miércoles, 18 de mayo de 2011

Dominique Srauss-Kahn y el movimiento 15-M

Llevamos unos días en que la portada de los periódicos la llena el mismo personaje: Dominique Strauss-Kahn. Y en algun rinconcito de esa misma portada nos encontramos con la información sobre las acciones que el movimiento 15-M viene desarrollando en diferentes ciudades españolas. ¿Casualidad?, ¿coincidencia?, ¿relación?

Uno de los hombres más influyentes del mundo, uno de los políticos más conocidos internacionalmente, posible presidente de Francia si no hubiera ocurrido el "incidente" de Nueva York, un político con un fuerte perfil de banquero, vive estos días en una celda de 12 metros cuadrados. ¡La noticia impresiona!
Suponiendo que sean ciertas las acusaciones presentadas por la camarera del hotel, que da toda la impresión de que deben tener buen fundamento -al menos así lo ha considerado la juez que lo ha encarcelado-, uno se pregunta cómo es posible que una persona que lo tiene todo (y también los medios para satisfacer su apetito sexual, si eso es un problema), puede actuar de semejante manera. Para mí no hay más que una explicación: ¡¡¡PODER!!!

Estos políticos acostumbrados a tomar decisiones que afectan a millones de personas sin, desgraciadamente, tener en cuenta el efecto que va a suponer sobre sus vidas, están tan convencidos de su poder que piensan que pueden hacer todo, que el mundo está hecho para que ellos lo cojan cuando quieran y como quieran. Solo esa inmensa sensación de poder puede cegar a una persona inteligente y llevarle a actuar como un idiota.

No queremos a esos políticos. Ese es uno de los lemas del movimiento 15-M y yo estoy de acuerdo.

Si, por el contrario, aceptando la presunción de inocencia, admitimos que Strauss-Kanhn es inocente y todo ha sido un montaje para desprestigiarle --Sarkozy y compañía u otros posibles enemigos politicos--, tampoco queremos a esos políticos que por estar en el poder son capaces de ensuciar todo lo que se les ponga por delante.

Ya sé que hay poltícos decentes, y yo conozco a muchos, pero ¿por qué se callan, por qué siguen mirando para otro lado? ¿El silencio no es una forma de complicidad?

Esta democracia no nos gusta y es justo que nos indignemos.

Muchas gracias.

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