Si un escritor, un guionista o un director de cine estuviese buscando una historia que contar lo tendría muy fácil si se viniese a España y siguiera, durante unos días, la actividad política del país. Sirvan como muestra, estos dos esquemas de guiones que os propongo:
1. El protagonista es una organización dedicada a la lucha contra las injusticias y a denunciar la corrupción en el país. Se llama "Manos limpias", un nombre muy apropiado en un país donde tantos tienen las manos muy sucias. Se autodefine como sindicato, para tratar así de prestigiar el nombre algo desvaido de la acción sindical.
A través de sus acciones consigue sentar en el banquillo de los acusados a personajes tan importantes como la hermana y el cuñado del rey. La ciudadanía asiste con sorpresa a la labor de limpieza que está realizando en la política española. A veces alguno, quizás mal pensado o poco informado, se pregunta quien es realmente este "sindicato", de dónde sacan el dinero para llevar a cabo las investigaciones y los procesos judiciales. Pero esas dudas se abandonan ante la eficacia de su trabajo. ¡ Que buena es esta gente!
Introducimos un plano en negro, o una disgresión en la novela y aparecen los dirigentes de la organización detenidos. Era un "sindicato" sí, pero del crimen, una organización que se dedicaba a extorsionar, a chantajear y si no aceptabas el trato que te ofrecían te llevaban a los tribunales. Parece ser que habían pedido tres millones y medio de euros por no acusar a la infanta. Esa paradoja, consistente en que sean unos criminales quienes descubran otros actos delictivos no es mal argumento para una película de "gansters".
2. El protagonista es un político muy conocido. Tiene una larga trayectoria en uno de los grandes partidos del país. Es bien parecido, inteligente, con una vena populista que le permite disfrazarse de Elvis Presley en un carnaval o cantar una canción en una fiesta. Está en lo alto de su carrera, se rumorea la posibilidad de que pudiera ser el próximo candidato a la presidencia del gobierno por su partido.
De nuevo plano en negro. Aparecen en la prensa informaciones que le relacionan con negocios y dinero en paraísos fiscales. No tarda un segundo en salir a negar toda relación con esas informaciones. Las explicaciones empiezan a ser cada día más extrañas y contradictorias.
La ciudadanía trata de creer en lo que dice, de confiar en que si lo dice de manera tan categórica, sera verdad. Pasan las horas y las mentiras crecen como la nariz de Pinocho. Ya nadie se lo cree. El político dimite.
Pero no dimite porque haya hecho nada ilegal, porque haya llevado dinero a paraísos fiscales. Dimite porque no ha sabido explicar bien su situación y no hemos sido capaces de entenderle. Y, claro, no quiere perjudicar a su partido. Se va de la política. Supongo a dedicarse a lo que siempre se ha dedicado: a sus negocios.
Bien, pues esto es España. Un país de risa. ¿Nos lo merecemos los españoles? Yo creo que no. Porque mientras esto ocurre hay mucha gente que lo está pasando mal. ¿Se podría evitar? Creo que sí, que algo se podría hacer. Por ejemplo, evitar que siga gobernando Rajoy. Y no me queda más remedio que volver a repetir la pregunta que me hacía ayer ¿Pablo, vas a dejar que siga gobernando Rajoy, al menos otros cinco meses, y quizás cuatro años mas? Esa es la pregunta a la que tienes que responder.
Muchas gracias.
1. El protagonista es una organización dedicada a la lucha contra las injusticias y a denunciar la corrupción en el país. Se llama "Manos limpias", un nombre muy apropiado en un país donde tantos tienen las manos muy sucias. Se autodefine como sindicato, para tratar así de prestigiar el nombre algo desvaido de la acción sindical.
A través de sus acciones consigue sentar en el banquillo de los acusados a personajes tan importantes como la hermana y el cuñado del rey. La ciudadanía asiste con sorpresa a la labor de limpieza que está realizando en la política española. A veces alguno, quizás mal pensado o poco informado, se pregunta quien es realmente este "sindicato", de dónde sacan el dinero para llevar a cabo las investigaciones y los procesos judiciales. Pero esas dudas se abandonan ante la eficacia de su trabajo. ¡ Que buena es esta gente!
Introducimos un plano en negro, o una disgresión en la novela y aparecen los dirigentes de la organización detenidos. Era un "sindicato" sí, pero del crimen, una organización que se dedicaba a extorsionar, a chantajear y si no aceptabas el trato que te ofrecían te llevaban a los tribunales. Parece ser que habían pedido tres millones y medio de euros por no acusar a la infanta. Esa paradoja, consistente en que sean unos criminales quienes descubran otros actos delictivos no es mal argumento para una película de "gansters".
2. El protagonista es un político muy conocido. Tiene una larga trayectoria en uno de los grandes partidos del país. Es bien parecido, inteligente, con una vena populista que le permite disfrazarse de Elvis Presley en un carnaval o cantar una canción en una fiesta. Está en lo alto de su carrera, se rumorea la posibilidad de que pudiera ser el próximo candidato a la presidencia del gobierno por su partido.
De nuevo plano en negro. Aparecen en la prensa informaciones que le relacionan con negocios y dinero en paraísos fiscales. No tarda un segundo en salir a negar toda relación con esas informaciones. Las explicaciones empiezan a ser cada día más extrañas y contradictorias.
La ciudadanía trata de creer en lo que dice, de confiar en que si lo dice de manera tan categórica, sera verdad. Pasan las horas y las mentiras crecen como la nariz de Pinocho. Ya nadie se lo cree. El político dimite.
Pero no dimite porque haya hecho nada ilegal, porque haya llevado dinero a paraísos fiscales. Dimite porque no ha sabido explicar bien su situación y no hemos sido capaces de entenderle. Y, claro, no quiere perjudicar a su partido. Se va de la política. Supongo a dedicarse a lo que siempre se ha dedicado: a sus negocios.
Bien, pues esto es España. Un país de risa. ¿Nos lo merecemos los españoles? Yo creo que no. Porque mientras esto ocurre hay mucha gente que lo está pasando mal. ¿Se podría evitar? Creo que sí, que algo se podría hacer. Por ejemplo, evitar que siga gobernando Rajoy. Y no me queda más remedio que volver a repetir la pregunta que me hacía ayer ¿Pablo, vas a dejar que siga gobernando Rajoy, al menos otros cinco meses, y quizás cuatro años mas? Esa es la pregunta a la que tienes que responder.
Muchas gracias.
Querido Emilio, qué pasa, el único que en una de esas contesta es Pablo? Pedro no se pone, de Albert nos falta el teléfono...? Pedirle responsabilidad a Pablo en esto es, cuanto menos, naif.
ResponderEliminarMe repito, un análisis que vaya un poco más allá que lo que hace la prensa dominante (y machacona en el punto) mostrará quiénes son los verdaderos responsables de que Rajoy tenga otra chance: los que de entrada se decidieron por un gobierno de centro-derecha, solamente permitido por Podemos; los que comenzaron este proceso pidiéndoles a sus bases que refrenden su línea de acuerdo con esa creación del IBEX 35, antes de cualquier otra cosa. Qué diferencia con la pregunta que le está formulando Podemos a sus bases: prefieres esto o lo otro? Tú que hubieras votado si aquella pregunta de Sánchez hubiera tenido alternativas...?
Hubo luego de estas elecciones la posibilidad de un verdadero cambio progresista, y era, en principio, por cuestiones de escaños mucho más fácil de alcanzar que la que eligió el PSOE. Se la cargó éste entregando (una vez más?) sus banderas al liberalismo que ha llevado a este país adonde está. Porque ahí está ese 30% de "no coincidencia". Eso es lo que tiene que refrendar Podemos? Que siga la austeridad? Con el único aliciente de impedir que Rajoy siga ahí, pero al mismo tiempo desapareciendo como alternativa de izquierdas? Y aquí, en este último punto, es donde reside también la clave de esta escenificación teatral que está llevando adelante el PSOE. Hace rato que parecieran haber decidido que si logran convencer a muchos votantes progresistas de que la culpa de este fracaso es de Podemos, si no logran formación de gobierno por su falta de apoyo, ganan igual. Entonces, antes que nada, no les demos el gusto. Que los posibles errores tácticos de Podemos no nos impidan ver el bosque que está detrás.
Un gran abrazo, tu amigo Carlos