Nos levantamos a las seis de la mañana y, tras desayunar, nos pusimos en camino hacia el Mekong donde abordamos un fuera borda típico de Tailandia: un "long tail boat" o barco de cola larga. Se trata de un barco tradicional de madera, que puede medir desde tres metros hasta 30, al que le han añadido un motor de coche o camión. Como el motor no se puede incorporar al casco, por no ser muy profundo, va anclado en un extremo del barco, como un fuera borda, y unido a una larga hélice que le permite pilotar sin necesidad de timón. Son extremadamente populares en Tailandia y un invento muy práctico, pues evita el trabajo de remar y se adapta perfectamente a la escasa profundidad de muchos ríos tailandeses.
Se utilizan frecuentemente como taxis o barcos de paseo, como el que dimos nosotros.
El barco nos llevó hasta la tribu Karen que habita en las orillas del río y se dedica a la elaboracion de artesanías y al entrenamiento de elefantes para el trabajo en la selva.
Tras el maravilloso paseo por el río, con ese ambiente tranquilizador que se respira atravesando sus aguas, nos recogió de nuevo nuestro coche y nos dirigimos hacia el templo "Blanco". una creación arquitectónica que podría haber salido de un estudio Disney.
En una primera impresión recordaba a nuestro Gaudí, pero en hortera, aunque visto más de cerca era una especie de tarta de chocolate blanco con forma de iglesia. Estaba diseñada por un reconocido artista tailandés, Rohn Khun, que quiso dejar su impronta personal en este templo.
Recuperados de la impresión, volvimos al coche para un camino precioso de tres horas por las montañas que nos conduciría a Chiang Mai.
Aprovechamos el recorrido para visitar un taller de artesanias, especialmente de trabajos en seda, que me impresionó muy gratamente. Pudimos ver todo el proceso que va desde el gusano de seda hasta las telas multicolores o los cuadros tejidos en seda: el trabajo de meses del artista.
También atravesamos poblados donde pudimos apreciar la vida de los campesinos, sus campos de arroz y sus animales domésticos --gallos, gallinas, cerdos--, sus condiciones de vida. Casas levantadas sobre pilares con una sola habitación, sin camas, sin colchones (suelen dormir sobre el suelo o una esterilla), con una cocina exterior mínima.
Se utilizan frecuentemente como taxis o barcos de paseo, como el que dimos nosotros.
El barco nos llevó hasta la tribu Karen que habita en las orillas del río y se dedica a la elaboracion de artesanías y al entrenamiento de elefantes para el trabajo en la selva.
Tras el maravilloso paseo por el río, con ese ambiente tranquilizador que se respira atravesando sus aguas, nos recogió de nuevo nuestro coche y nos dirigimos hacia el templo "Blanco". una creación arquitectónica que podría haber salido de un estudio Disney.
En una primera impresión recordaba a nuestro Gaudí, pero en hortera, aunque visto más de cerca era una especie de tarta de chocolate blanco con forma de iglesia. Estaba diseñada por un reconocido artista tailandés, Rohn Khun, que quiso dejar su impronta personal en este templo.
Recuperados de la impresión, volvimos al coche para un camino precioso de tres horas por las montañas que nos conduciría a Chiang Mai.
Aprovechamos el recorrido para visitar un taller de artesanias, especialmente de trabajos en seda, que me impresionó muy gratamente. Pudimos ver todo el proceso que va desde el gusano de seda hasta las telas multicolores o los cuadros tejidos en seda: el trabajo de meses del artista.
También atravesamos poblados donde pudimos apreciar la vida de los campesinos, sus campos de arroz y sus animales domésticos --gallos, gallinas, cerdos--, sus condiciones de vida. Casas levantadas sobre pilares con una sola habitación, sin camas, sin colchones (suelen dormir sobre el suelo o una esterilla), con una cocina exterior mínima.
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