchas gracias.

 

lunes, 17 de marzo de 2014

"El sistema educativo español está anclado en la era industrial"

El título de esta entrada no es una frase mía sino de Richard Gerver, reconocido experto en educación; y no se ha pronunciado en una reunión de furibundos críticos del gobierno, sino en unas jornadas organizadas por la Fundación SM. Eso sí, es una frase que comparto plenamente.

Aprovechando la presencia de Richard Gerver en España, el diario ABC le hizo una entrevista que debería ser leída por todos los profesores de este país y, muy especialmente, por el ministro Wert y esos pretendidos expertos que le acompañan en el ministerio.

Cuando el periodista le pregunta, ¿Qué percepción tiene del sistema educativo español?, la respuesta es contundente: "Está caduco. De hecho, está anclado en la era industrial. No es efectivo para el mundo de hoy, donde se necesitan empleados creativos y capaces de pensar por ellos mismos. El sistema español, donde solo se enseña y se controla, no tiene sentido".

Más contundente, si cabe, es su opinión sobre el tan manoseado informe PISA:  "PISA es un suicidio, que ha hecho más daño a la educación que ninguna otra cosa. Sus resultados, además, están falseados. En algunos países, como China, ahora a la cabeza del ranking mundial, los niños con necesidades especiales no acudieron al colegio el día que se realizaron estos exámenes. En Shanghái, las autoridades tienen derecho de veto sobre determinadas preguntas. Y Finlandia, en cambio, ahora está en la posición duodécima. ¿Por qué? Porque preparan al niño de una forma integral, no para aprobar exámenes".
Es muy esclarecedora su respuesta sobre las capacidades que tendrán que desarrollar los niños para el futuro: "No se trata solo de adquirir conocimientos. Es absolutamente necesario que aprendan a resolver problemas, a pensar por sí mismos, a colaborar, a trabajar en equipo, a saber adaptarse a los cambios de forma permanente. Y, sobre todo, a no sentarse a escuchar, sino a seguir aprendiendo conceptos por su cuenta. Las capacidades más importantes que un joven puede tener son las habilidades personales".
O su opinión sobre los exámenes: "Los exámenes son una manera muy vaga de medir el conocimiento. Es mucho más complicado. Se puede conocer cuánto saben mediante una conversación con ellos, viendo la forma en la que trabajan, observando cómo producen..." O sobre los deberes "Mi pregunta es... ¿para qué existen los deberes? Nadie me sabe responder con certeza. Si los niños quieren investigar, o jugar... que lo hagan. Son niños, aprenderán de cualquier manera, pero no sentados en una mesa en su cuarto".
Su defensa del profesorado va unida a su exigencia profesional: "Los maestros son, a mi juicio, una de las figuras más importantes de la sociedad. Necesitamos a los mejores. Si no hay educación, no hay futuro. Pero si los profesores quieren respeto, y obtener reconocimiento (social y salarial), tendrán que actuar como profesionales que son. Tendrán que demostrar su coraje. No vamos a ningún lado si solo nos quejamos, tenemos que actuar. Empezar el cambio por nosotros mismos".
Modernizar nuestro sistema educativo es una necesidad imperiosa y la mayoría de las claves para llevarlo a cabo están claras. Y no pasan precisamente por los principios que conforman la LOMCE. ¿Por qué no se hace? ¿Será que este gobierno no está interesado en que la ciudadanía se eduque? Ya decíamos que una sociedad mejor educada consigue mejores gobiernos.
Muchas gracias.

jueves, 13 de marzo de 2014

"Colegios"

Ayer, mientras ojeaba el periódico EL PAÍS, como todas las mañanas cuando vuelvo del gimnasio y me siento en el sillón a comerme una manzana, me encontré con la sorpresa --en principio, agradable- de que se adjuntaba un suplemento con el título de "Colegios".

Supuse que era un suplemento sobre educación, nada frecuente en ninguna prensa, y me alegré, aunque el título me tenía un poco desconcertado. Pensar que se trataba de un especial sobre los colegios de Madrid me parecía raro, así que lo abrí y empecé a leerlo.

Rápidamente comprendí el sentido: se trataba de un folleto de publicidad sobre colegios privados de Madrid. Parece claro que, a pesar de la crisis, la educación privada sigue siendo un buen negocio en nuestra Comunidad. Tendrán que agradecérselo a Esperanza Aguirre y su fiel escudera Lucía Figar.

Lo curioso --y así es nuestra prensa "progresista"-- es que, junto a los anuncios (objetivo principal del suplemento) había algunos artículos de reconocidos periodistas de EL PAÍS que suelen hacer buenos análisis de la realidad educativa.

Para el que no haya visto, o no le haya interesado este suplemento, os cuento algunas anécdotas:
  • En la página 4 (izquierda, siempre menos importante) Susana Pérez de Pablos hacía una buena entrevista a José Luis Pazos, presidente de la FAPA Giner de los Ríos de Madrid, en la que éste señalaba que "el Gobierno de la Comunidad de Madrid tiene dos objetivos muy claros: la privatización de la enseñanza y la elitización de la misma para cribar a la sociedad madrileña". En la página 5 (derecha, importante) venía una publicidad a toda página (¿cuánto cuesta eso en EL PAÍS?) del colegio Monfort. ¡Sin comentarios!
  • En la página 6 (de nuevo, derecha) la periodista Inma Moscardó hacía un buen análisis de los resultados del "año cero" del distrito único y señalaba que los sindicatos y la oposición indican que "satisface solo a los centros concertados", añadiendo que la OCDE "ha alertado que este modelo puede dar lugar a una enseñanza elitista y excluyente que perjudica a familias con rentas bajas". En la página 7 (derecha de la buena) había un anuncio a toda página del colegio "Los Sauces". ¿Elitista?
Y así 10 páginas de publicidad de colegios elitistas de las 20 que tenía el suplemento. ¡Esta es la prensa progresista que tenemos! Quién da más.

Muchas gracias.

lunes, 10 de marzo de 2014

Los países más educados tienen mejores gobiernos

A pesar de la crisis que padecemos, a pesar de que más del cincuenta por ciento de los jóvenes están parados, la educación sigue siendo una palanca de ascenso social, una manera de procurarse una vida mejor. Hay datos suficientes que demuestran que las personas con estudios universitarios, por ejemplo, padecen menos el paro y tienen salarios más elevados que las que carecen de estudios o los tienen de bajo nivel. Esta es una verdad admitida por la sociedad y explica el interés de las familias por darles a sus hijos la mejor educación posible.

También se acepta de forma generalizada que la educación produce beneficios no solo a las personas que la reciben sino a la sociedad en su conjunto. El capital humano, su nivel de formación, es uno de los elementos claves para el desarrollo económico de un país. ¿Lo es también para favorecer la democracia y mejorar los gobiernos?  Aquí aparecen muchas dudas.  Eslovaquia y Catar, por ejemplo, tienen un nivel similar de resultados educativos y dos regímenes políticos muy diferentes. Un interesante estudio aborda esta cuestión.

Se ha publicado en el "Journal of Law and Economics" un informe, "Educación, denuncias y exigencia de responsabilidades", que sugiere un mecanismo que relaciona la educación con la mejora de la gobernanza: el poder de las denuncias. Los autores Juan Botero y Alejandro Ponce de "World Justice Project" y Andrei Shleifer de la Universidad de Harvard concluyen que "los ciudadanos educados denuncian más" y las denuncias consiguen resultados.

En resumen, esta es la teoría:
Una de las razones por las que los gobiernos mejoran es que los ciudadanos denuncian a los funcionarios que les tratan mal: a los policías que los golpean, a los funcionarios que exigen comisiones, a los profesores que no hacen su trabajo... Un funcionario que quiera saltarse las reglas se arriesga a ser expedientado. Cuanto más aumentan las denuncias de los ciudadanos, más crece el riesgo de una investigación o de un expediente disciplinario. En la medida en que los niveles de educación aumentan y, en paralelo, las denuncias sobre los funcionarios corruptos, crece el coste a pagar por las conductas inapropiadas, lo que produce una mejora de éstas, disminuyendo las corruptelas, evitando los abusos y mejorando el trabajo.

Según los autores del informe, "las denuncias mejoran las conductas de los oficiales públicos temerosos de ser castigados, lo que genera una mayor responsabilidad y una mejor calidad del gobierno".

Dos conclusiones me parecen claras:
  • La primera, resaltar el valor de la denuncia como parte del ejercicio de la democracia. Y como dicen los autores del informe, las denuncias consiguen resultados. Aunque a veces en este país no lo parezca por las trabas burocráticas que se ponen, son las denuncias --de los ciudadanos, de los medios de comunicación...-- las que están sacando a la luz la corrupción que nos invade.
  • La segunda parece obvia: el Partido Popular debe conocer desde hace tiempo este informe y eso explica sus recortes en educación y el nulo interés que tiene en que la ciudadanía mejore su nivel educativo.
Muchas gracias. 

 

viernes, 7 de marzo de 2014

Los quince muertos de Ceuta: un acto electoral del Partido Popular

Hace un mes quince personas murieron intentando alcanzar una vida mejor, quince personas que seguro dejan tras de sí historias de dolor y de sufrimiento y, a la vez, de fuerza, de empeño para huir del horror de sus países y proporcionar a sus familias y a ellos mismos una vida digna.

Los ciudadanos españoles y, a la cabeza, los políticos (y especialmente el gobierno) deberíamos estar de luto, apesadumbrados por la magnitud de la tragedia e interesados en conocer sus causas.  Deberíamos exigir responsabilidades por los errores cometidos y adoptar las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir.  Parece de cajón que disparar pelotas de goma y botes de humo contra personas que están en el agua --la inmensa mayoría sin saber nadar y sujetas por un rudimentario salvavidas-- puede producir desconcierto y miedo, generar nerviosismo y aumentar la dificultad para mantenerse a flote. Es decir, puede haber sido la causa del hundimiento y posterior muerte de estas personas. Investigar los hechos y reclamar responsabilidades forma parte del buen hacer democrático.

Sin embargo, el gobierno ha decidido darle otro enfoque al problema. Según ellos, "investigar las causas, exigir responsabilidades" no es una obligación democrática sino una manifestación de ataque a la Guardia Civil y de rompimiento del necesario Pacto de Estado (o pacto de silencio frente a los errores) que debe haber sobre el tema de la inmigración.  Y, por si fuera poco, la culpa de todo la tiene, además del Partido Socialista, Bruselas.

El Partido Popular, a dos meses de las elecciones europeas y con las encuestas a la baja, ha convertido esta tragedia en un acto electoral --que dura ya un mes-- en el que el ministro Fernández Díaz no deja de arengar a sus fieles en defensa de la Guardia Civil frente a esos "rojos" que vuelven, una vez más, a calumniarla. Sus encuestas les dicen que esa posición les da votos y sobre todo evita que se le vayan votos por la extrema derecha.

Y esto lo protagoniza el ministro supercatólico del gobierno, Jorge Fernández Díaz, que, mientras invoca frecuentemente a una u otra virgen, no pestañea ante la muerte de quince personas por su deficiente actuación.

Eso sí, su conciencia estará tranquila porque los muertos eran infieles.

Muchas gracias.