sábado, 12 de diciembre de 2015

Reflexiones sobre Tailandia

Diferentes aspectos de mi viaje a Tailandia me han llamado la atención y me gustaría resaltarlos:

- La amabilidad de sus gentes. El trato que hemos recibido en todas partes ha sido excelente: en los hoteles, restaurantes y taxis, o por la calle cuando hemos necesitado algo. Siempre nos han ayudado. Ese gesto -juntar las manos a la altura del pecho y bajar la cabeza en forma de saludo- tan frecuente, es una buena representación de la amabilidad del pueblo tailandés.

 - Su nivel de desarrollo. Bastantes coches, no solo en las grandes ciudades, buenas carreteras y buen servicio de wifi en todos los hoteles. Vimos muchos detalles que acreditaban un nivel relativamente alto de desarrollo, entre ellos, por desgracia, la contaminación en Bangkok. Como era de esperar, hubo hasta carteles publicitarios de Cristiano Ronaldo.

- La religión. Está muy presente en la vida cotidiana. Hemos visitado numerosos templos y pagodas y y en todos ellos hemos visto a fieles rezando y haciendo ofrendas y donaciones. También hemos comprobado el poder de la religión en el lujo que dominaba y el color dorado que prevalecía en todos ellos.

- El respeto al rey. Hay fotografías del rey por todas partes, y se tiene la sensación de que lo están no tanto por obligación como por respeto y cariño a la figura del actual rey. Por lo que nos ha contado algún guía, no parece que su hijo cuente con la misma consideración.

- El papel de la mujer. Hemos visto mujeres ocupándose de muy diferentes tareas: trabajando en el campo, vendiendo en los mercados cualquier cosa que tuvieran, desplazándose por la ciudad en moto o trabajando en tiendas. Da la impresión de que la mujer está incorporada a la vida productiva y de que existe colaboración masculina en las tareas domésticas.

- La comida. Excelente, variada y muy saludable. Hemos comido en sitios muy diversos: en la calle un "hot pot" que nos costó 5$ para los cuatro o en restaurantes más occidentalizados como Casa Diverso en Chiang Mai. Siempre ha sido bastante barato para precios europeos. Nos ha encantado el "pad Thai" y no tanto el "sticky rice".

- Conducen por la izquierda, lo que, junto a un cierto caos circulatorio en general, convierten el caminar por las grandes ciudades en una aventura. Pero el carácter pacífico de los ciudadanos nos hace pensar que, a pesar del aparente desorden, tampoco se producen tantos accidentes.

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