Probablemente una de las sorpresas mayores del gobierno nombrado por Rajoy sea la del Ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Para un ciudadano de a pié, como el que escribe, el nuevo Ministro de Educación era un tertuliano del programa "Hoy por hoy" de la SER y un reconocido experto en encuestas, presidente, entre otras empresas, de Demoscopia. Bien es verdad que en su juventud hizo sus pinitos políticos de la mano de UCD primero, y del PDP cuando ésta se destrozó, Fue concejal del Ayuntamiento de Madrid y diputado por La Coruña, si mi memoria no me falla. Pero también es cierto que, desde hace 25 años, José Ignacio Wert se ha dedicado a la empresa privada, como sociólogo y elaborador de "métricas" (como a él le gusta decir), donde no le ha ido nada mal.
Bueno, como pueden comprobar los lectores, un curriculum personal que le llevaba directamente a la máxima responsabilidad educativa. Una trayectoria profesional que le ha permitido adquirir una gran experiencia en educación (es verdad que fue algún tiempo profesor universitario), un conocimiento profundo de los problemas que aquejan a nuestro sistema educativo, y una capacidad contrastada para ofrecer soluciones a estos problemas.
Este atrevimiento del Sr. Rajoy de colocar al frente de un ministerio a un inexperto en la materia tengo que reconocer que me pone ante el dilema de si será una iniciativa positiva o negativa. La trayectoria del ministro anterior, Angel Gabilondo, experto en educación pero completamente inepto en la dirección del ministerio, le dan mayor entidad a mis dudas. Ambas posturas -- nombrar a expertos o a ineptos-- forman parte de un mismo concepto: la educación no importa, aunque de tiempo en tiempo, se nos llene la boca resaltando su importancia futura.
Lo cierto es que el Ministerio de Educación lleva paralizado varios meses. Estuvo muchos meses sin rumbo debido a la ineptitud de su equipo directivo, lleva paralizado desde el 20 de noviembre -- a la espera del nuevo equipo--, y está descabezado desde que fueron cesados los anteriores altos cargos y no se han nombrado los nuevos.
¿Quién sabe si en el fondo todo esto es positivo? Porque siempre es mejor no hacer nada que destruir. Al nuevo ministro no se le ha oido mucho (ya sabemos que en este gobierno hay muchos silenciosos) pero si que ha dejado claro ya que los problemas de la educación no son problemas de falta de recursos sino de "valores". ¡Tela!
No debemos preocuparnos porque a partir de ahora en el ministerio se van a hacer todo tipo de "métricas", ya lo ha anunciado el ministro. Se medirá todo, se pondrá en valor las evaluaciones y mediciones, sobre todo, aquellas que se puedan encargar a Demoscopia u a otra empresa del grupo.
Muchas gracias.
Bueno, como pueden comprobar los lectores, un curriculum personal que le llevaba directamente a la máxima responsabilidad educativa. Una trayectoria profesional que le ha permitido adquirir una gran experiencia en educación (es verdad que fue algún tiempo profesor universitario), un conocimiento profundo de los problemas que aquejan a nuestro sistema educativo, y una capacidad contrastada para ofrecer soluciones a estos problemas.
Este atrevimiento del Sr. Rajoy de colocar al frente de un ministerio a un inexperto en la materia tengo que reconocer que me pone ante el dilema de si será una iniciativa positiva o negativa. La trayectoria del ministro anterior, Angel Gabilondo, experto en educación pero completamente inepto en la dirección del ministerio, le dan mayor entidad a mis dudas. Ambas posturas -- nombrar a expertos o a ineptos-- forman parte de un mismo concepto: la educación no importa, aunque de tiempo en tiempo, se nos llene la boca resaltando su importancia futura.
Lo cierto es que el Ministerio de Educación lleva paralizado varios meses. Estuvo muchos meses sin rumbo debido a la ineptitud de su equipo directivo, lleva paralizado desde el 20 de noviembre -- a la espera del nuevo equipo--, y está descabezado desde que fueron cesados los anteriores altos cargos y no se han nombrado los nuevos.
¿Quién sabe si en el fondo todo esto es positivo? Porque siempre es mejor no hacer nada que destruir. Al nuevo ministro no se le ha oido mucho (ya sabemos que en este gobierno hay muchos silenciosos) pero si que ha dejado claro ya que los problemas de la educación no son problemas de falta de recursos sino de "valores". ¡Tela!
No debemos preocuparnos porque a partir de ahora en el ministerio se van a hacer todo tipo de "métricas", ya lo ha anunciado el ministro. Se medirá todo, se pondrá en valor las evaluaciones y mediciones, sobre todo, aquellas que se puedan encargar a Demoscopia u a otra empresa del grupo.
Muchas gracias.
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