Cuando esta mañana salí de casa --bien tempranito, ya que debía coger un avión para San Francisco a las siete de la mañana-- recogí con bastante ilusión el periódico "The Washington Post" que nos dejan todos los días en la puerta de casa. Tenía curiosidad por ver la información, si es que la había --pues esa era una de las dudas--, sobre la huelga general que se había celebrado en España.
Mi sorpresa fué mayúscula cuando me encontré con que la foto de portada --la única que había-- se refería precisamente a esa huelga general. Ya no me gustó tanto la foto que eligieron. Exactamente la misma que ha salido en tantos periódicos españoles: un enorme cristal roto, con varios impactos de pedradas y, detrás, probablemente la dueña o una empleada, con cara de susto, viendo el destrozo. El pié de foto os lo podeis imaginar: referencias al carácter violento que la manifestación había adquirido en Barcelona.
Cuando ví esa foto en la prensa española ya me pregunté dónde estaban las fotos de los cientos de miles de huelguistas que habían ejercido su derecho pacificamente y cuyo único objetivo era demostrar que no estaban de acuerdo con las medidas del gobierno. Parece que esa foto no es noticia y, en consecuencia, no tiene interés para los periodistas.
Volviendo al "Washington Post", me dije una vez vista la foto, que si la huelga merecía una portada seguramente habría una crónica interesante en su interior. Me costó trabajo encontrarla pues se trataba de una minúscula noticia, de diez o doce líneas a una sola columna, donde se contaba muy someramente las razones de la huelga. Ese es el espacio que un periódico "serio", uno de los más influyentes del mundo, dedica a un acontecimiento importante en nuestro país. Normalmente no existimos.
Reflexionando sobre esta inexistencia, que he podido comprobar en muchas ocasiones, me acordé de los esfuerzos de nuestro presidente por hacerse la foto con Obama, de ese primer intento inútil porque no hubo foto y del segundo hablando de aprender español e inglés respectivamente. Interesante conversación.
En mi opinión no es normal que no existamos para los americanos y tampoco es normal que un presidente español tenga que mendigar una foto con el presidente norteamericano. Ambos datos lo que reflejan es un mal trabajo de nuestra diplomacia en un país donde, entre otras cosas por la presencia hispana --cada día más potente--, deberíamos jugar un papel más significativo. Mientras esto llegue, seguiremos haciendo de buenos lacayos del imperio.
Muchas gracias.
Mi sorpresa fué mayúscula cuando me encontré con que la foto de portada --la única que había-- se refería precisamente a esa huelga general. Ya no me gustó tanto la foto que eligieron. Exactamente la misma que ha salido en tantos periódicos españoles: un enorme cristal roto, con varios impactos de pedradas y, detrás, probablemente la dueña o una empleada, con cara de susto, viendo el destrozo. El pié de foto os lo podeis imaginar: referencias al carácter violento que la manifestación había adquirido en Barcelona.
Cuando ví esa foto en la prensa española ya me pregunté dónde estaban las fotos de los cientos de miles de huelguistas que habían ejercido su derecho pacificamente y cuyo único objetivo era demostrar que no estaban de acuerdo con las medidas del gobierno. Parece que esa foto no es noticia y, en consecuencia, no tiene interés para los periodistas.
Volviendo al "Washington Post", me dije una vez vista la foto, que si la huelga merecía una portada seguramente habría una crónica interesante en su interior. Me costó trabajo encontrarla pues se trataba de una minúscula noticia, de diez o doce líneas a una sola columna, donde se contaba muy someramente las razones de la huelga. Ese es el espacio que un periódico "serio", uno de los más influyentes del mundo, dedica a un acontecimiento importante en nuestro país. Normalmente no existimos.
Reflexionando sobre esta inexistencia, que he podido comprobar en muchas ocasiones, me acordé de los esfuerzos de nuestro presidente por hacerse la foto con Obama, de ese primer intento inútil porque no hubo foto y del segundo hablando de aprender español e inglés respectivamente. Interesante conversación.
En mi opinión no es normal que no existamos para los americanos y tampoco es normal que un presidente español tenga que mendigar una foto con el presidente norteamericano. Ambos datos lo que reflejan es un mal trabajo de nuestra diplomacia en un país donde, entre otras cosas por la presencia hispana --cada día más potente--, deberíamos jugar un papel más significativo. Mientras esto llegue, seguiremos haciendo de buenos lacayos del imperio.
Muchas gracias.