Quiero iniciar este post pidiendo disculpas a mis sufridos lectores por la continua presencia del ministro Wert en ellos. Lo siento de veras, pero es que raro es el día en que la palabrería del ministro --¡y mira que habla este tertuliano devenido en ministro de educación!-- no me indigna y me obliga a dedicarle uno de estos comentarios.
Ayer, entre otras lindezas, soltó lo siguiente. "No hay discurso más demagógico que aquel que intenta oponer la exigencia de rendimiento a la equidad". Ministro, hablemos de demagogia, aunque no sea fácil hacerlo con alguien tan experto como Ud. en el tema. ¿No es, precisamente, demagogia pedir exigencia académica sólo a unos (los desfavorecidos) y no a otros (los que se pueden pagar los estudios) y, encima, hablar de equidad? Pongamos un ejemplo sencillo para entendernos: un estudiante puede entrar en la universidad habiendo aprobado la prueba de ingreso con un 5, puede tardar seis o siete años en hacer una carrera de cuatro, puede suspender varias veces diferentes asignaturas... sólo necesita que sus padres tengan el dinero suficiente para pagar los gastos que esto origina (no nos olvidemos que el ochenta por ciento de estos gastos los sufraga el Estado); otro estudiante necesita tener un 5,5 para ingresar en la universidad (hasta hace unos días iba a ser un 6,5), tiene que aprobar cada año entre el 80 y 100 por 100 de las materias y obtener una media entre el 6 y el 6,5, según la carrera, porque su familia no puede pagarle los estudios y necesita una beca para poder acceder a ellos. ¿Afecta a la equidad su "exigencia de rendimiento", señor Wert?
Conozco bien la respuesta que me daría el ministro a esa pregunta: Claro que no afecta a la equidad porque si la familia tiene medios económicos tiene el derecho a ir a la universidad, y si no puede pagar, el estudiante tendrá que hacer un esfuerzo suplementario para ganarse el derecho. Esta es la equidad del embudo que practica este gobierno.
Y lo más sangrante es que los resultados de los becarios universitarios españoles están por encima de la media, no solo de los resultados de los estudiantes no becarios, sino incluso de los estudiantes becarios europeos.
Y por si nos queda alguna duda del pensamiento Wert, aquí tenemos otra perla:"Las becas no son limosnas". Efectivamente, Sr. Wert, las becas no son una limosna sino la manera de ejercitar el derecho a la educación de los ciudadanos más desfavorecidos. Lo mismo que no es una limosna el derecho a una sanidad pública gratuita y de calidad. Eso es lo que los mandatarios que nos gobiernan piensan: confunden los derechos con limosnas que se dan cuando uno se siente generoso o cuando las "condiciones" lo permiten. Por eso han decidido que van a acabar con las "limosnas", excepto las que se dan a la Iglesia, que las aumentan.
Muchas gracias.
Ayer, entre otras lindezas, soltó lo siguiente. "No hay discurso más demagógico que aquel que intenta oponer la exigencia de rendimiento a la equidad". Ministro, hablemos de demagogia, aunque no sea fácil hacerlo con alguien tan experto como Ud. en el tema. ¿No es, precisamente, demagogia pedir exigencia académica sólo a unos (los desfavorecidos) y no a otros (los que se pueden pagar los estudios) y, encima, hablar de equidad? Pongamos un ejemplo sencillo para entendernos: un estudiante puede entrar en la universidad habiendo aprobado la prueba de ingreso con un 5, puede tardar seis o siete años en hacer una carrera de cuatro, puede suspender varias veces diferentes asignaturas... sólo necesita que sus padres tengan el dinero suficiente para pagar los gastos que esto origina (no nos olvidemos que el ochenta por ciento de estos gastos los sufraga el Estado); otro estudiante necesita tener un 5,5 para ingresar en la universidad (hasta hace unos días iba a ser un 6,5), tiene que aprobar cada año entre el 80 y 100 por 100 de las materias y obtener una media entre el 6 y el 6,5, según la carrera, porque su familia no puede pagarle los estudios y necesita una beca para poder acceder a ellos. ¿Afecta a la equidad su "exigencia de rendimiento", señor Wert?
Conozco bien la respuesta que me daría el ministro a esa pregunta: Claro que no afecta a la equidad porque si la familia tiene medios económicos tiene el derecho a ir a la universidad, y si no puede pagar, el estudiante tendrá que hacer un esfuerzo suplementario para ganarse el derecho. Esta es la equidad del embudo que practica este gobierno.
Y lo más sangrante es que los resultados de los becarios universitarios españoles están por encima de la media, no solo de los resultados de los estudiantes no becarios, sino incluso de los estudiantes becarios europeos.
Y por si nos queda alguna duda del pensamiento Wert, aquí tenemos otra perla:"Las becas no son limosnas". Efectivamente, Sr. Wert, las becas no son una limosna sino la manera de ejercitar el derecho a la educación de los ciudadanos más desfavorecidos. Lo mismo que no es una limosna el derecho a una sanidad pública gratuita y de calidad. Eso es lo que los mandatarios que nos gobiernan piensan: confunden los derechos con limosnas que se dan cuando uno se siente generoso o cuando las "condiciones" lo permiten. Por eso han decidido que van a acabar con las "limosnas", excepto las que se dan a la Iglesia, que las aumentan.
Muchas gracias.