domingo, 27 de noviembre de 2011

Tremenda decepción

Este fin de semana se ha celebrado el Comité Federal del PSOE en el que se ha confirmado la convocatoria del Congreso Ordinario del partido para el mes de febrero y en el que, una vez más, no se ha oido ni una palabra autocrítica. Se ha vuelto a insistir machaconamente en que la única razón motivadora del desastre electoral ha sido la crisis económica. ¡Tremendo error y tremenda decepción!  Somos muchísimos votantes socialistas los que hemos dejado de serlo en esta ocasión porque estamos convencidos de que ha habido una mala gestión de la crisis económica por parte del gobierno.

¿Alguien puede creer, de buena fe, que cuatro millones y medio de españoles hemos dado la espalda al PSOE, conscientes de que ha actuado correctamente en la solución de la crisis? ¿No es más lógico pensar que la razón de esa desafección tiene que ver con la manera en que se ha abordado la crisis, y no sólo con los efectos de ella? Claro que la crisis, con sus casi cinco millones de parados, forma parte de las razones que han llevado al PSOE a su mayor fracaso electoral, pero no es la única ni probablemente la más importante.

Y lo que es peor aún es pensar que el futuro, la salida de este desastre, se puede construir sobre las mismas bases que nos han llevado a la derrota. Lo siento, querido Alfredo, pero ni el programa electoral --ni probablemente tu persona-- son ahora el camino a seguir.

Esta mañana en el periódico EL PAÍS, Josep Ramoneda afirmaba que "el PSOE en este momento no tiene ni organización, ni proyecto, ni ideología". Es una de las afirmaciones más duras que he leido en los últimos tiempos pero tengo que reconocer que estoy de acuerdo con ella. 

No tiene organización porque el poder absoluto adquirido por Zapatero en estos años, y su desastrosa y volatil política de nombramientos, la han destrozado, así como la estructura de la administración nacional, autonómica y local. ¿Qué van a hacer ahora esos 5.000 cargos que se supone se han quedado sin funciones entre las elecciones de mayo y las de ahora? ¿Qué ha pasado con la generación de dirigentes políticos que Zapatero se ha encargado de ir quemando con su política de nombramientos?

No tiene tampoco proyecto porque el desarrollado para la campaña electoral --que se pretende que sea la base de la futura oposición-- ya han demostrado las urnas su validez. Y porque un programa de futuro sólo puede surgir como consecuencia del análisis de los errores cometidos.

Y no tiene ideología porque durante estos últimos ocho años lo que ha privado en la gestión socialista han sido las ocurrencias de Zapatero, el practicismo más miope y el marketing político. Así se ha ido vaciando de ideología socialdemócrata al partido.

Una catársis es lo que se necesita. Si se produce los resultados serán positivos a corto plazo. La situación económica, desgraciadamente, no parece que vaya a mejorar en el futuro inmediato; lo que Rajoy va a hacer ya sabemos lo que es (lo que le manden los mercados y los grandes bancos), y si el partido socialista fuese capaz de recuperar su organización, su proyecto y su ideología, la travesía del desierto no sería tan larga ni tan dura.

Acercarse a los ciudadanos, oirles, pedirles opinión, no tener miedo a reconocer errores, es un camino para que el próximo congreso no sea un fiasco y una losa que deje al partido socialista en la oposición una larga temporada.

Muchas gracias.  

jueves, 17 de noviembre de 2011

Carta desesperada a Alfredo Pérez Rubalcaba

Querido Alfredo:

Faltan poco más de dos días para la hora de la verdad, y quiero suponer que, a pesar de tu ánimo optimista y de los esfuerzos que has desarrollado --y que seguirás haciendo los dos días que quedan--, debes estar algo alicaído, pues las encuestas siguen mostrando su cara más odiosa.

Sé que eso a ti no te va a parar pues eres un corredor de fondo, y lo has demostrado muchas veces, pero aun así no debes estar pasándolo muy bien. Y la verdad es que me duele. Por tí, a quien aprecio y valoro mucho, y por el proyecto político que representas, con el que he colaborado durante tantos años.

Hace unos días te escribí sugiriéndote autocrítica, reconocer los errores cometidos por el gobierno de esta última legislatura. Sólo con un primer paso de autocrítica podrás volver a ganar la confianza de tantos votantes del partido socialista a quienes estos errores nos han separado, al menos momentáneamente, del proyecto socialista. 

He visto que has empezado a proponer caminos diferentes para resolver la crisis, que te molesta que te pregunten por lo realizado durante tu etapa de gobierno; he notado que has iniciado un proceso de rectificación, ligero, desde luego, y en mi opinión, insuficiente.

Insuficiente, en primer liugar, porque no se produce como consecuencia de una reflexión sobre lo realizado, de un proceso de asunción de los errores cometidos. Insuficiente porque el proceso de deterioro creado por la crisis no para, ya que no se toman medidas para frenarlo. Al contrario, todo lo que se viene haciendo en Europa, encabezada y dirigida por Merkel y Sarkozy, ayuda a que la crisis se extienda y se haga más profunda. Se empezó con Grecia, se tomaron "medidas", y a continuación cayeron Portugal e Irlanda; después los "mercados" se han cebado con Italia. Y actualmente doce de los diecisite países del euro están amenazados, incluida Francia. ¿Cuál será el final si seguimos por este camino?

Nada de lo que se está haciendo es creible. Ha llegado el momento de dar el puñetazo en la mesa y decir "hasta aquí hemos llegado". Están empobreciendo nuestros países, no solo hoy sino para muchos años; están empobreciendo nuestras industrias y nuestras economías domésticas, y todo ello con el fantasma de que los bancos y los mercados no pueden quebrar. ¡Pues que quiebren! Han conseguido convencernos de que lo que es una actividad financiera especulativa (y especular quiere decir, no lo olvidemos, asumir riesgos, ganar a veces y perder otras) se convierta en un negocio seguro y potente.

Hay que parar todo esto y ponerlo en manos de los ciudadanos. No podemos seguir siendo un pueblo asustado "por los mercados".  El miedo --también el económico-- nos quita la libertad.

La izquierda europea tiene la responsabilidad de dar respuesta a esta nueva situación creada: estamos ante un cambio de ciclo que requiere soluciones políticas nuevas que los ciudadanos entiendan y compartan.
Eso es lo que, en mi modesta opinión, deberías hacer.

Alfredo, tienes en ello una gran responsabilidad y tienes la opción de liderar ese cambio. Plantéaselo así a los ciudadanos y seguramente muchos más te votaremos.

Muchas gracias.

martes, 15 de noviembre de 2011

Escenas washingtonianas

Conforme me adentraba en la sala, el olor se iba haciendo más penetrante y, a la vez, más reconocible. Impregnaba todo el espacio y te permitía identificar el lugar en el que te encontrabas. No había ninguna duda, sólo existe un país donde se produce ese olor. Ya estaba en Estados Unidos, concretamente en Washington, aunque podía ser cualquier otra ciudad americana.

Quien no haya estado en Estados Unidos se preguntará en qué consiste ese extraño olor que tan claramente identifica a un pais, pero quien ya conoce USA sabe, igual que yo, que estoy hablando del olor de la "comida basura", de esa mezcla de olores provinientes de los "hot-dogs", las hamburguesas, y el pollo recalentado.

Es un olor que nos encontramos por todas partes donde pueda haber concentración de personas: los aeropuertos (es lo primero que percibimos al entrar en EEUU), en los "malls", en los campos de deportes...
Paseando por cualquier calle nos puede llegar ese aroma tan peculiar.

Es curioso, porque en todas partes huele igual, no importa que sea el este o el oeste, el norte o el sur, una gran ciudad o un pequeño pueblo; siempre nos encontraremos con el aroma americano. Y nos lo encontramos no sólo por todas partes sino a todas horas. Porque en Estados Unidos se come a todas horas, nunca sabe uno si la gente está desayunando, comiendo o cenando; lo hacen en cualquier momento y pueden tomar lo mismo en cualquiera de las comidas, por lo que el olor es permanente.

Pero además, te lo encuentras en cualquier sitio, pues el norteamericano, además de comer a cualquier hora, come en cualquier sitio. En los parques, por la calle, en las tiendas --excepto en las que ponen en la puerta expresamente que no se puede comer-- en los centros de trabajo, en los coches; sentados en el suelo, de pié, mientras conducen.

En todo momento y lugar comen, y en todo momento y lugar nos acompaña ese olor tan penetrante a comida. Sentir ese olor es la prueba más palpable de que estamos en Estados Unidos.

Siempre me han gustado los olores como medio para reconocer un país. Casi todos los países tienen olores propios, unos más y otros menos, pero ninguno es tan poderoso y tan extendido como el olor de su "junk food" en Estados Unidos.

¿No es gracioso reconocer al país más poderoso del mundo por el olor de su comida, precisamente "comida basura"?

Muchas gracias.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Dónde están los políticos?

Uno que fue marxista desde su más tierna infancia, siempre creyó que la economía era el factor dominante en la sociedad; la estructura económica determinaba las clases, y por ende, la vida de las personas. Pero también creía, y me gustaría seguir creyendo, que la política permitía modificar esa situación, bien fuese a través de una política revolucionaria --capaz de transformar radicalmente la estructura social-- o de una política reformista --socialdemócrata la llamaríamos-- que permitia hacer reformas y dirigir la sociedad en un cierto sentido.

Los acontecimientos que venimos viviendo en los últimos años han dejado como único protagonista a los mercados. El dinero, el capital que diría Marx, se ha hecho global, internacional, actúa allí donde ve mayor rentabilidad, y destroza sociedades y gobiernos.

La experiencia de estos días en Europa es muy significativa, pues el capital no sólo ha derrocado dos gobiernos legitimamente elegidos por sus ciudadanos (mal que nos pese en el caso de Berlusconi) sino que además ha exigido que se ponga al frente del nuevo gobierno a uno de los suyos, es decir, a un economista que comulgue con el predominio del dinero y que no ponga ningún reparo a sus planes por duros que sean para la ciudadanía.

¿De qué sirven pues la elecciones? ¿Cómo podemos no estar de acuerdo con los indignados del 15 M, cuando afirman que los políticos no nos representan? ¿Cómo hemos podido llegar a esta situación?
Estamos pagando las consecuencias de las acciones de unos políticos, desde la Thatcher pasando por Reagan, Bush o los Merkozy, que han llevado tan lejos su papel de lacayos del gran capital que éste ya no los necesita y los va a despedir.

En su afán de mantenerse en el poder, que es casi lo único que hoy preocupa a los políticos, han llegado al extremo de ser tan obedientes y sumisos a las órdenes que recibían que han cavado su propia tumba.
Estamos en una situación tan difícil que sólo la acción de la ciudadanía, rebelándose ante ella, puede abrirnos el camino a la superación. Hay que enfrentar a los políticos con esta realidad, de que se están cavando su propia tumba. Hay que hacerles ver que la situación ha cambiado radicalmente, que la democracia tiene que cambiar para adaptarse a la nueva realidad de un mundo globalizado, que los partidos tal como hoy están estructurados son muertos vivientes que se convertirán en polvo ante el próximo soplido de los mercados.
Y a nosotros, los ciudadanos, nos toca protagonizar ese cambio, exigirlo, porque en ello nos va nuestra propia supervivencia como ciudadanos libres, dignos y críticos.

Muchas gracias.

martes, 8 de noviembre de 2011

Votar por correo: misión imposible

Desde que Zapatero decidió convocar elecciones el 20 de noviembre, yo ya sabía que no estaría en Madrid sino en USA, donde estoy ahora, y que, por tanto, si quería votar debería hacerlo por correo. Como sí quiero votar --no están los tiempos para perder votos--, hace aproximadamente un mes me acerqué a una oficina de correos y realicé todas las gestiones para que me mandaran las papeletas para ello.  El tiempo pasaba y, de hecho, pasó tanto que el lunes 7 de noviembre (tres días antes de que finaliza el plazo para votar por correo) me tuve que venir a Estados Unidos sin haber recibido las dichosas papeletas. Me enteré de que, por no sé que extraña razón, Correos no empezaba a mandar las cartas hasta el 31 de octubre.  Y como todos sabemos, Correos no es una empresa que se caracterice por su eficacia, con lo que una semana para que una carta llegue de Madrid a Madrid parece que es insuficiente. Total que me he quedado sin votar, la primera vez desde que la instauración de la democracia me permitió hacerlo.

Pero mi caso no es único. Tengo una buena amiga que este año está fuera de España por razones de trabajo. Y que también queria votar. Fue al consulado español  de la ciudad francesa en la que reside, en cuanto se enteró de que habría elecciones anticipadas.  Quiso inscribirse en el Censo Español de Residentes Ausentes (CERA) y así poder votar desde su lugar de residencia. En el consulado, otra institución que no se caracteriza precisamente  por su eficacia, después de confundirla con todo tipo de informaciones contradictorias, terminaron por asegurarle que no había tiempo suficiente para realizar la gestíon de cambio en el censo. Conclusión: que tenía que quedarse sin poder votar.

No sé si somos muchos los que, por unas razones o por otras, nos quedamos sin votar, y tampoco sé si eso  nos pasa solo a los votantes de izquierda.  Esos miles de votos que llegaban siempre a Galicia apoyando a Fraga de la emigración en Argentina, ¿habrán llegado puntualmente a su destino?

Lo cierto es que la ineficacia o la burocracia, o ambas dos, me han impedido ejecer mi derecho al voto, una de las pocas posibilidades de participar en la vida democrática que aún nos queda. ¿A quién reclamo?

Muchas gracias.

sábado, 5 de noviembre de 2011

La educación en el programa del Partido Popular (2)

Esta mañana Mariano Rajoy en un mitin en Leganés, después de explayarse sobre sus propuestas en relación con la educación y la sanidad, se dirigía a Esperanza Aguirre para decirle: "Lo habeis hecho muy bien. ¡Enhorabuena!" Lo que se ha venido haciendo en Madrid, y que ha motivado ya siete jornadas de huelga del profesorado, es el modelo que nos espera para toda España si gana el Partido Popular. Si alguien tenía alguna duda, si alguien pensaba que lo de Madrid era una "ocurrencia" de Esperanza Aguirre y de la kamikaze Lucía Figar, y que la política educativa del PP era otra cosa, Rajoy se ha ocupado de disipar esas dudas. Harán en toda España lo que se está haciendo en Madrid. En este tema la ambigüedad calculada de Rajoy ha desaparecido y sabemos de forma precisa lo que quiere.

Esperanza Aguirre se ocupaba esta mañana de precisar más las cosas: "Mariano Rajoy y yo, puesto que los dos hemos sido ministros de Educación (de triste recuerdo, diría yo), sabemos muy bien lo que hay que hacer: "dar la vuelta por completo al sistema actual". Y de nuevo las cantinelas de siempre: el estudio, el esfuerzo, no bajar el nivel...

Desgraciadamente esos argumentos absolutamente faltos de cualquier rigor --las evidencias cientificas son las que nos deberían orientar en la reforma de nuestro sistema educativo-- son bien recibidos por un sector de la población, padres y madres que hacen suyos los valores de la educación que recibieron hace treinta años. Se trata de argumentos demagógicos, que suenan bien (¿quién no valora el estudio y el esfuerzo?) pero que ocultan una carga ideológica tremenda de carácter elitista y de desprecio a la educación de calidad para todos, que el Partido Popular --de palabra-- también propugna.

Siguiendo con el análisis del programa educativo del Partido Popular que inicié ayer, quiero señalar algunas consideraciones en relación con sus propuestas sobre la Formación Profesional.  La más destacable es que recupera la posibilidad de incorporarse a la Formación Profesional con quince años (que ya estaba previsto en la derogada LOCE).

Esta propuesta ilumina perfectamente las intenciones populares: a los quince años, y después de unos itinerarios selectivos en 3º de la E.S.O., los "torpes" se irán a la Formación Profesional y los "listos" entrarán en el Bachillerato de tres años. Este arreglo, además de venir muy bien para discriminar al alumnado, permitirá maquillar con gran facilidad las cifras de fracaso escolar, pues los alumnos no estarán finalizando un ciclo sino empezándolo, con lo que será más difícil el abandono.

De la Formación Profesional poco más dice el programa: bastante palabrería y nada en relación con los ciclos superiores tan importantes de cara al futuro de nuestro país.

Con respecto a las universidades, el programa habla de un "marco general de financiación que sea suficiente, estable y transparente". Bonito, sin duda, pero ¿a qué se refiere? ¿A los recortes que se vienen produciendo en todas las universidades públicas de la Comunidad de Madrid? ¿a la situación de asfixia financiera a la que están siendo sometidas?

También habla de "reformar el sistema de gobernanza", en lo que estamos totalmente de aciuerdo. Pero, ¿ofrece alguna idea, un camino para realizarlo? Ninguno. Solo palabras.

Este es el programa educativo del Partido Popular. reforzar la presencia de la escuela concertada (religiosa, principalmente), apoyándose en la libertad de elección de centro de los padres, dotandola de mayores medios y favoreciendo su demanda. En paralelo, profundizar el deterioro de la escuela pública (¿alguien ha visto a algún hijo de los cientos de miles de emigrantes marroquíes que residen en Madrid, en una escuela concertada religiosa?).

Las evidencias científicas defienden que los mejores resultados académicos se producen en las escuelas inclusivas, que una buena parte de nuestros malos resultados en las pruebas de PISA provienen de que los alumnos de procedencia social alta (mayoritariamente escolarizados en centros concertados) no obtienen los resultados esperados mientras los alumnos de procedencia social baja (mayoritariamente escolarizados en centros públicos) obtienen resultados por encima de la media europea.

Esto es lo que dicen los científicos. Cuando vayamos a votar deberíamos pensar a quién hacemos caso: a los cientificos o a los ideológos populares.

Muchas gracias.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Carta abierta a Alfredo Pérez Rubalcaba

Anoche veia en el telediario a Mariano Rajoy referirse a los cinco millones de parados con estas palabras: "¡Esto es intolerable! y desde mi sillón, y probablemente sin quererlo, movía mi cabeza con gestos afirmativos y susurraba "tienes razón".

Porque es cierto que cinco millones de parados es una situación intolerable.  También es cierto que eso se debe, en alguna medida, a una muy mala gestión de los asuntos económicos por parte del último gobierno de Zapatero. Afirmación que también hace continuamente Rajoy y, en mi opinión, con buena dosis de razón.
¿Pero de qué nos sorprendemos? ¿Desde cuando Elena Salgado y su equipo económico se han caracterizado por sus ideas socialdemócratas? Su pensamiento está más cerca de las recetas neoliberales que de los postulados keynesianos. En consecuencia, han aplicado ciegamente, y con el beneplacito de Zapatero, todo lo que venía de Bruselas. Y no nos olvidemos que hoy Bruselas es la derecha pura y dura (Merkel, Sarkozy, Durao Barroso,...)

Alfredo Pérez Rubalcaba, si quieres que los millones de desencantados con el PSOE volvamos a confiar en tí, tienes que hacer autocrítica sobre la manera en que se ha abordado la crisis económica desde el gobierno, tienes que reconocer que se han cometido errores, que has aprendido de ellos, y que planteas un camino distinto para el futuro. De lo contrario es difícil que nos creamos lo que nos propones.  Incluso habrá muchos que pensarán que para aplicar medidas económicas neoliberales, lo va a hacer mejor el Partido Popular.  Es cierto que has empezado a rectificar: ya no hablas solo de rebajar el deficit, también propones medidas para impulsar la economía desde el gobierno.  Eso es positivo pero no suficiente.

Cuando en junio te nombraron candidato dijiste algo que no puedes olvidar: que había llegado el momento de que la política (es decir, los ciudadanos) mandara sobre la economía y no, al contrario, que es lo que está pasando.  Llevar esa afirmación a la práctica -- que es fundamental-- requiere hacer autocritica y proponer un nuevo modelo de resolución de la crisis económica.  No nos basta con que nos digas que no se va a recortar en educación y salud, ya que para no recortar hace falta generar ingresos y eso exige cambiar la política económica.

Alfredo, ayúdanos a que podamos votarte: reconoce los errores, marca un nuevo camino de resolución de la crisis económica que sea creible, sigue defendiendo el estado de bienestar y abre una vía para que los partidos --y especialmente los políticos-- se acerquen a los ciudadanos y nos representen de verdad.

Tienes quince días por delante. Hay partido y tiempo de ganarlo.

Muchas gracias.

jueves, 3 de noviembre de 2011

La educación en el programa del Partido Popular

La campaña electoral empieza esta noche; llega el momento de prepararse para votar bien informados, de conocer lo que los partidos políticos nos ofrecen. Habrá algunos que ya lo tengan claro y nada necesiten, ¡suerte que tienen!. Otros como yo sí que necesitamos informarnos, y para ello solemos acudir a los programas de los partidos (bueno, ya sabemos que luego no siempre se cumplen) y, dentro de ellos, a aquellos temas que más nos interesan o afectan.

Para mí, la educación es uno de los asuntos claves y voy a hacer el esfuerzo, que espero compartir con las personas que me leeis, de analizar lo que nos proponen sobre este tema los partidos más representativos.

Empezaré hoy por el Partido Popular. Acaba de hacer público su programa electoral, "Lo que España necesita", 214 páginas de las que 20 están dedicadas a "Educación, camino de oportunidades".  En la introducción de este apartado el Partido Popular establece como líneas motrices de su propuesta educativa las siguientes:
  • Mayor exigencia académica
  • Reconocimiento del esfuerzo y el mérito
  • Dominio del inglés al final de la educación obligatoria
  • Autonomía de los centros combinada con la rendición de cuentas
Han pasado nueve años desde que el PP aprobara la LOCE, y la cantinela que ahora volvemos a escuchar es exactamente la misma que entonces. ¿Es así como se van a resolver los serios problemas que tiene nuestro sistema educativo? ¿Es así como se va a conseguir el propósito -- que ellos dicen defender-- de que "ningún alumno se quede atrás"?

Resulta especialmente interesante contrastar estas grandes líneas de actuación con las que se han aprobado a nivel europeo dentro del programa "Educación y Formación 2020", y que el Partido Popular también dice defender. Son como la noche y el día, nada tienen que ver unas y otras. 

Cuando en el programa se entra en el apartado de medidas para conseguir "una educación de calidad para todos", parece que lo ha escrito Lucía Figar, la Consejera de Educación de la Comunidad de Madrid.
Estas son las medidas más destacadas, que, como vereis, no son especialmente nuevas:
  • Recuperar los itinerarios en la E.S.O.
  • Bachillerato de tres años. Parece ser que el cuarto de la ESO se convertiría en 1º de Bachillerato, lo cual no deja de ser bastante estrambótico. ¿¿¿Se acabaría la educación obligatoria en 1º de Bachillerato o en el primer curso de formación profesional de grado medio???
  • Bilingüismo/trilingüismo desde los tres años. Bueno, esto ya sabemos lo que es; Madrid es el modelo. Se llama bilingüismo a cualquier modalidad donde se enseña en otra lengua cualquier asignatura, con profesorado no preparado, sin un trabajo previo que establezca un curriculum integrado de las diferentes lenguas y aprovechando la situación para discriminar al alumnado, ya de por sí muy discriminado, de la escuela pública.
  • Eliminar la asignatura de "Educación para la ciudadanía".
  • Pruebas de carácter nacional para el alumnado con el compromiso de publicar los resultados de los centros para hacerlos así "más competitivos", tal como se viene haciendo en Madrid, obviando las diferencias sociales que hay entre ellos y lo que esto repercute sobre los resultados académicos.
  • Centros de especialización currícular, como el "bachillerato de excelencia" creado recientemente por Esperanza Aguirre.
En una palabra, pondrán en toda España lo que ya se viene haciendo en Madrid: potenciar la enseñanza concertada ("hay que defender la libertad de elección de centro de los padres") y convertir la educación pública en residual y marginal.

Resulta curioso que en todo el programa no se hable ni una sola vez de dinero, de presupuesto, de si se va a incrementar o disminuir lo que se dedica a educación.  Si se quiere potenciar la educación de cero a tres años, por ejemplo --lo que está muy bien--, habrá que indicar cuánto dinero se va a destinar a ese apartado.

El programa del PP en educación tiene otros capítulos, uno dedicado a "la Formación Profesional para el empleo" y otro a "las universidades de excelencia" que, por no hacer demasiado larga esta entrega, abordaré en otro momento.

Muchas gracias.