miércoles, 9 de mayo de 2012

El ministro Wert o la incompetencia

La lectura esta mañana del periódico me ha proporcionado una satisfacción, cosa rara en estos tiempos que corren. El barómetro de abril del CIS colocaba al ministro José Ignacio Wert como el peor valorado de todos los ministros --hay que hacer méritos para ganar a Guindos o a Montoro--, con una puntuación de 3,19. Dicha puntuación había bajado en los tres últimos meses 1,40 puntos. Comprobaba así con satisfacción que la ciudadanía, incluidos los votantes del PP, coincidían conmigo, y yo con ellos, en la nefasta actuación del Ministro de Educación Cultura y Deporte.
No se trata solo, en este caso, de que lleve a cabo una política con la que no estoy de acuerdo sino, sobre todo, de incompetencia y prepotencia en grandes dosis. Veamos algunas muestras:
  • Es reconocido por todos los expertos que la reforma y modernización de la Formación Profesional es uno de los grandes retos a los que se enfrenta nuestro sistema educativo. Ese reto recae principalmente en el/la director/a de Formación Profesional. Consciente de ello, el ministro Wert nombró a una persona cuya única experiencia sobre el tema era "ser profesora de F.P. en un instituto" (también ser amiga de la esposa del subsecretario, pero eso se supone que es una casualidad). Cuando esta persona se sentó en el despacho se puso enferma (probablemente al ver lo que se le caía encima) y a las dos semanas dimitió. Ha nombrado a otro desconocido; veremos lo que dura y lo que es capaz de hacer.
  • La otra gran dirección general de Educación es la de Evaluación y Cooperación Territorial. Para ella nombró a Xavier Gisbert, que había sido cesado en la Comunidad de Madrid. Los profesores de esta comunidad, que le han sufrido en su etapa de director general, conocen bien su prepotencia y su incompetencia. Ha durado cuatro meses. El fin de semana pasado cesó "por razones personales" (quizás en poco tiempo conoceremos las razones reales de ese cese). No debemos preocuparnos porque nuestro "eficiente" ministro ha nombrado a otra persona, Alfonso González Hermoso de Mendoza --brillante nombre, ¿no les parece?--, que ejercía de adjunto al Viceconsejero de Infraestructuras y Transportes de la Comunidad de Madrid. Seguramente vendrá a resolver el "problema" del transporte escolar.
La falta de seriedad del Ministro a la hora de nombrar a sus más estrechos colaboradores es una manifestación palpable de su escaso interés en solucionar los problemas de la educación en nuestro país y de su desconfianza en las personas que proceden de ese mundo. El ministro Wert, para realizar su trabajo --desmantelar la educación pública--, no necesita expertos en educación (ni tan siquiera de su propio partido, que también los hay); le basta con lacayos dispuestos a cumplir sin rechistar su programa de actuación.

Esperemos que no lo consiga. De momento, el día 22  de este mes está convocada una huelga general en todos los sectores educativos, algo que hacía muchos años que no se producía. Y esto no es más que el comienzo de una larga lucha en defensa de la escuela pública y del derecho a una educación digna y de calidad para todos los ciudadanos.

Cuánta más prepotencia manifieste el ministro, cuántas más barbaridades diga, más repulsa social se va a encontrar. ¡No creo que dures mucho, Ministro Wert!

Muchas gracias.

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