lunes, 15 de septiembre de 2014

Ya tengo setenta años, ¿y ahora, qué?

Ya se sabe que lo peor de una fiesta es el día de después. Y ese día inexorablemente llegó.
Primero con un aviso recordatorio de los años cumplidos: una colonoscopia que tenía prevista tiempo atrás. Por si acaso se me había olvidado la edad.

También llegó la resaca de tanta fiesta. Una resaca con dos caras; por un lado un sinfín de recuerdos, "vamos a ver las fotos de la fiesta", de felicitaciones de amigos contándome lo bien que se lo habían pasado, de dificultades para conciliar el sueño, de emociones y de cansancio físico de tanta celebración, tanta comida, tanto alcohol --un recordatorio de que el cuerpo no perdona.  Por otro, la satisfacción de lo conseguido, la conciencia de que todo lo que vale la pena cuesta esfuerzo y dedicación, el agradecimiento a los que, como Luis, me ayudaron a que todo fuese más fácil, el placer de sentirme a gusto, cansado, feliz, tanto casi como mi amigo Antonio.

Y ahora a continuar. Mañana a levantarme a las siete y media para ir al gimnasio; es mi manera de disciplinarme-- yo que suelo ser bastante anarquista en ese terreno. A continuar haciendo lo que me interesa: leer, seguir la política de este país y, sobre todo, la educación.  Seguir con mi blog y mis otros proyectos con la misma ilusión que les he puesto siempre en mi ya larga vida. Continuar haciendo planes, como si tuviera toda la vida por delante ¿o es que acaso no la tengo?

Y como siempre, volver a mis raíces, seguirlas regando para que crezcan y fructifiquen. Cuidar de mis amigos, dejar que ellos cuiden de mí y dedicarles el tiempo que haga falta para que sigamos disfrutando de esa mutua compañía.

Y no olvidarme de transmitir, a aquellos que están interesados en conocer mi experiencia, todo lo que sé, lo que he aprendido con no pocas dificultades. Tanto en educación, a la que he dedicado muchísimos años de mi vida, como en otros temas en los que sabemos más por "viejos".

Y en ese panorama, como veis arduo, difícil y complejo, también está mi familia, mis hijas, mis yernos --para ir a ver un partido de baloncesto con Manu, por ejemplo--, y especialmente mis nietos.
¿Pensáis que tendré tiempo suficiente para tanta tarea?  Yo espero que sí.

Muchas gracias.

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