jueves, 17 de noviembre de 2011

Carta desesperada a Alfredo Pérez Rubalcaba

Querido Alfredo:

Faltan poco más de dos días para la hora de la verdad, y quiero suponer que, a pesar de tu ánimo optimista y de los esfuerzos que has desarrollado --y que seguirás haciendo los dos días que quedan--, debes estar algo alicaído, pues las encuestas siguen mostrando su cara más odiosa.

Sé que eso a ti no te va a parar pues eres un corredor de fondo, y lo has demostrado muchas veces, pero aun así no debes estar pasándolo muy bien. Y la verdad es que me duele. Por tí, a quien aprecio y valoro mucho, y por el proyecto político que representas, con el que he colaborado durante tantos años.

Hace unos días te escribí sugiriéndote autocrítica, reconocer los errores cometidos por el gobierno de esta última legislatura. Sólo con un primer paso de autocrítica podrás volver a ganar la confianza de tantos votantes del partido socialista a quienes estos errores nos han separado, al menos momentáneamente, del proyecto socialista. 

He visto que has empezado a proponer caminos diferentes para resolver la crisis, que te molesta que te pregunten por lo realizado durante tu etapa de gobierno; he notado que has iniciado un proceso de rectificación, ligero, desde luego, y en mi opinión, insuficiente.

Insuficiente, en primer liugar, porque no se produce como consecuencia de una reflexión sobre lo realizado, de un proceso de asunción de los errores cometidos. Insuficiente porque el proceso de deterioro creado por la crisis no para, ya que no se toman medidas para frenarlo. Al contrario, todo lo que se viene haciendo en Europa, encabezada y dirigida por Merkel y Sarkozy, ayuda a que la crisis se extienda y se haga más profunda. Se empezó con Grecia, se tomaron "medidas", y a continuación cayeron Portugal e Irlanda; después los "mercados" se han cebado con Italia. Y actualmente doce de los diecisite países del euro están amenazados, incluida Francia. ¿Cuál será el final si seguimos por este camino?

Nada de lo que se está haciendo es creible. Ha llegado el momento de dar el puñetazo en la mesa y decir "hasta aquí hemos llegado". Están empobreciendo nuestros países, no solo hoy sino para muchos años; están empobreciendo nuestras industrias y nuestras economías domésticas, y todo ello con el fantasma de que los bancos y los mercados no pueden quebrar. ¡Pues que quiebren! Han conseguido convencernos de que lo que es una actividad financiera especulativa (y especular quiere decir, no lo olvidemos, asumir riesgos, ganar a veces y perder otras) se convierta en un negocio seguro y potente.

Hay que parar todo esto y ponerlo en manos de los ciudadanos. No podemos seguir siendo un pueblo asustado "por los mercados".  El miedo --también el económico-- nos quita la libertad.

La izquierda europea tiene la responsabilidad de dar respuesta a esta nueva situación creada: estamos ante un cambio de ciclo que requiere soluciones políticas nuevas que los ciudadanos entiendan y compartan.
Eso es lo que, en mi modesta opinión, deberías hacer.

Alfredo, tienes en ello una gran responsabilidad y tienes la opción de liderar ese cambio. Plantéaselo así a los ciudadanos y seguramente muchos más te votaremos.

Muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario