Este fin de semana largo -Semana Santa- "el grupo de Casablanca" nos vamos a reunir en Zaragoza.
Quién me iba a decir a mí, en 1999, cuando acepté irme en comisión de servicios por un año a Casablanca, que esa decisión iba a ser tan decisiva para mi futuro.
Los cuatro años que pasé en esa ciudad, a continuación de la comisión de servicios, han sido para mí extraordinarios, tanto desde el punto de vista profesional, como sobre todo personal. El grupo que allí se formó, trabajando para la mejora del Instituto Juan Ramón Jiménez, se consolidó de tal forma que -unos cuantos años después- seguimos viéndonos regularmente y disfrutando de la convivencia.
En esta ocasión en Zaragoza. Ciudad que mí me trae siempre buenos recuerdos. Fue allí donde estudié parte de mi carrera universitaria, y siempre disfruto reconociendo antiguos lugares.
Allí corrí por primera vez ante los grises, en la primera manifestación antifranquista que se "celebró" en la ciudad. Allí dí mis primeros pasos como militante de izquierdas, fundando con otros compañeros la Asociación Democrática de Estudiantes de Zaragoza (A.D.E.Z.).
Nunca podré olvidar mis partidas de rabino, tomándome un café después de comer en el sitio más barato que existía entonces. O mis paseos a la universidad, o esas mañanas en que, llevado por una chica catalana que me gustaba, bailaba sardanas en la plaza del Pilar.
He estado muchos años sin ir a Zaragoza, pero siempre que vuelvo la disfruto mucho. Aunque la ciudad ha cambiado, para mejor, hay sitios que siguen manteniendo su encanto, el "tubo", o un café en "El Plata".
Si a estos gratos recuerdos le añadimos la presencia de mis queridos "casablanqueses", no hay duda de que la próxima parada va a ser muy agradable y divertida.
Muchas gracias.
Quién me iba a decir a mí, en 1999, cuando acepté irme en comisión de servicios por un año a Casablanca, que esa decisión iba a ser tan decisiva para mi futuro.
Los cuatro años que pasé en esa ciudad, a continuación de la comisión de servicios, han sido para mí extraordinarios, tanto desde el punto de vista profesional, como sobre todo personal. El grupo que allí se formó, trabajando para la mejora del Instituto Juan Ramón Jiménez, se consolidó de tal forma que -unos cuantos años después- seguimos viéndonos regularmente y disfrutando de la convivencia.
En esta ocasión en Zaragoza. Ciudad que mí me trae siempre buenos recuerdos. Fue allí donde estudié parte de mi carrera universitaria, y siempre disfruto reconociendo antiguos lugares.
Allí corrí por primera vez ante los grises, en la primera manifestación antifranquista que se "celebró" en la ciudad. Allí dí mis primeros pasos como militante de izquierdas, fundando con otros compañeros la Asociación Democrática de Estudiantes de Zaragoza (A.D.E.Z.).
Nunca podré olvidar mis partidas de rabino, tomándome un café después de comer en el sitio más barato que existía entonces. O mis paseos a la universidad, o esas mañanas en que, llevado por una chica catalana que me gustaba, bailaba sardanas en la plaza del Pilar.
He estado muchos años sin ir a Zaragoza, pero siempre que vuelvo la disfruto mucho. Aunque la ciudad ha cambiado, para mejor, hay sitios que siguen manteniendo su encanto, el "tubo", o un café en "El Plata".
Si a estos gratos recuerdos le añadimos la presencia de mis queridos "casablanqueses", no hay duda de que la próxima parada va a ser muy agradable y divertida.
Muchas gracias.
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