miércoles, 11 de noviembre de 2015

Ocho meses sin escribir

Queridos lectores, más bien amigos: Os he abandonado durante ocho meses. Probablemente os haya hecho un favor al evitaros leer mis disquisiciones.

Lo cierto es que los temas sobre los que solía hacer mis comentarios, especialmente la situación política y la educación, se han vuelto tan vomitivos últimamente que no me animaban a escribir.

Hemos entrado en una fase en que el hartazgo es total y las esperanzas de que cambie no son muchas ni muy estimulantes. Por eso, y también por cierta vaguería congénita mía, os he dejado huérfanos.

¿Qué ha cambiado?, os preguntaréis, con razón. Pues nada, no ha cambiado nada; todo sigue igual de podrido. El que ha cambiado he sido yo que, pasado mañana, me voy a hacer un largo viaje por Tailandia, Vietnam y Camboya, donde estoy seguro que encontraré anécdotas e historias que valdrán la pena compartir.

Esa es la razón de mi vuelta al blog. Contaros mi viaje, historias que espero os saquen de la rutina unos momentos y que os puedan producir incluso alguna sonrisa.

Vale ya de Cataluña, de las manifestaciones grandilocuentes sin significado alguno, de las llamadas a la unidad de España. Ya solo nos falta que nos recuerden lo de "España, una grande y libre".

Yo me voy de aquí unas semanas y espero poder ayudaros, amigos, a que también podáis escaparos de esta algarabía siquiera unos minutos.

¡Viva España! ¡Viva Cataluña! No, por favor. ¡Viva Vietnam o Camboya o las Islas Seychelles! Cualquier sitio donde no tengamos que oír tantos lugares comunes y tantas sandeces.

Muchas gracias. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario