Ocurrió lo que estaba previsto: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón se disputarán la secretaría general del PSOE. No parece que vaya a surgir un tercer candidato y no es de extrañar, dada la envergadura de los dos contendientes.
Como persona interesada en la evolución del partido socialista, sigo muy de cerca los documentos que se presentan en las dos alternativas, tanto a través de las páginas web "Mucho PSOE por hacer", de la candidata Carme Chacón, y "Rubalcaba38", como las declaraciones que uno y otro candidato vienen haciendo en los medios de comunicación.
Tengo que decir que todo lo que leo y oigo me tiene bastante sorprendido. Da la sensación de que ni uno ni otra hubieran tenido nada que ver con la situación que ha llevado a los socialistas a perder cuatro millones y medio de votos en las últimas elecciones. Analizan el pasado, reconocen que se han cometido errores (menos mal), pero eso forma parte "del legado colectivo del PSOE", lo mismo que los aciertos. Se afirma (en el documento de Chacón) que "lo importante para nuestro futuro no es quién, sino qué y por qué nos equivocamos". Lo del quién se mantiene a rajatabla y lo del por qué no aparece por ningún lado.
Sabemos que nuestros políticos tienen mala memoria y a algunos la memoria no les gusta nada --sobre todo "la memoria histórica"--, así que habrá que recordar algunas cosas como, por ejemplo, que Carme Chacón formó parte del equipo Zapatero desde que éste se presentó a las elecciones a secretario general en el congreso del 2000. Alguna responsabilidad habrá tenido en las decisiones que se han tomado en el PSOE en estos once años y en el gobierno en los últimos siete, ¿o es que ella no estaba de acuerdo con lo que se decidía pero se callaba? Y en un nivel parecido de responsabilidad podemos colocar a Rubalcaba. Por tanto, cuando cualquiera de ellos alude a los errores cometidos, que son muchos para haber llegado a esa debacle electoral, debería analizar su parte de responsabilidad y, en cualquier caso, estudiar las razones que le llevaron a adoptar tales decisiones.
Ahora se quiere reformar el partido de arriba a abajo, lo cual es una buena noticia. Pero uno se pregunta por qué no lo hicieron antes, por qué prefirieron seguir con un modelo de partido en el que la democracia brillaba por su ausencia.
En el documento de Chacón se dice que "una política social progresista requiere una política económica progresista". ¡Vaya descubrimiento! Eso forma parte del abecedario de la socialdemocracia. Lo que deben preguntarse es por qué permitieron que desde un gobierno socialdemócrata se hiciera una política neoliberal. Y eso tanto Chacón como Rubalcaba lo permitieron y, sobre todo, lo defendieron y ensalzaron. Ahora hay que luchar contra el fraude fiscal, ¿por qué no se hizo antes? ¿Es que no se sabía que somos uno de los países europeos donde el fraude es mayor (fraude que, por cierto, acabó con el gobierno en Grecia)? ¿Cuántas veces se ha hablado de un impuesto a las grandes fortunas o de las SICAV, sin que jamás se haya hecho nada por reformar las leyes que lo permiten?
Da la sensación que tanto uno como otra están pensando en el modelo Rajoy: después de perder las elecciones, mantener sujeto al partido y esperar a que el cadaver de tu enemigo pase por delante. Pero eso no es posible en el caso del PSOE, primero porque el PP ha mantenido un alto suelo de votos (no consiguió muchos más en 2011 que cuando perdió en 2008) y además, la crisis económica le ha beneficiado claramente. El PSOE, con un suelo de siete millones de votos, no puede ganar unas elecciones, necesita recuperar los votos perdidos (en su inmensa mayoría votos progresistas), y esa recuperación de la confianza no la va a obtener a no ser que se tome en serio el análisis de los errores y que nuevas caras y nuevos programas surjan de esa discusión.
Muchas gracias.
Como persona interesada en la evolución del partido socialista, sigo muy de cerca los documentos que se presentan en las dos alternativas, tanto a través de las páginas web "Mucho PSOE por hacer", de la candidata Carme Chacón, y "Rubalcaba38", como las declaraciones que uno y otro candidato vienen haciendo en los medios de comunicación.
Tengo que decir que todo lo que leo y oigo me tiene bastante sorprendido. Da la sensación de que ni uno ni otra hubieran tenido nada que ver con la situación que ha llevado a los socialistas a perder cuatro millones y medio de votos en las últimas elecciones. Analizan el pasado, reconocen que se han cometido errores (menos mal), pero eso forma parte "del legado colectivo del PSOE", lo mismo que los aciertos. Se afirma (en el documento de Chacón) que "lo importante para nuestro futuro no es quién, sino qué y por qué nos equivocamos". Lo del quién se mantiene a rajatabla y lo del por qué no aparece por ningún lado.
Sabemos que nuestros políticos tienen mala memoria y a algunos la memoria no les gusta nada --sobre todo "la memoria histórica"--, así que habrá que recordar algunas cosas como, por ejemplo, que Carme Chacón formó parte del equipo Zapatero desde que éste se presentó a las elecciones a secretario general en el congreso del 2000. Alguna responsabilidad habrá tenido en las decisiones que se han tomado en el PSOE en estos once años y en el gobierno en los últimos siete, ¿o es que ella no estaba de acuerdo con lo que se decidía pero se callaba? Y en un nivel parecido de responsabilidad podemos colocar a Rubalcaba. Por tanto, cuando cualquiera de ellos alude a los errores cometidos, que son muchos para haber llegado a esa debacle electoral, debería analizar su parte de responsabilidad y, en cualquier caso, estudiar las razones que le llevaron a adoptar tales decisiones.
Ahora se quiere reformar el partido de arriba a abajo, lo cual es una buena noticia. Pero uno se pregunta por qué no lo hicieron antes, por qué prefirieron seguir con un modelo de partido en el que la democracia brillaba por su ausencia.
En el documento de Chacón se dice que "una política social progresista requiere una política económica progresista". ¡Vaya descubrimiento! Eso forma parte del abecedario de la socialdemocracia. Lo que deben preguntarse es por qué permitieron que desde un gobierno socialdemócrata se hiciera una política neoliberal. Y eso tanto Chacón como Rubalcaba lo permitieron y, sobre todo, lo defendieron y ensalzaron. Ahora hay que luchar contra el fraude fiscal, ¿por qué no se hizo antes? ¿Es que no se sabía que somos uno de los países europeos donde el fraude es mayor (fraude que, por cierto, acabó con el gobierno en Grecia)? ¿Cuántas veces se ha hablado de un impuesto a las grandes fortunas o de las SICAV, sin que jamás se haya hecho nada por reformar las leyes que lo permiten?
Da la sensación que tanto uno como otra están pensando en el modelo Rajoy: después de perder las elecciones, mantener sujeto al partido y esperar a que el cadaver de tu enemigo pase por delante. Pero eso no es posible en el caso del PSOE, primero porque el PP ha mantenido un alto suelo de votos (no consiguió muchos más en 2011 que cuando perdió en 2008) y además, la crisis económica le ha beneficiado claramente. El PSOE, con un suelo de siete millones de votos, no puede ganar unas elecciones, necesita recuperar los votos perdidos (en su inmensa mayoría votos progresistas), y esa recuperación de la confianza no la va a obtener a no ser que se tome en serio el análisis de los errores y que nuevas caras y nuevos programas surjan de esa discusión.
Muchas gracias.
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