Vaya sorpresa que nos dio ayer Esperanza Aguirre, despidiéndose a la francesa de su puesto de Presidenta de la Comunidad de Madrid. Muchos somos los que, por distintas razones, la vamos a echar de menos. En mi caso tengo que reconocer que me quedo sin uno de los personajes principales de mi blog. Ya no podré escribir sobre las "ocurrencias" de la Sra. Aguirre. Espero que Mr. González, el previsible próximo presidente, mantenga esas ocurrencias, aunque seguramente sin la misma gracia.
¿Por qué se ha ido Espe? Esa es la pregunta que todos nos hacemos. Yo soy uno de los muchos que no creen en sus medias verdades de la despedida: "razones personales". Difícil creer que esas razones personales tengan tanto peso ahora y no lo tuvieran cuando el cáncer la atacaba y no sabía cuál iba a ser su desarrollo. ¿Se va porque no quiere quemarse más con los recortes que va a hacer su gobierno en los próximos meses o años? ¿Se va porque es consciente de que el Partido Popular en Madrid está perdiendo apoyo popular y puede que no gane las próximas elecciones? ¿Se va para esperar a que vengan tiempos mejores?
¿Volverá a la primera fila de la política? Yo creo que sí. Podría ser una figura en la reserva para cuando Mariano Rajoy se haya achicharrado con sus políticas de recortes. Algunos comentaristas políticos comparaban hoy esta marcha con la espantada de Bono cuando era Ministro de Defensa en el gobierno de Zapatero. En la siguiente legislatura volvía como Presidente del Congreso.
¿Y qué nos ha dejado Esperanza Aguirre? Una educación y una sanidad públicas destrozadas, en un proceso de privatización que parece bastante irreversible y que amenaza con su reducción a un servicio deteriorado. Parece que el próximo presidente será Ignacio Gónzalez. Si se decía de Esperanza Aguirre que tenía "mano de hierro", esa mano ejecutora ha sido siempre Ignacio Gónzalez. Personaje turbio, encaramado en las alturas políticas a base de servir a Esperanza Aguirre para todo, especialmente para los trabajos sucios, que han sido muchos los practicados por ella.
Se va Aguirre y los progresistas madrileños nos alegramos, pero lo que necesitamos es que se vaya la política que ha practicado y que seguirán practicando sus sucesores. Esperemos que esto ocurra cuanto antes, por el bien de los ciudadanos madrileños.
Muchas gracias.
¿Por qué se ha ido Espe? Esa es la pregunta que todos nos hacemos. Yo soy uno de los muchos que no creen en sus medias verdades de la despedida: "razones personales". Difícil creer que esas razones personales tengan tanto peso ahora y no lo tuvieran cuando el cáncer la atacaba y no sabía cuál iba a ser su desarrollo. ¿Se va porque no quiere quemarse más con los recortes que va a hacer su gobierno en los próximos meses o años? ¿Se va porque es consciente de que el Partido Popular en Madrid está perdiendo apoyo popular y puede que no gane las próximas elecciones? ¿Se va para esperar a que vengan tiempos mejores?
¿Volverá a la primera fila de la política? Yo creo que sí. Podría ser una figura en la reserva para cuando Mariano Rajoy se haya achicharrado con sus políticas de recortes. Algunos comentaristas políticos comparaban hoy esta marcha con la espantada de Bono cuando era Ministro de Defensa en el gobierno de Zapatero. En la siguiente legislatura volvía como Presidente del Congreso.
¿Y qué nos ha dejado Esperanza Aguirre? Una educación y una sanidad públicas destrozadas, en un proceso de privatización que parece bastante irreversible y que amenaza con su reducción a un servicio deteriorado. Parece que el próximo presidente será Ignacio Gónzalez. Si se decía de Esperanza Aguirre que tenía "mano de hierro", esa mano ejecutora ha sido siempre Ignacio Gónzalez. Personaje turbio, encaramado en las alturas políticas a base de servir a Esperanza Aguirre para todo, especialmente para los trabajos sucios, que han sido muchos los practicados por ella.
Se va Aguirre y los progresistas madrileños nos alegramos, pero lo que necesitamos es que se vaya la política que ha practicado y que seguirán practicando sus sucesores. Esperemos que esto ocurra cuanto antes, por el bien de los ciudadanos madrileños.
Muchas gracias.
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