viernes, 23 de noviembre de 2012

Black Friday

Con ese nombre se conoce en Estados Unidos el viernes siguiente al día de Acción de Gracias. No me preguntéis de dónde viene lo de "black" porque no lo sé; lo que si sé es que es el día en que las tiendas, las grandes superficies, ofrecen sus mejores rebajas del año. Es el día de "la madre de todas las rebajas", pues descuentos se ofrecen aquí todos los días del año.

Este viernes es otro de esos pocos días "raros" en este país.  Los chicos no tienen colegio, muchos padres y madres que trabajan se toman este día de vacaciones para poder ir a visitar a la  familia y después de la comilona del jueves se necesita un poco de ocio.

Y si hablamos de ocio, ¿qué actividad es más popular en los USA que el consumir, el comprar compulsivamente? Así que las grandes cadenas ofrecen todo tipo de facilidades para que este viernes, el "black Friday", sea un éxito. Muchas de ellas esperan recuperar lo no ganado en todo el año.

Una de las facilidades que se han implantado este año ha sido comenzar las ventas de manera anticipada el mismo día de Thanksgiving, para lo cual han abierto sus tiendas desde esa noche. Muchas grandes superficies están abiertas desde las 9 de la noche del jueves ininterrumpidamente hasta las nueve de la noche del día siguiente. Todo sea por animar al personal a comprar.

Poco importa lo que piensen los trabajadores, que están indignados porque se les ha impedido celebrar la fiesta de Acción de Gracias y se les ha quitado uno de los pocos días en que no trabajaban. Esta medida, junto con el escándalo de faldas del los generales Petraeus y Allen, son las noticias de este país. Al menos no están pendientes de la prima de riesgo.

No me he atrevido a levantarme de madrugada para comprobar el éxito de la medida --no creo que valiera la pena--, pero estoy seguro de que lo habrá sido, sobre todo económicamente para los dueños de las grandes cadenas.  Con mi mentalidad española y mi poca afición al consumo, no puedo por menos que preguntarme qué pasaría si en España empezaran las rebajas de madrugada, ¿iría la gente a comprar? Probablemente sí, así que mejor que nuestros grandes empresarios no copien esta idea.

Muchas gracias.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Thanksgiving Day

No es un día normal.  La calma, la tranquilidad, la espera recorren las horas de este día especial.  Desde la ventana que tengo enfrente diviso la calle y lo que en ella ocurre: casi nada, tan solo calma.

El día es precioso. Es uno de esos días de San Francisco en que el clima quiere negar esa versión negativa de que siempre hace mal tiempo en esta ciudad. El cielo azul, una temperatura agradable, casi calor a pesar de estar a finales de noviembre, y un sol que ilumina de manera particular las calles y los edificios.

Dentro de casa el olor de la buena comida, esos aromas tradicionales que tantos recuerdos me traen, impregna todas las habitaciones. Se puede estar escribiendo, como lo estoy haciendo yo, en el piso de arriba, y a la vez disfrutar de esos olores que anuncian una agradable y sabrosa cena.

Todo está en calma. Los únicos coches que de vez en cuando aparcan en los alrededores abren sus puertas a familias enteras que llevan grandes bandejas de comida o bolsas con botellas de vino. Thanksgiving es una fiesta familiar y se desplazan para pasar el día juntos.

Nosotros también esperamos a que lleguen nuestros invitados. Todo está preparado: la mesa del comedor con la vajilla de los días de fiesta, las copas de cristal, los cubiertos de plata.  En la cocina todo listo, a la espera del momento de iniciar el ágape.

Es el día de Acción de Gracias. Esta tranquilidad que se respira es un buen momento para agradecer ¿a quién?  Digamos que a nosotros mismos, que tengamos una familia tan estupenda y que todo nos vaya bastante bien a pesar de las desgracias que nos rodean. Día de agradecer que vamos a tener otro niet@ y que seguimos compartiendo tantas cosas con tantos amigos.

Día de agradecer a los amigos su compañía y su cariño y a mis lectores que todavía me sigan.

Muchas gracias.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Formación profesional dual o propaganda

Desde la distancia que produce estar a 39.000 pies volando hacia Nueva York, la lectura de la información facilitada por nuestros gobernantes, en este caso a dúo entre Wert y Bañez (¡vaya dos patas para un banco!) sobre la instalación de la formación profesional dual en nuestro sistema educativo, resulta cuando menos chocante.

Parece que acaban de descubrir la existencia de la formación profesional dual y que esta fórmula va a permitir solucionar el grave problema del paro juvenil.

Cualquier experto o simplemente conocedor de la formación profesional sabe que esta modalidad de formación existe en Alemania desde hace muchos años, sabe también que ha sido estudiada por nuestros politicos educativos en innumerables ocasiones, la más importante cuando se abordó la reforma de la FP durante la elaboración de la LOGSE, y sabe que la estructura económica e industrial de España no es la más adecuada para su implantación.

Estas condiciones, estudiadas y valoradas seriamente, son las que llevaron en su día a su no aplicación de forma masiva y a buscar otro sistema en el que las prácticas en empresas constituyeran un elemento esencial de la formación, pero sin llegar a las condiciones de la formación dual.  Pues bien, ahora nuestros "expertos" (nunca los hubo menos que en el ministerio Wert) han decidido que ese va a ser el sistema para mejorar la Formación Profesional y resolver el problema del paro.
No han explicado en qué empresas se van a organizar, qué condiciones tienen esas empresas, si tienen los tutores necesarios para impartir la formacion.  España es un país en el que predomina la pequeña y la mediana empresa y donde, en consecuencia, es dificil implantarla.

En mi opinión, respetando la validez del modelo de la formacion dual, creo que la decisión del gobierno es una simple maniobra de diversión para ocultar el grave problema del paro juvenil y el tremendo fracaso escolar.  La formación dual no es, en ningún caso, la solución a esos problemas.  El problema del paro juvenil no viene determinado por la falta de adecuación de la formación de los jóvenes con las necesidades de la industria española.  El problema del paro es que el país no crece, no se genera empleo y, en consecuencia, los jóvenes no tienen trabajo.

¿Por qué no han concretado cuántos puestos de formación dual se van a a crear, cuántas empresas van a colaborar, en qué familias profesionales? Todo es pura paja, propaganda para ocultar los problemas reales.

Muchas gracias.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Skyfall

Permitidme que, a pesar de esta congoja que nos ataca por todos lados, incluido ese cielo gris y lluvioso que vislumbro desde donde escribo, os proponga --no como remedio, sino tan solo como distracción-- acercaros a un cine y ver "Skyfall".

Os aseguro que durante casi tres horas os vais a olvidar de la crisis, del paro, de los desahucios y de la prima de riesgo, y os vais a entretener y divertir, que bien merecido nos lo tenemos, aunque solo sea muy de vez en cuando.

La película es Bond cien por cien. No le falta de nada, está bien hecha, es CINE con mayúsculas y la interpretación de los actores, especialmente la de Bardem, es magistral.

Además, nos va a ayudar a comprender la "realidad" en que nos ha tocado vivir.  Si tenemos que aceptar que las medidas que el gobierno está tomando son las "únicas" posibles; si tenemos que admitir que la mejor manera de conservar el bienestar social duramente conquistado es destruyéndolo poco a poco; si tenemos que aceptar que se les den 30.000 millones de euros (de nuestros bolsillos) a los bancos, pero que estos no pueden "perdonar" unos pocos a los que se han quedado sin posibilidad de pagar su hipoteca; si tenemos que aceptar todo esto, y mucho más, como verdades absolutas, mejor es ir al cine y creernos que Bond, después de ser tiroteado y caer al mar desde varios cientos de metros de altura, puede aparecer vivito y coleando en una lejana playa caribeña, o que es posible perseguir en moto por los tejados de la ciudad a un malo o atravesar el Gran Bazar de Estambul a más de 100 kilómetros por hora, montado en una moto.
Os aseguro que resultan más creíbles las peripecias de Bond que los discursos del gobierno. Y desde luego más divertidas.

Si tenemos que creernos que hay una mente malvada que nos ha llevado a esta ruina (¿Zapatero, por un casual?) os aseguro que es más creíble el malvado que representa Bardem en la película. Ese villano, que la derecha mediática de este país (incluido el impresentable diputado del PP, Rafael Hernando) se ha ocupado de denigrar por haberse atrevido a decir lo que opina sobre la situación en la que estamos. Villano que, por cierto, lo único que quiere es vengarse del poder que le dejó tirado y le traicionó, ¿no os suena a algo que podría apetecer a más de uno?

Id al cine y pasad un buen rato. Eso sí, solo un rato, porque el próximo miércoles 14  ¡TODOS A LA HUELGA! Que una cosa es la diversión y otra la obligación.

Muchas gracias.



lunes, 5 de noviembre de 2012

Ana Botella, ¡dimite!

Todos los días nos encontramos en los medios de comunicación con noticias en las que los políticos y la política no salen bien parados. Eso forma parte de la batalla ideológica que la derecha de este país viene llevando a cabo, con gran éxito, por cierto, para desprestigiar la política y, en definitiva, la democracia.

Los ciudadanos, a través de encuestas de todo tipo, manifiestan una y otra vez la escasa valoración que conceden a los políticos y a las instituciones democráticas, confirmando con su opinión lo que tratan de transmitir los ideólogos conservadores.  La crisis profunda por la que atravesamos ha ayudado a generar este descontento y a mostrar de manera más cruda la incapacidad, y muchas veces la desvergüenza, de muchos políticos.

Para los que pensamos que es a través de la política como se puede modificar la realidad, que solo la actividad política de la ciudadanía es capaz de hacer más justa la sociedad en que vivimos, nos duele, y mucho, comprobar el desapego de la política que se va instalando en amplios sectores sociales.  Este desprestigio de la política, ¿es consecuencia solamente de la batalla ideológica de la derecha y de la crisis? Obviamente no. Los políticos, convertidos en una auténtica casta, han hecho mucho por ensuciar el digno nombre de la política.

Sí, ya sé que no todos los políticos son iguales y que los hay decentes, entregados a su trabajo y al servicio de los ciudadanos.  Así que para no generalizar, quiero hablar hoy de algo que suele ser una rareza en la política en este país:. la asunción de responsabilidades cuando se comete un error y, cuando menos, la dimisión.

Aunque podría hacer una larga lista de casos, voy a centrarme en uno bien reciente y terrible: la muerte de cuatro jóvenes en el Madrid Arena en la pasada fiesta de Halloween.  No sé si alguno o muchos de mis lectores han estado en alguna ocasión en el Madrid Arena. Yo lo hice hace año y medio con ocasión de un concierto que dio Luz Casal, que me encanta, para obtener fondos para la lucha contra el cáncer. Al salir del concierto, horrorizado por las malas condiciones de seguridad del recinto, escribí una carta a EL PAÍS (que no me publicó; quiero suponer que no porque no tuviera "calidad"), en la que entre otras cosas, comentaba lo siguiente: "Cuando llegamos al recinto nos recibieron unas interminables y desorganizadas colas. Conseguimos llegar a la puerta y los pasillos de acceso estaban prácticamente bloqueados por la presencia de los “Servicios Auxiliares”, unos servicios que ni servían ni auxiliaban, sino que entorpecían e impedían que los espectadores llegásemos a nuestros asientos. Los pasillos colapsados, personas mayores saltando por las butacas, gritos de indignación, así estaba el Madrid Arena cuando empezó el concierto, media hora tarde".

Ese recinto, lo dicen todos los informes, no reúne las condiciones de seguridad requeridas para un local que alberga a 10.000 personas y, menos todavía si éstas son jóvenes con mucho alcohol y bastante droga. Las irregularidades, en esta ocasión, han sido infinitas y las consecuencias: la muerte de cuatro chicas.

¿Qué ha dicho la alcaldesa, de quien depende ese recinto? Pues, como "buena política", ha mirado para otro lado y ha dado tres saltos adelante, diciendo que se va a personar en el juicio como parte de la acusación y que ya no va a permitir nunca más que se hagan fiestas de este tipo en el recinto. ¡¡Bingo!!  No solo no asume ninguna responsabilidad en que el recinto no reúna condiciones, en que se le haya concedido a una empresa cuando menos sospechosa, en que no se haya respetado nada de lo que es obligatorio por ley, sino que pretende convencernos, ¿a quién?, ¿a los padres de las chicas muertas?, de que la alcaldía no ha tenido nada que ver. ¡Qué caradura más grande! ¡Qué falta de respeto a la ciudadanía y a los padres de las víctimas!

Políticas así no las queremos en nuestro país. Ana Botella, ¡¡¡DIMITE!!!

Muchas gracias.