lunes, 1 de octubre de 2012

La laureada de San Fernando y el desastre de Annual

Tumbado en el sofá, medio adormilado, preparando mi cuerpo para la reparadora siesta y con el runruneo del telediario de la Primera, una noticia me sacó de la modorra: el Rey y su familia al completo asistían a una ceremonia en la que se concedía la Laureada de San Fernando a no sé qué compañía o batallón que había participado en la batalla conocida como el desastre de Annual.

No sabía si es que estaba dormido y estaba teniendo una pesadilla, o era que la televisión me quería gastar una broma. No estaba dormido y resulta que era una importante noticia, sin duda esencial para resolver los problemas de la ciudadanía, que la televisión pública estaba dando a conocer para que todos nos alegráramos.

No me lo podia creer. En la situación en que nos encontramos el gobierno se gasta el dinero público en organizar un acto para premiar a un batallón (o lo que sea) que en su día fue protagonista de un monumental desastre, eso sí, lleno de valor, de ese inútil valor que se suele ensalzar en el ejército. Y además, ¿a quién le importa hoy en día, con los problemas que tenemos, el desastre de Annual y el batallón que lo protagonizó? ¿Es que no hay otros motivos más provechosos en los que gastarse el dinero?

¿Qué sentido tiene organizar un acto así, y encima publicitarlo, más que el de enaltecer al ejercito y especialmente a sus mandos?

Por cierto, en estos maravillosos presupuestos para 2013, donde se han reducido los gastos en educación y sanidad, donde se ha reducido la partida para pagar el subsidio por desempleo (a pesar de que los parados siguen aumentando cada día), donde se van a congelar los sueldos de los funcionarios, el Ministerio de Defensa es uno donde el recorte ha sido menor: no llega a un 6 por 100 frente al 23 por 100 de Sanidad o el 15 por 100 de Educación.

Yo me pregunto: España, este país en crisis, a punto de pedir un nuevo rescate, ¿se puede permitir el "lujo" de mantener tropas en Afganistán, Libano y no sé qué otros países más?  ¿Es necesario?  ¿Es conveniente? ¿Responde a los deseos de la ciudadanía o a las exigencias de los militares y, sobre todo, de la industria armamentística?

El desastre de Annual lo mejor es olvidarlo, o dejarlo como uno de los momentos negros de nuestra historia, pero lo que no es razonable es premiarlo.

Es cierto que allí murieron miles de españoles ¡pobres!, porque entonces los ricos no iban a la guerra, pero sus familias ya los lloraron y maldicieron a los que les obligaron a ir a esa escabechina. Dejémosles que descansen en paz.

 Y a los señores del gobierno hay que decirles que dejen de levantar pantallas de humo y de fumarse puros por las calles de Nueva York.  Que se dediquen a lo suyo, a sacar a este país de la crisis, algo para lo cual me temo no están preparados.

Muchas gracias.

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