Setenta años dan para mucho, así titulaba mi querida Karen el reportaje fotográfico que preparó para la fiesta que tuvimos ayer. Y, efectivamente, dan para mucho. Para compartir cuarenta y ocho años con mi compañera del alma, las penas --pocas-- y las alegrías --muchas--. Para traer a la vida tres hijas, verlas crecer y madurar y quererlas intensamente. Para estar rodeado de ocho nietos que me dan alegría cada día.
Setenta años me han permitido vivir en multitud de circunstancias, más de tres años en la cárcel y seis como diplomático en la embajada de España en Estados Unidos, participar en París en el mayo del 68 y asumir la presidencia de la Unión Europea en educación en 1988, dirigir el Instituto Español de Casablanca y ser cesado por criticar la presencia de España en la guerra de Irak, ser profesor de a pié en mi instituto de Carabanchel Alto y dirigir durante cinco años los programas europeos de educación en España...
Pero, sobre todo, setenta años me han permitido tener muchos amigos, gestados en circunstancias bien distintas, pero cuidados siempre con el máximo cariño. Y eso pude apreciarlo, una vez más, ayer en la fiesta que tuvimos en casa para celebrar mi cumpleaños. Gracias a todos por la tarde llena de emociones que me ofrecisteis ayer.
Miguel y Fina --Tánger y mi época de estudiante--, Juan Ángel y Concha --una amistad con tantos años y satisfacciones como nuestras hijas-- , mi paso por Guinea --Javi, cuánto ha llovido y bien- , Antonio, Maria Paz, Joaquín, May, Jorge y Nina --la ORT de nuestros amores y desdichas--, José Luis --más de treinta años trabajando por la educación de este país y disfrutando con ello a pesar de todo--, Jose Antonio, Pilar y Pepe --recuerdos de mi paso por Marruecos--, Javier, Antonio, Ángeles, Blanca, Jose Luis y Pilar --trabajando juntos potenciamos los programas europeos en España, nos hicimos amigos, y nos convertimos en tertulianos y mucho más, añadiendo al grupo nuevas adquisiciones estupendas: Helena, Alberto y María Jesús, Carmen y Adela. Y por último, pero no menos importante, mi pianista preferido y el "sudaca" al que más quiero y respeto, Carlos.
Gracias a todos por el día de ayer. Sé que la inmensa mayoría leéis este blog, así que lo aprovecho para daros las gracias por vuestra presencia, por vuestros variados y originales regalos y, sobre todo, por vuestro cariño.
Setenta años me han permitido vivir en multitud de circunstancias, más de tres años en la cárcel y seis como diplomático en la embajada de España en Estados Unidos, participar en París en el mayo del 68 y asumir la presidencia de la Unión Europea en educación en 1988, dirigir el Instituto Español de Casablanca y ser cesado por criticar la presencia de España en la guerra de Irak, ser profesor de a pié en mi instituto de Carabanchel Alto y dirigir durante cinco años los programas europeos de educación en España...
Pero, sobre todo, setenta años me han permitido tener muchos amigos, gestados en circunstancias bien distintas, pero cuidados siempre con el máximo cariño. Y eso pude apreciarlo, una vez más, ayer en la fiesta que tuvimos en casa para celebrar mi cumpleaños. Gracias a todos por la tarde llena de emociones que me ofrecisteis ayer.
Miguel y Fina --Tánger y mi época de estudiante--, Juan Ángel y Concha --una amistad con tantos años y satisfacciones como nuestras hijas-- , mi paso por Guinea --Javi, cuánto ha llovido y bien- , Antonio, Maria Paz, Joaquín, May, Jorge y Nina --la ORT de nuestros amores y desdichas--, José Luis --más de treinta años trabajando por la educación de este país y disfrutando con ello a pesar de todo--, Jose Antonio, Pilar y Pepe --recuerdos de mi paso por Marruecos--, Javier, Antonio, Ángeles, Blanca, Jose Luis y Pilar --trabajando juntos potenciamos los programas europeos en España, nos hicimos amigos, y nos convertimos en tertulianos y mucho más, añadiendo al grupo nuevas adquisiciones estupendas: Helena, Alberto y María Jesús, Carmen y Adela. Y por último, pero no menos importante, mi pianista preferido y el "sudaca" al que más quiero y respeto, Carlos.
Gracias a todos por el día de ayer. Sé que la inmensa mayoría leéis este blog, así que lo aprovecho para daros las gracias por vuestra presencia, por vuestros variados y originales regalos y, sobre todo, por vuestro cariño.
No vale eso, tu "sudaca" preferida tengo que ser yo y, en todo caso, tu "sudaco" preferido es Carlos. :) Me ha encantado tu festejo, rodeado de amigos de todas tus épocas. Te mando un gran abrazo y un beso
ResponderEliminarTe echamos de menos.
EliminarSiento no haber sido uno de los "elegidos de los dioses" que te acompañaron en la celebración de tu cumpleaños. No pudo ser, pero sabes que no olvido los años que pasamos en Estados Unidos abriendo brecha para este país del que entonces nos sentíamos razonablemente orgullosos. Mucha ilusión, mucho trabajo, muchas sorpresas, mucho aprendizaje, algunos sinsabores. Un placer compartirlos contigo. Gracias. Carmen
ResponderEliminarEso nunca se me va a olvidar sobre todo porque me permitió gozar de tu amistad. Y de la de otras como Lola, que ya te adelanto que estara en la cena que organizaremos el 4 de octubre.
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