jueves, 27 de octubre de 2011

La desvergüenza de Ana Matos

Ana Matos, vicesecretaria general del Partido Popular y jefa de campaña de Mariano Rajoy, acaba de afirmar que donde realmente se están produciendo recortes en educación es en Andalucía, ya que algunos niños tienen que dar las clases en el suelo porque no tienen ni pupitres en los que sentarse.  Desde luego, es indignante que a estas alturas todavía existan colegios (obviamente públicos, pues eso nunca pasaría en un concertado) donde los alumnos no tengan ni sillas, y eso ocurre --no podía ser de otra manera-- en una comunidad gobernada por el Partido Socialista. ¡Qué vergüenza!  O eso es lo que los ciudadanos nos debemos creer.

Resulta que luego, en la letra pequeña de esa información, se conoce que Ana Matos ha realizado esa afirmación en base a una foto publicada en varios periódicos en la que una profesora de infantil hacía una sesión de "cuenta cuentos".  Para ello, y como es habitual, había retirado las sillas y mesas de la clase para que todos los alumnos pudieran sentarse en el suelo. Es así como se cuentan los cuentos.

¿Se ha producido alguna rectificación por parte de Ana Matos?  Obviamente no. Entre otras cosas porque ella conocía perfectamente la naturaleza de la foto.  No se ha equivocado. ¿O es que alguien puede creer que una persona como Ana Matos, jefa de campaña de Rajoy, y por tanto, persona con acceso a un alto nivel de información, podría no conocer ese pequeño detalle?  Si fuera así, sí que nos deberíamos todos preocupar bastante.

No, la realidad es que para el Partido Popular decir la verdad no tiene gran importancia.  Lo importante es calumniar, que algo queda, sobre todo entre sus electores. Y a las pruebas me remito: podemos analizar cualquiera de las muchas declaraciones realizadas por Esperanza Aguirre y su caballo de Troya, Lucía Figar, en relación al conflicto que con ellas mantienen profesores, padres y alumnos de la Comunidad de Madrid.

¿Qué pasará el 20-N? A la hora de votar, acordémonos de Ana Matos.

Muchas gracias.

miércoles, 26 de octubre de 2011

El relato

Todos los que estamos interesados en lo que ocurre en nuestro país nos hemos visto obligados a incluir una nueva palabra en nuestro vocabulario habitual: el "relato". Desde que ETA proclamara el pasado jueves el cese de su actividad criminal, los medios de comunicación, los "tertulianos", los dirigentes políticos, las víctimas del terrorismo y todo aquel que lanza al aire su opinión sobre lo que está pasando, sobre el nuevo tiempo que se ha abierto en el País Vasco, pontifica sobre la batalla del relato.

Me vais a perdonar pero yo no veo la importancia de este asunto. Va a haber dos relatos, ¿alguien lo duda? De la misma manera que setenta años sigue habiendo dos relatos, o incluso más, sobre la guerra civil. ¿Es que alguien cree que ETA --en algún momento-- va a reconocer que se equivocó?  Eso lo harán, y pedirán perdón, muchos de los implicados en esos asesinatos -como ya han empezado a hacerlo-- a nivel individual, al comprender lo erróneo de sus antiguas creencias. Pero no ETA, y no los que han crecido al calor de esos asesinatos: la llamada "izquierda abertzale".

Lo importante no es discutir el relato, sino que los partidos políticos democráticos, los ciudadanos que hemos vivido este horror durante tantos años, no olvidemos el pasado y actuemos unidos, siempre en defensa del estado de derecho y de la democracia.

Eso sí, sin prisas. Tiene gracia que quienes han tardado más de cuarenta años en decidir que abandonan su actividad criminal quieran ahora que los que hemos estado todo ese tiempo sufriendo sus actuaciones actuemos con rapidez, bajo la disculpa de que la situación ha cambiado.  Es cierto que la situación ha cambiado, y ese es un gran triunfo de la democracia, pero lo que no está claro que haya cambiado --porque pasar de ser asesino a ciudadano cuesta mucho-- es la mentalidad de los terroristas y de todos los que les han apoyado estos años. Eso lo estamos viendo todos los días con las actitudes que, en el País Vasco, tienen los miembros de Bildu.

Así que, démosles tiempo para que reflexionen y que se dediquen a la política en vez de disparar en la nuca a ciudadanos indefensos. Nada mejor que la actividad política para que esa parte importante de la ciudadanía vasca que apoya a Bildu valore a sus líderes en base a lo que les aporta su gestión, y no con criterios ideológicos, de victimismo o de "gudaris vascos".  La política es servicio a los ciudadanos, y es en ese campo donde se podrá valorar a la "izquierda abertzale".

Y ahora lo que toca es elegir al próximo gobierno que nos saque de la crisis. Y para ello tenemos que votar a los que mejor lo puedan hacer, preservando el nivel de bienestar social que tanto nos ha costado conseguir.

Muchas gracias.

lunes, 24 de octubre de 2011

Marsella, un alto en el camino

Estar jubilado no es sólo no trabajar, es también tener tiempo para hacer cosas que te apetecen como, por ejemplo, viajar en momentos en que no hay aglomeraciones y los precios de los aviones son bastante más baratos.

Llevar sobre tus espaldas bastantes años de vida conlleva también, si no has sido un misántropo, tener bastantes amigos, y si esa vida te ha llevado por derroteros del extranjero, esos amigos en muchas ocasiones se encuentran en otros países.

La coincidencia de ambas cuestiones, y nuestra predisposición a viajar, nos han llevado unos días a Marsella, donde nunca habíamos estado.

Marsella era para mí, antes de conocerla, imágenes encontradas: una ciudad mediterránea, llena de luz, con su viejo puerto, con su "rue de la Canebière" de la que tanto había leído; pero también era la mafia, una ciudad de emigrantes, sucia...

Como siempre, los prejuicios poco tienen que ver con la realidad, y desaparecen cuando se enfrentan con ella.  Marsella no es la ciudad más bonita que conozco pero tiene el suficiente encanto como para visitarla más de una vez. Su luz mediterránea, su viejo puerto, su barrio antiguo, el Panier, algunos llamativos monumentos, sus mercadillos -- como el que nos encontramos en el Prado --, son razones para pasar unos días saboreandolos.

Pero para mí lo mejor de Marsella son sus alrededores: la Provence y sus maravillosos pueblos y paisajes.
Recorrer la Provence en otoño es un autentico placer. Ese paisaje que parece dibujado por Cezanne, los campos de lavanda y los viñedos perfectamente alineados ofrecen colores que van del verde al rojo descarnado.

Y ese paisaje se complemeta con preciosos pueblos o auténticas joyas como Aix-en-Provence. Cómo no estar horas disfrutando del paso del tiempo sentado en una de las terrazas del barrio de Mazarin o de la Cour Mirabeau. Uno entiende fácilmente por qué Cezanne instaló sus cuarteles por esta zona. Vimos tantos lugares donde nos dijimos "esto es como un cuadro", y seguro que alguien lo habrá pintado más de una vez.
Pero no solo Aix-en-Provence.  Si uno se dirige hacia el norte, hacia el Departamento de Vaucluse, nos podemos encontrar con joyas como los senderos del ocre en el pueblo de Roussillon.  Si decidimos ir hacia la costa nos encontramos con pueblos tan bellos como Le Castellet o la Cadière d´Azur, donde pasar una mañana de domingo recorriendo sus tranquilas y preciosas calles es un placer de dioses y un poderoso revitalizante.

Pero no es solo la vista la que disfruta con estos recorridos, también se lo puede pasar muy bien el estómago. Se dice que en Provence es más cara el agua que el vino. Y mucha razón tiene quien lo afirma porque es facil encontrar buenos y baratos vinos, y acompañarlos con cualquiera de los platos tradicionales de la cocina provenzal. Y si esto lo haces sentado en una terraza en Bandol, viendo el mar Mediterráneo al fondo, o en una placita del Panier frente a cualquiera de los bellos edificios antiguos que aún se conservan, el placer es doble, por no decir de dioses.

Gracias, Marsella. Gracias, Rosa, por haberme regalado este disfrute. 

martes, 11 de octubre de 2011

La marea verde continúa

Que todos los sindicatos con representación en el mundo de la educación en Madrid --independientemente de sus posiciones ideológicas-- se mantengan unidos en la defensa de la enseñanza pública es una excelente noticia.  Refleja, sobre todo, una manifestación palpable de la indignación del profesorado ante las medidas de Aguirre y Figar y frente al ataque brutal de que está siendo objeto por el gobierno de la comunidad.

Esa indignación explica que la lucha continúe, a pesar de las dificultades que entraña para cada uno de los profesores que hace huelga. Se mantiene la convocatoria del día 20 de octubre y se ha planteado una nueva convocatoria para los días 2 y 23 de noviembre. Esperanza Aguirre tiene que saber que no va a doblegar la voluntad de los profesores, ni el apoyo que reciben de alumnos y padres.

La señora Aguirre está forzando la situación porque está convencida de que la victoria es suya, de que va a darle un giro definitivo al lugar que la educación pública ocupa en el sistema educativo madrileño, convirtiéndola en residual y marginal, y de que su posición no sólo no va a perjudicar su liderazgo en el Partido Popular, sino que va a reforzarlo, proporcionándole más votos en las próximas elecciones del 20 de noviembre.

Nos corresponde a los ciudadanos madrileños, y no sólo a los profesores, demostrarle a doña Esperanza lo equivocada que está. 

Primero, siguiendo y aumentando el apoyo y la participación en la marea verde, de forma que la fuerza de ésta ahogue sus intentos por pararla y se vea obligada a negociar. Los estudiantes son parte muy activa en esta marea, pues son los principales afectados por las medidas y han sabido darse cuenta de ello. También los padres y madres apoyan cada vez más. Hay que mantener ese apoyo, hay que realizar acciones de todo tipo --aplicando la imaginación popular-- que permitan doblegar la voluntad de Aguirre.

Segundo, cuando el próximo 20 de noviembre vayamos a votar no nos podemos olvidar de lo ocurrido durante estas semanas, de las barbaridades cometidas contra la educación pública y de los insultos y mentiras que han dicho y hecho tanto Lucía Figar como Esperanza Aguirre. Y en ese momento, tan importante para la democracia, tenemos que mandarle a Esperanza Aguirre y al Partido Popular un "recadito" claro y preciso: no estamos de acuerdo con esas acciones y esas prácticas políticas prepotentes. Votemos a quién nos parezca mejor, pero no al Partido Popular.

Si no lo hacemos, si después de los atropellos cometidos contra la educación pública, contra los profesores y contra todos los que hemos apoyado y seguimos apoyando estas movilizaciones, el 20 de noviembre el Partido Popular obtiene un éxito electoral igual o superior al que obtuvo el 22 de mayo, habremos perdido la educación pública no sólo en Madrid sino en casi toda España, también allí donde el PP gobierne y esté dispuesto a seguir el camino de Esperanza Aguirre.

Queremos una educación sin Aguirre. ¡No perdamos la esperanza!

Muchas gracias.

viernes, 7 de octubre de 2011

Zapatero, genio y figura

Ayer nos hemos enterado, de manera subrepticia --como viene siendo ya costumbre--, que la base de Rota va a participar en el escudo antimisiles propiciado por Estados Unidos, y que van a sentar sus reales en dicha base tropas norteamericanas.

Uno, que ya es un poco mayor, no puede más que recordar las luchas en las que ha participado para expulsar de España las bases americanas que Franco nos trajo, a raiz de la visita a nuestro país del presidente Eisenhower. O la repugnancia que sintió cuando la famosa foto de las Azores.

Es cierto que el momento no es el mismo, que el escudo antimisiles que propugna Barack Obama no tiene nada que ver con el que pretendía Bush, e incluso que puede haber razones de peso para adoptar la decisión, pero ¿es razonable materializarla cuando el árbitro está a punto de pitar el final del partido? ¿Es justo hurtar a la ciudadanía y al propio Congreso este debate?

Zapatero, genio y figura hasta la sepultura: decisiones importantes que se adoptan sin debate, contradicciones entre lo que se hizo ayer y lo que se hace hoy, frivolidad y poco respeto al ciudadano. No hay mejor imagen para entender lo que han sido las dos legislaturas de Zapatero que la que resulta de unir la foto de la salida de nuestras tropas de Irak (inicio de la legislatura) y la llegada de tropas americanas a Rota (final).

Y no nos queda más remedio que preguntarnos por qué. ¿Por qué se está tirando por la borda las acciones positivas que se han hecho? ¿Por qué se le están poniendo tantas piedras en su camino al candidato Rubalcaba?  No tenemos respuestas, pues no estamos en la piel de Zapatero, pero sí tenemos claro que Rubalcaba tiene que poner distancia ante este tipo de medidas y esta forma de entender la política. No basta con decir que "yo lo habría hecho de otra manera".

Somos muchos los que queremos votar al PSOE el 20 de noviembre, pero nos tienen que dar razones para ello. No nos gusta lo que se avecina, pero tampoco nos gusta lo que se viene haciendo últimamente desde el gobierno.

Rubalcaba convéncenos, danos razones para votarte.

Muchas gracias.

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Votar al PSOE ?

El próximo 20 de noviembre --dentro de un mes y medio-- tendremos elecciones generales, unas elecciones que muchos vienen señalando como históricas, debido al crucial momento en que se producen. Quien más, quien menos, está ya madurando su voto, siguiendo las declaraciones de los candidatos que están prácticamente en campaña.  Los millones de votantes del PSOE que estamos defraudados por la gestión del gobierno en esta última legislatura, seguimos también con hastío y cierta congoja las declaraciones de los líderes politicos.

Este fin de semana se ha producido la conferencia política del PSOE.  Hemos escuchado afirmaciones que, como votantes progresistas, estoy seguro que nos han gustado: defensa de la educación y la sanidad pública, impuestos a los más ricos, necesidad de establecer estímulos y no solo recortes para fomentar el crecimiento de la economía...

Pero la desconfianza y el malestar interior que tenemos no se eliminan sólo con declaraciones o toques de trompeta a la movilización.  Eso, a estas alturas, ya no sirve; necesitamos creer lo que se nos dice, y eso pasa por una autocrítica de los errores cometidos, que son bastantes.  No se puede cambiar de dirección sin explicar por qué no se hizo antes --buenos palos nos dan los peperos con ese argumento-- y tampoco basta con decir que la situación es distinta, pues si el PSOE ganase las elecciones ¡esperemos que así sea!, a finales de noviembre la situación económica será, como mucho, igual o peor que la actual.

Es cierto que el partido socialista ya ha recibido un duro castigo en las elecciones municipales y autonómicas de mayo y que probablemente no se merece un nuevo castigo de similar magnitud.  También es cierto que no es bueno para la democracia que un partido acumule tanto poder como el que tendría el PP si ganase las elecciones con mayoría absoluta.  Estos argumentos, además de las propuestas que viene haciendo el candidato Rubalcaba, son buenas razones para votar al partido socialista.  Pero antes nos tiene que convencer de que se ha aprendido de los errores, asegurarnos de que no se va a volver a la improvisación, a la falta de rigor a la hora de los nombramientos y a la destrucción sistemática de los equipos de trabajo, sustituidos por mediocres, siempre amigos de los que nombran.  Nos tiene que demostrar que no se va a olvidar que la Administración hay que gestionarla bien, para lo que son necesarias gente experta y con experiencia.

El candidato Rubalcaba es persona en quien se puede confiar, que seguro que es consciente de estos fallos, pero tiene la obligación --si quiere ganar, y parece que sí quiere-- de decirlo públicamente. El PSOE, y sus votantes, necesitamos esa catársis, necesitamos convencernos de que entramos en una nueva etapa --etapa que probablemente va a ser más fácil de gestionar pues es muy probable que surjan nuevos gobiernos de izquierda en varios países europeos.

En política lo malo no es cometer errores, siempre se cometen, sino no aprender de ellos.

Muchas gracias.