jueves, 19 de mayo de 2011

Educación para todos en igualdad de condiciones

Esta mañana leía la siguiente noticia educativa: Tanya McDowell, una madre de Connecticut (Estados Unidos), tenía que responder ante un juez de un delito por haber mentido a la hora de matricular a su hija de cinco años en la escuela pública. Una historia similar ocurrió, a principios de año, con Kelley Williams-Bolar, una madre de Ohio, que actualmente está en prisión por esa misma causa.

En Estados Unidos, cada niño va a la escuela pública que le corresponde según el domicilio en que vive. Y los fondos que permiten el funcionamiento de esa escuela provienen de los impuestos que pagan los ciudadanos por sus viviendas. Este sistema conduce a que haya diferencias notables entre las escuelas de una zona y otra.

Ambos casos han originado una fuerte polémica en Estados Unidos sobre qué debe predominar, lo que indica la Constitución - derecho a la educación para todos en igualdad de condiciones- o lo que establece el sistema educativo: vas a la escuela que determina tu distrito postal.

Al calor de esta discusión, se han recordado algunas decisiones históricas de la Corte Suprema de Estados Unidos relativas a la educación, especialmente las redactadas por Thurgood Marshall, el primer afroamericano que accedió a la Corte Suprema.  Cómo he disfrutado leyéndolas.  Creo que son extraordinariamente actuales en nuestro país.  Me voy a permitir reproducir algunas:

* " La educación es, quizás, la función más importante de los gobienos estatales y locales".
* "Sin un acceso igualitario a una educación de alta calidad, la democracia no funciona".
* "La educación afecta directamente a la capacidad de los jóvenes de ejercer sus derechos".
* "Existe una relación sustancial entre la educación que se recibe y las garantías de la Constitución".

Son todas frases de sentencias escritas por Thurgood Marshall hace más de cincuenta años pero que tienen rabiosa actualidad en nuestro país, donde la educación está a la cola de las prioridades de los gobiernos, donde a la hora de recortar presupuesto es el primer sitio al que se acude y donde las diferencias entre centros educativos, públicos y privados, - e incluso entre los públicos- son alarmantes.

El problema no es que uno tenga que llevar a su hijo a la escuela más cercana a su domicilio, que es algo razonable y positivo desde el punto de vista de la socialización del alumno, sino que la escuela que te corresponda no reuna las condiciones adecuadas. No se trata, pues, de favorecer la libertad de elección de centro de los padres sino de asegurar que todos los centros, estén donde estén, reunan las mismas condiciones de calidad educativa.  Ese es el objetivo.

Muchas gracias.

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