viernes, 31 de mayo de 2013

¿Quién segrega más?

Desde que la ley Wert ha bendecido la segregación de los alumnos, bien sea por sexo o por nivel de conocimientos, se ha abierto la veda y se ha iniciado una carrera entre la derecha española para conseguir el "premio" al mayor "Segregador del Reino".

Hoy nos ha llegado la noticia de que la Generalitat de Catalunya --tan beligerante con la ley Wert por otros temas-- ha decidido que se puede separar en 1º de la ESO a los alumnos en función de su rendimiento en materias clave como matemáticas o lengua.  Derecha nacionalista española o derecha nacionalista catalana coinciden, e incluso rivalizan, en aplicar la misma medicina: la segregación de los alumnos, los "listos" a un lado y los "tontos" al otro.

Resulta cuando menos sorprendente que ante la diversidad del alumnado (no nos olvidemos que en 1º de la ESO tenemos escolarizado al 100 por 100 de la población) y, en consecuencia, su diferente respuesta, actitud y capacidad académica, la derecha en bloque responda de la misma manera: segregar. Nunca vemos un análisis de las causas objetivas de esa diversidad o de las medidas diferenciadoras que deberíamos adoptar para eliminarla o al menos suavizarla. Siempre se tira por la vía del medio, por la más fácil y más rentable para sus intereses.

Nada importa que todos los estudios científicos significativos sobre el tema y la práctica de los países con éxito escolar confirmen que la segregación es negativa para el aprendizaje de los alumnos, que cuanto antes se separa a los estudiantes, peores son los resultados que se obtienen. Algo, por lo demás, fácil de entender: el grupo de los "listos" irá más rápido en su aprendizaje y los "tontos" más despacio, con lo que las diferencias iniciales se agrandarán.

Y no importa porque la derecha nunca ha tenido interés en la educación de todos, mejor dicho en la educación de calidad para todos. Favorecer la segregación temprana significa:
  • Legalizar y reforzar lo que ya viene haciendo la escuela concertada desde hace mucho tiempo.
  • Introducir en la cada vez más desasistida educación pública elementos que permitan marginar antes a los alumnos procedentes de los sectores sociales más desfavorecidos.
Y como corolario, que decimos los matemáticos, de ambas premisas, otro golpe más a la escuela pública.

Estoy seguro de que tanto el Ministro Wert como la Consejera Rigau encontrarán más pronto que tarde la solución definitiva a este tema: segregar desde el inicio. Volver a la escuela anterior a la ley del setenta, cuando en los colegios religiosos --que eran prácticamente los únicos que existían-- había dos puertas de entrada: una para los que pagaban y otra para los pobres.  A unos se los preparaba para el Bachillerato y la universidad y a los otros para que aprendieran las "cuatro letras".

Volveremos a ver esto, ¡a mi no me extrañaría!

Muchas gracias.

lunes, 27 de mayo de 2013

Ministro Wert, te va a crecer la nariz

Esta mañana, mientras me peleaba con las máquinas del gimnasio, escuché la entrevista que Pepa Bueno le ha hecho al ministro Wert en la SER. Cuánto más avanzaba la entrevista más me escandalizaban las mentiras que el ministro soltaba con tanta soltura y desparpajo. Pinocho-Wert, te va a crecer la nariz y eso no le favorece a esa cara tan dura que tienes. Son increíbles las cosas que esta mañana ha soltado el ministro.  No está de más recordarlas y ponerlas en su sitio.

Fracaso escolar.  La LOMCE va a resolver este problema, ¿cómo?, muy fácil.  A los 14 años va a sacar del sistema regular a todos los niños que tengan "problemas" (es decir, a los que provienen de sectores sociales desfavorecidos, a muchos hijos de emigrantes y a aquellos que tengan problemas de aprendizaje)  y los va a desviar hacia un nuevo invento: la Formación Profesional Básica. ¿En qué consiste? En una formación profesional que les va a proporcionar el nivel más bajo (nivel 1) y los va a condenar a la marginación, pues todos los estudios coinciden en que ese nivel de formación tan bajo no será requerido en el futuro.  Eso sí, nos vende el ministro que podrán acceder a la Formación Profesional normal --si aprueban un examen, como ocurre ahora con la PCPI-- o conseguir el título de ESO si aprueban la reválida.  Ministro, ¿me podría explicar qué diferencia existe entre este modelo y el que existía bajo el franquismo, que si no aprobabas la EGB, a los 14 años, te ibas directamente a la Formación Profesional?
 ¿Dónde está en la LOMCE el análisis de las causas del fracaso escolar para poder atajarlo de verdad? ¿Dónde están las medidas para reforzar la atención a la diversidad, para ampliar la opcionalidad en la ESO, para adaptar el currículo a las necesidades del alumno y no al revés?

Las reválidas.  Resulta que con la introducción de más exámenes, organizados desde la administración central y corregidos por no sabe todavía quién, se va a mejorar el rendimiento académico de los alumnos. ¿Cómo? Si nos creemos las palabras del ministro, la relación entre reválidas y mejora del rendimiento es obvia. No le preguntemos por qué, pues nos dirá que somos unos analfabetos educativos. Eso sí, el más que demostrado carácter selectivo de este tipo de exámenes o la pretensión de control sobre los contenidos impartidos son, cómo no, inventos de esa "izquierda radical" que se enfrenta a la LOMCE.

La mayor autonomía de los centros. Resulta que, según el ministro, esa mayor autonomía se consigue quitándoles poder a los Consejos Escolares en base a reforzar el papel de los equipos directivos, pero frente al resto de la comunidad escolar, y fomentando la competencia entre los centros (sin tener en cuenta su diferente contexto educativo).

Claro que tenemos que fomentar la autonomía de los centros, pero de todo el centro --equipo directivo, profesores, alumnos y familias--, generando vínculos que favorezcan el trabajo en común, como comunidades de aprendizaje, y no como empresas en las que el equipo directivo sea quien adopte todas las decisiones sin tener en cuenta a los demás.

La asignatura de religión. No quiero darle más vueltas a este tema del que ya he escrito en diferentes ocasiones, pero hay que tener cara dura para afirmar que la situación es parecida a la mayoría de los países de nuestro entorno, cuando ocurre justamente lo contrario. Ministro, no lo he visto esta mañana en la SER, pero supongo que estas declaraciones sobre la religión en la escuela las habrá hecho con sotana y bonete puestos.

Muchas gracias.

domingo, 26 de mayo de 2013

La religión, a su rincón

Llevamos unas semanas en las que la religión y sus máximos valedores --la jerarquía católica-- vienen marcando la agenda política. La introducción de la religión como asignatura evaluable y valorada en las mismas condiciones que las matemáticas o la lengua española, la reforma de la ley del aborto para endurecer las condiciones en que la mujer pueda expresar su opinión sobre la conveniencia o no de suspender su embarazo, están en la primera línea de la controversia política.

Nuestros políticos y los ciudadanos, en cuanto nos toca de manera directa, nos vemos obligados una vez más a lidiar con lo que la Santa Madre Iglesia considera esencial para nuestro bien. Nada importa que las estadísticas confirmen que más del 70 por 100 de la población rechaza que la religión sea una asignatura evaluable o que haya que modificar una ley del aborto que coincide en lo esencial con la mayoría de las leyes del mismo tipo vigentes en los países europeos de nuestro entorno.

Otra vez la Iglesia. La misma que se enfrentó a la Constitución de Cádiz y nos trajo al indeseado Fernando VII, la misma que luchó con todas sus fuerzas contra la II Republica, la misma que apoyó y llevó bajo palio al dictador Franco. Aquí la tenemos otra vez, con los mismos planteamientos y con la misma capacidad de presión. ¿Qué hemos hecho los españoles para merecer esto?, nos podemos preguntar. La respuesta es sencilla. Dejar pasar siglos sin ponerla en su sitio.

Tenemos vigente un Concordato con la Santa Sede de 1979 que obliga a tener religión en la escuela, a que la iglesia no pague impuestos por sus propiedades y a que el Estado subvencione sus actividades. Y ese concordato, firmado bajo gobierno de UCD, ha sido respetado (y a veces mejorado, como ocurrió durante el gobierno de Rodríguez Zapatero) por todos los gobiernos de la democracia, incluidos los veintidós años de gobiernos del PSOE.

Siendo sinceros, no podemos echar la culpa a los gobiernos, pues fuimos los ciudadanos los que les votamos, una y otra vez, en el caso del PSOE.  Es imprescindible acabar con esta situación, si queremos avanzar en nuestros derechos democráticos, y para ello es necesario que los ciudadanos nos comprometamos a no votar a ningún partido que en las próximas elecciones no lleve en su programa la denuncia del concordato con la Santa Sede.

Esa debe ser nuestra consigna: político, si quieres que te votemos, comprométete a denunciar el Concordato. No caben términos medios. La religión a su rincón, la conciencia de cada ciudadano.

Muchas gracias.

domingo, 19 de mayo de 2013

La ley Wert, noticia en Estados Unidos

Estoy suscrito a Google Alerts, un servicio diario de noticias educativas proporcionado por Google. Su lectura me permite tener una información concisa y variada sobre lo que acontece en el mundo educativo norteamericano.

Esta mañana, cuando he abierto el correo, me he llevado una gran sorpresa al comprobar que, entre las noticias del día, estaba la siguiente: " Controvertida reforma educativa en España: ¿la parará la marea verde?" Se trataba de un editorial de la revista "The Science Christian Monitor" en el que se exponía con bastante objetividad el contenido de la reforma y la lucha que profesores, familias y alumnos mantiene en su contra.

La sorpresa a la que antes aludía tiene que ver con que es la primera vez --en varios años de leer este boletín de noticias-- en que aparece una noticia sobre España. La razón no es que la reforma educativa sea tan interesante desde una perspectiva profesional de la educación que requiera una atención especial, sino el hecho de que se pretenda aprobar a pesar del rechazo que a nivel ciudadano está recibiendo.

En palabras de la revista, "la reforma está siendo impuesta por el gobierno a pesar de la oposición del resto de los partidos políticos y de las comunidades autónomas; desde 2009, el gobierno ha realizado recortes en educación por un total de 6.700 millones de euros y se espera que estos recortes continúen hasta 2015, descendiendo hasta un 4% del Producto Interior Bruto el gasto en educación". 

El escrito de "The Science Christian Monitor" recuerda que "la Unión Europea lleva tiempo avisando a España de la gravedad de realizar recortes en el campo de la educación".  Curioso que tengamos que acudir, como siempre, a la prensa extranjera para conocer estas noticias. No solo la Unión Europea viene llamando la atención sobre los recortes en educación sino que la reforma que se pretende imponer está en contra de todas las recomendaciones europeas al respecto.

Recortes en educación, recortes en I+D+i, más de 50 por 100 de paro entre los jóvenes, ¿es esta la marca ESPAÑA que nuestro gobierno quiere exportar? Ministro García Margallo, basta de payasadas, menos marca ESPAÑA y más trabajar para proporcionar un futuro digno a nuestros hijos.

Muchas gracias.

sábado, 18 de mayo de 2013

Nos están robando la democracia

Cuarenta años de lucha durísima contra una dictadura sanguinaria --cuyo último acto consistió en fusilar a cinco antifranquistas-- y más de treinta años de movilizaciones, huelgas y presencia ciudadana se necesitaron para convertir España en un país democrático y con un estado de bienestar si no equiparable al de nuestros vecinos europeos al menos razonablemente parecido. Poco más de un año es el tiempo que el gobierno está necesitando para desmantelar lo conseguido y retrotraernos a una etapa predemocrática.

Vayamos a los hechos.

En el terreno económico la posición es bien clara: "hacemos lo único que se puede hacer", "hacemos lo que Bruselas nos exige", "hacemos lo que Alemania --que es quien pone las condiciones-- nos obliga--"..., es decir, recortes, privatización de lo público y aumento de la desigualdad, la pobreza y el paro. Yo no he votado al Partido Popular, pero sus votantes, ¿lo hicieron para recibir estas respuestas? ¿No es esto robarnos los derechos democráticos?

En el terreno de la educación, de la moral y la ética democrática, pasa lo mismo: vuelta de la religión a las escuelas con todos sus derechos (incluido el que sirva para aumentar la nota de cara a becas, etc); a los catorce años --igual que ocurría antes del periodo democrático-- los alumnos con malas notas (es decir, los pobres de la enseñanza pública) tendrán que irse a la Formación Profesional --más degradada aún, pues la llaman Básica---; se reduce en dos años la comprensividad de la enseñanza obligatoria; volvemos a una ley del aborto más restrictiva que la que se aprobó en 1985. Es decir, es la Iglesia la que manda lo que hay que hacer. ¿Alguien les votó en las últimas elecciones?

Todo este ataque frontal a las conquistas obtenidas en los años de democracia no es casualidad. Se ha puesto en marcha aprovechándose del miedo que la crisis genera en la ciudadanía, pero corresponde a la ideología del partido en el gobierno.

Ahora, que es frecuente leer informes sobre el surgimiento de movimientos y partidos de extrema derecha en Europa, como consecuencia de la crisis y sobre todo de lo mal que se está gestionando, más de uno se vanagloria de que en España no haya cuajado un partido de ese tipo.  Pero, ¿qué quieren que cuaje si ya tenemos uno bien cuajadito?  La política que está aplicando el Partido Popular es extrema derecha pura y dura. ¿O se puede llamar de otra manera a la insinuación del ministro del interior sobre la relación entre el aborto y ETA? ¿o la posición de Gallardón defendiendo el supuesto de malformación del feto como el derecho a la vida? ¿o la vuelta de la religión a la escuela en las mismas condiciones en que estaba en los últimos años del franquismo?  Ningún partido conservador europeo defiende esas posiciones.

Esta es la realidad: nos están robando la democracia y los que hemos luchado durante muchos años para conseguirla sabemos lo difícil que es recuperar lo que se pierde. No lo debemos permitir, hay que seguir luchando en la educación, en la sanidad, contra los abusos de la banca, contra los desahucios. "No, nos representan".

Muchas gracias.

viernes, 10 de mayo de 2013

No queremos la ley Wert

Ayer 9 de mayo, coincidiendo con el Día de (la malograda) Europa, se llevó a cabo una de las movilizaciones ciudadanas en defensa de la escuela pública más importantes de los últimos años. Padres, alumnos y profesores de todos los niveles educativos -desde la educación infantil a la universidad- hicieron huelga y salieron a la calle masivamente para manifestar su oposición a la ley que el ministro Wert nos quiere imponer.

Es difícil recordar una iniciativa política que haya producido tanto rechazo popular. Hay que reconocerle el mérito al ministro Wert: su prepotencia, su chulería, su nula disposición al dialogo, su desprecio a la ciudadanía han conseguido unir a todos en su contra, incluso a sus fieles, como la CONCAPA, que tampoco está de acuerdo con su ley, o las comunidades autónomas gobernadas por el Partido Popular que se le han enfrentado en diferentes ocasiones, o los Rectores de universidad que le dejaron plantado en una reunión. El ministro Wert ha trabajado a fondo para ser el ministro peor valorado del gobierno.

A pesar de ello, a pesar del rechazo generalizado que produce esta ley, el gobierno de Rajoy sigue defendiéndola. Bueno, de momento no se han atrevido a aprobarla hoy en el Consejo de Ministros. No confío en que esa decisión signifique ningún cambio futuro de calado, o que abra la puerta a un dialogo real con la comunidad educativa y el resto de las fuerzas políticas. Mas bien lo que parece es que, después de la movilización de ayer les ha dado vergüenza y/o miedo aprobar la ley al día siguiente. Supongo que el chulo del ministro es lo que habría querido hacer, pero alguien menos chulo le ha debido decir que se tranquilice.

Lo grave es que dentro de una semana, o de tres, van a aprobar la ley sin ningún apoyo político (sí ya se que el Partido Popular tiene mayoría absoluta) y eso es ponerle plazo de defunción a la ley. Ya lo hicieron así con la LOCE en 2002, que se aprobó con los votos del PP y de Coalición Canaria y la oposición del resto de los partidos políticos y los miembros de la comunidad educativa. Cuando llegó el PSOE al gobierno en 2004, la anuló y prácticamente no llegó a entrar en vigor.

Ahora que tanto cacarea el gobierno sobre su voluntad de llegar a acuerdos y que, según ellos, el problema es que los demás no quieren pactos, conviene recordar como se aprobaron las otras dos grandes leyes orgánicas de educación:
  • La LOGSE, aprobada con Javier Solana como ministro de educación en 1990, la apoyaron todos los grupos de la cámara, a excepción del Partido Popular.
  • la LOE, aprobada en 2006, sólo votó en contra el Partido Popular.
La diferencia de planteamiento es bien notable y eso no lo podemos olvidar. No solo van a aprobar una nueva ley con el apoyo exclusivo de su partido, sino que van a dejar sin efecto otra ley que fue aprobada por toda la cámara, a excepción del Partido Popular. Así gobiernan estos "demócratas".

Muchas gracias.