martes, 29 de enero de 2013

La movilidad universitaria para el que se la pague

Hoy nos hemos enterado de la desaparición el próximo curso de las becas Séneca, las becas que favorecen la movilidad de los estudiantes universitarios entre las diferentes universidades españolas. ¿La razón? ¡Sorpresa!: los recortes presupuestarios. Más de 2000 estudiantes, todos ellos con excelente expediente académico, no podrán realizar sus estudios en el centro que desearían.  Estos recortes, como si de una apisonadora se tratase, van machacando y haciendo estragos en todos los sectores de la educación pública.

¡Las becas no se tocan! era uno de los mantras que repetían constantemente los dirigentes ministeriales. Parece ser que en su utilización torticera del lenguaje "no se tocan" significaba que se recortan.
Este nuevo golpe a la movilidad universitaria en España se une al ya producido en las becas Erasmus, destinadas a la movilidad europea, y que ya han sido recortadas en un 75 por 100.

A pesar de que todos los estudios solventes en educación destacan la importancia de la movilidad en la formación del alumnado --al favorecer las llamadas "soft skills", como la capacidad para desenvolverse en situaciones nuevas, tener iniciativa personal o adaptarse a los cambios--, el ministro Wert no parece compartir estas evidencias o, mejor dicho, debe considerar que si es bueno deben beneficiar solamente a  los que se lo merecen, es decir, los ricos y poderosos.

La eliminación de las becas Séneca, así como la práctica desaparición de las ayudas a los becarios Erasmus, nos retrotraen al pasado en que la movilidad era un lujo solo al alcance de los pudientes.  Oímos todos los días que estamos desaprovechando a la generación más formada que ha tenido nunca este país: o están en el paro o tienen que marcharse al extranjero. Obviamente este es un problema al que hay que buscarle una solución y el ministro Wert ya la ha encontrado: basta con hacer difícil, por no decir imposible, que los jóvenes con pocos recursos sigan formándose y así volveremos a la situación de hace cuarenta años en que solo se formaba una minoría. No me digáis que la medida no es juiciosa y lógica: si tenemos muchos jóvenes bien formados y nos sobran, habrá que formar a menos.

Algún ingenuo puede pensar que esa solución tiene un inconveniente: habrá jóvenes con pocos recursos económicos pero grandes capacidades académicas e intelectuales, que se quedarán sin formar, y eso también es un despilfarro. No se preocupen; el Partido Popular tiene respuesta para ello.  La dijo Andrea Fabra, "¡que se jodan!"

Muchas gracias.

sábado, 26 de enero de 2013

¿Adiós a la Ley Wert?

Aunque lo normal es que las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación son habitualmente terribles y deprimentes, ayer escuché que la ley Wert no se podrá poner en marcha hasta el curso 2015-2016 por problemas presupuestarios. Tanto quieren recortar en educación que ni tan siquiera podrán lanzar su cacareada reforma.  Por una vez nos alegramos de los malditos recortes.  Después de todo, ese dinero no iba a ir a la escuela pública sino a engrosar las arcas de la privada.

Pero ¿es esa la verdadera razón para ese posible retraso de la aprobación de la LOMCE?  Me vais a permitir que lo ponga en duda.  Más bien creo que no hay que ser un analista especialmente agudo para encontrar otras razones para la paralización momentánea de esta reforma.  Señalemos algunas.

No creo que sea el mejor momento para "españolizar a los alumnos catalanes".  La pretendida posición del gobierno de Rajoy ante el reto soberanista de Mas --firmeza pero apertura al dialogo--, no casa mucho ni poco con las afirmaciones del ministro Wert; ni parece el momento oportuno para presentar una pelea contra el sistema de inmersión en catalán apoyado por la inmensa mayoría de los ciudadanos de Cataluña.

Por otro lado, la reforma, o mejor dicho "la contrarreforma", ha sido criticada en gran medida por algunas de la comunidades autónomas gobernadas por los populares, como, por ejemplo, Castilla y León o Murcia. La falta de consenso y el retroceso que supone la pretendida reforma apoyan la tesis de darse un tiempo para la reflexión.

Luego está la inoportunidad que supone iniciar una reforma del sistema educativo en tiempos de crisis económica, en la medida en que esa reforma no vaya en la dirección de reforzar la educación, que es lo que se supone que se debe hacer en época de crisis, veáse el ejemplo de Francia.  Existe un gran consenso en que la salida a la crisis tiene que ver con un cambio de modelo económico que requiere un capital humano con un mayor nivel de formación. Y eso no se consigue recortando los ya de por sí magros presupuestos educativos. No es creíble ninguna mejora de la calidad de la educación --estamos hablando de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad de la Educación (LOMCE)-- en un contexto generalizado de reducción del número de profesores y de los medios, humanos y materiales, destinados a la educación.

Da la sensación --¡ojalá no nos equivoquemos!-- que el discurso beligerante e ideológico del ministro Wert empieza a no ser el adecuado para el momento actual y que está llegando el momento de cambiar de discurso (los objetivos finales son los mismos, no nos equivoquemos), de darle una forma menos descarnada.

¿Cuánto le queda al ministro Wert?  Se admiten apuestas.

Muchas gracias.

martes, 22 de enero de 2013

¡Qué buen señor si hubiera buen vasallo!

En los últimos días los medios de comunicación están llenos de declaraciones de los dirigentes del Partido Popular, y especialmente de su secretaria general, María Dolores de Cospedal, en las que nos explican, con todo tipo de sesudos y convincentes argumentos, que son gente honrada que nada tiene que ver con esas noticias interesadas sobre la corrupción en su partido.

Si se les pregunta si han recibido sobresueldos en dinero negro, contestan inmediatamente que no y que no LES CONSTA que los haya recibido ningún dirigente del Partido. "Constar", según el diccionario de María Moliner, significa "estar algo o alguien registrado, inscrito o escrito en alguna parte". Los dirigentes del PP tienen razón: los sobresueldos en negro no están inscritos ni escritos en ninguna parte. Reconozcamos que somos bastante tontos si ponemos en duda esa afirmación.

La Sra. Cospedal, en la entrevista que ayer le hicieron en la Cadena SER, utilizó un argumento muy de peso, en mi opinión --de sentido común, como dijo ella--, para dejar claro que no había habido sobresueldos ilegales en el PP: a nadie se le ocurriría abrir una cuenta en Suiza para pagar esos sobresueldos, dijo. Entonces, ¿los pagarían por transferencia y desde una cuenta corriente abierta a nombre del Partido Popular en el banco de la esquina? En ese caso, no estarían pagando en negro, digo yo. Aunque nunca se sabe si se tratase de la Caja Madrid de Rato, a lo mejor sí. Lo que digo: somos bastante tontos y no logramos entender a nuestros dirigentes políticos.

En esa misma entrevista la Sra. Cospedal explicó a todos los oyentes cómo las medidas que había tomado para cerrar los servicios de urgencia en muchos pueblos de Castilla la Mancha no respondían a recortes presupuestarios sino a medidas adoptadas, no por ella sino por los "tecnicos", para mejorar el servicio de manera que fuera más eficiente para los ciudadanos. Y estos, en vez de agradecérselo, se han dedicado a manifestarse hasta que han conseguido anular la medida. Además de tontos, desagradecidos.

Qué mala suerte la de estos dirigentes políticos, dedicados en cuerpo y alma al servicio a los ciudadanos, "al interés general", como suelen decir continuamente; y los ciudadanos sin comprender sus esfuerzos ni mostrar agradecimiento. "Qué buen señor si hubiese buen vasallo" deben pensar, parodiando la famosa frase del Cid.

Muchas gracias.



viernes, 11 de enero de 2013

La libertad de elección de centro escolar

La Comunidad de Madrid, abanderada en el proceso de deterioro a que está sometiendo el Partido Popular a la educación (y a la sanidad) pública, ha dado un nuevo paso más.  Ha decidido poner en marcha el curso próximo el "derecho" de los padres a elegir libremente el centro que quieren para sus hijos, implantando en la comunidad lo que se llama la "zona única" de escolarización (lo mismo que ha hecho ya con la sanidad).

La "libertad de elección de los padres" es el caballo de batalla utilizado por los populares para justificar su defensa de la enseñanza concertada (religiosa) y privada. Si los padres prefieren llevar a sus hijos a la concertada es nuestra obligación, dicen los gobiernos del PP, poner los medios para que esa decisión pueda hacerse realidad. "Los ciudadanos tienen el derecho a elegir y nosotros tenemos la obligación de acatar las decisiones de los ciudadanos".  El argumento es impecable, pero manifiestamente falso y maniqueo. ¿Dónde está la libertad de elección de los hijos de los emigrantes? ¿Cómo podrían ejercer esa libertad los niños de los barrios marginales de Madrid? ¿Cómo podrían ir al Pilar, por ejemplo, los niños de Vallecas? ¿Quién les iba a pagar el transporte o los gastos adicionales que conlleva ir a un colegio como ese?

La aparente medida "equitativa" de ampliar a todos los alumnos madrileños la posibilidad de ir al colegio que deseen, aparte de ser una falacia, es un nuevo ataque a la educación pública.

Si antes era difícil para la población desfavorecida entrar en un colegio concertado, por lo menos tenía alguna opción: si vivían en el barrio tenían ocho puntos y si eran beneficiarios de la Renta Mínima de Inserción otros dos.  Ahora resulta imposible.  Lo que se prima a la hora de solicitar la entrada son los criterios de tener hermanos en el colegio o ser familiar de antiguo alumno -- criterios claramente clasistas y que fomentan la creación de colegios elitistas.

Además, no deja de resultar irónica la aplicación de esa libertad que, en la práctica, solo va dirigida a un sector de la población, los más favorecidos, mientras se le impide acceder a una educación de calidad a la gran mayoría.

La medida es también contraproducente porque va en contra de todas las certezas científicas al respecto que declaran que se obtienen mejores resultados educativos con criterios de proximidad al centro, los que permiten acercar la escuela a la comunidad y educar comprensivamente, evitando la discriminación. Así lo defiende la OCDE en su informe "Equidad y elección de centro".

Por otro lado, esta medida no va a ayudar a disminuir el abandono escolar, principal problema de nuestro sistema educativo -y también de Madrid-, sino todo lo contrario. La aplicación de procesos selectivos al alumnado incrementa notablemente el abandono escolar. A la educación pública cada vez se le conceden menos medios desde la Administración.  Será cada vez más difícil, en consecuencia, atender al alumnado con problemas; estos serán cada vez más y, al no poder atenderles adecuadamente, abandonarán la escuela. Y los dirigentes populares nos ofrecerán datos sobre cómo ha aumentado el abandono escolar en la educación pública. ¡Jugada perfecta!

Hay algo que les va a fallar y es la lucha que profesores, familias y alumnos están llevando y seguirán haciendo para que esto no ocurra.  La marea verde continua.

Muchas gracias