El ministro Wert, experto tertuliano y, por tanto, se supone que hábil usuario de la palabra, nos ha presentado las medidas que aprobó el pasado Consejo de Ministros sobre educación como "medidas urgentes de racionalización del gasto público".
Uno que no es un experto tertuliano y que le gusta llamar "al pan, pan y al vino, vino", tengo que reconocer que me he quedado un poco desconcertado, pues a mi las medidas me han parecido recortes de gasto, puro y duro. Inmerso en mi confusión, he acudido al diccionario de la Real Academia Española para tratar de salir de dudas y me he encontrado con esto:
Racionalización: Organizar la producción o el trabajo de manera que aumente los rendimientos o reduzca los costes con el mínimo esfuerzo.
Recortar: disminuir o hacer más pequeño algo material o inmaterial.
Con estas dos definiciones del diccionario en la cabeza, me he puesto a analizar las medidas adoptadas, con el objetivo, en palabras del ministro Wert, "de conjugar los irrenunciables objetivos de calidad y eficiencia del sistema educativo con el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria". Veamos las medidas:
Como Ministro de Educación tiene la enorme responsabilidad de la formación de nuestros hijos, de las generaciones futuras, y eso no se puede tomar a la ligera, como suele hacer usted. Si la misión que le han encargado como ministro es recortar, dígalo sin tapujos, defiéndalo y déjese de palabrería hueca. Ya no estamos en la radio.
Muchas gracias.
Uno que no es un experto tertuliano y que le gusta llamar "al pan, pan y al vino, vino", tengo que reconocer que me he quedado un poco desconcertado, pues a mi las medidas me han parecido recortes de gasto, puro y duro. Inmerso en mi confusión, he acudido al diccionario de la Real Academia Española para tratar de salir de dudas y me he encontrado con esto:
Racionalización: Organizar la producción o el trabajo de manera que aumente los rendimientos o reduzca los costes con el mínimo esfuerzo.
Recortar: disminuir o hacer más pequeño algo material o inmaterial.
Con estas dos definiciones del diccionario en la cabeza, me he puesto a analizar las medidas adoptadas, con el objetivo, en palabras del ministro Wert, "de conjugar los irrenunciables objetivos de calidad y eficiencia del sistema educativo con el cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria". Veamos las medidas:
- Ampliación de la ratio de alumnos por aula, hasta un 20 por 100. Quiere esto decir que las aulas de Infantil y Primaria tendrán 30 alumnos y las de Secundaria 36. Volvemos a las cifras de la Ley General de Educación de 1970 y se irán al paro un importante número de interinos. No se aumentará el rendimiento de los alumnos, según todos los expertos, ni se mantendrá la calidad y eficiencia del sistema educativo y, en cambio, disminuirá notablemente el número de profesores. Es, sin niguna duda, ¡UN RECORTE!
- Aumento de la jornada lectiva de los profesores: 25 horas para los maestros y 20 para los profesores de secundaria, como mínimo. Esta medida significa menos tiempo para la preparación de las clases, menos desdobles, menos atención a las recuperaciones, menos actividades extraescolares... y, desde luego, menos profesores y más interinos al paro. Es una medida que no aumenta el rendimiento ni mejora la eficiencia del sistema. Es UN RECORTE EN EL GASTO DE PROFESORADO.
- Sustituciones a partir de diez días lectivos. Si un profesor está enfermo durante dos semanas no se le sustituye. Eso quiere decir que le sustituye el profesor de guardia --si es que hay suficientes, dado el aumento del número de horas lectivas-- y, como ese posible profesor no será de la materia o área del que sustituye, el alumno estará dos semanas sin clase. Obviamente sin clases no se aumenta el rendimiento del alumnado ni se mejora la eficiencia del sistema educativo. Una vez más, es UN RECORTE.
- No obligatoriedad de ofrecer dos bachilleratos. Esta medida tiene serias dificultades para aplicarse, por un lado porque requiere la reorganización de los mapas escolares y, además, porque en centros pequeños puede plantear dificultades para completar horarios en algunas materias. En cualquier caso, nada tiene que ver con la eficiencia del sistema sino que se trata de una reducción pura y dura de efectivos. ES UN RECORTE.
- Retraso en la aplicación de los módulos de Formación Profesional de 2.000 horas hasta el curso 2014-2015. No tiene otro objetivo más que reducir gasto aunque sea a costa de dañar a la Formación Profesional, un sector tan importante en este período de crisis.
Como Ministro de Educación tiene la enorme responsabilidad de la formación de nuestros hijos, de las generaciones futuras, y eso no se puede tomar a la ligera, como suele hacer usted. Si la misión que le han encargado como ministro es recortar, dígalo sin tapujos, defiéndalo y déjese de palabrería hueca. Ya no estamos en la radio.
Muchas gracias.
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