miércoles, 26 de octubre de 2011

El relato

Todos los que estamos interesados en lo que ocurre en nuestro país nos hemos visto obligados a incluir una nueva palabra en nuestro vocabulario habitual: el "relato". Desde que ETA proclamara el pasado jueves el cese de su actividad criminal, los medios de comunicación, los "tertulianos", los dirigentes políticos, las víctimas del terrorismo y todo aquel que lanza al aire su opinión sobre lo que está pasando, sobre el nuevo tiempo que se ha abierto en el País Vasco, pontifica sobre la batalla del relato.

Me vais a perdonar pero yo no veo la importancia de este asunto. Va a haber dos relatos, ¿alguien lo duda? De la misma manera que setenta años sigue habiendo dos relatos, o incluso más, sobre la guerra civil. ¿Es que alguien cree que ETA --en algún momento-- va a reconocer que se equivocó?  Eso lo harán, y pedirán perdón, muchos de los implicados en esos asesinatos -como ya han empezado a hacerlo-- a nivel individual, al comprender lo erróneo de sus antiguas creencias. Pero no ETA, y no los que han crecido al calor de esos asesinatos: la llamada "izquierda abertzale".

Lo importante no es discutir el relato, sino que los partidos políticos democráticos, los ciudadanos que hemos vivido este horror durante tantos años, no olvidemos el pasado y actuemos unidos, siempre en defensa del estado de derecho y de la democracia.

Eso sí, sin prisas. Tiene gracia que quienes han tardado más de cuarenta años en decidir que abandonan su actividad criminal quieran ahora que los que hemos estado todo ese tiempo sufriendo sus actuaciones actuemos con rapidez, bajo la disculpa de que la situación ha cambiado.  Es cierto que la situación ha cambiado, y ese es un gran triunfo de la democracia, pero lo que no está claro que haya cambiado --porque pasar de ser asesino a ciudadano cuesta mucho-- es la mentalidad de los terroristas y de todos los que les han apoyado estos años. Eso lo estamos viendo todos los días con las actitudes que, en el País Vasco, tienen los miembros de Bildu.

Así que, démosles tiempo para que reflexionen y que se dediquen a la política en vez de disparar en la nuca a ciudadanos indefensos. Nada mejor que la actividad política para que esa parte importante de la ciudadanía vasca que apoya a Bildu valore a sus líderes en base a lo que les aporta su gestión, y no con criterios ideológicos, de victimismo o de "gudaris vascos".  La política es servicio a los ciudadanos, y es en ese campo donde se podrá valorar a la "izquierda abertzale".

Y ahora lo que toca es elegir al próximo gobierno que nos saque de la crisis. Y para ello tenemos que votar a los que mejor lo puedan hacer, preservando el nivel de bienestar social que tanto nos ha costado conseguir.

Muchas gracias.

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