miércoles, 27 de abril de 2016

Repetir las elecciones

Ese es el resultado al que han llegado nuestros políticos, después de cuatro meses sin ser capaces de formar gobierno, y de echarse las culpas unos a otros. Y digo "repetir" porque parece que nada va a cambiar: tendremos los mismos candidatos y los mismos programas electorales. Votamos para que nuestros representantes formaran un gobierno de cambio, y como no les ha gustado lo que votamos nos obligan a volverlo a hacer.

Para evitar que vuelva a ocurrir lo mismo los partidos deberían contarnos en su campaña qué piensan hacer si la situación del 20 D se vuelve a repetir, con que criterios intentarían pactar, con quien, qué tipo de gobierno... Ya hemos visto lo que han hecho en estos cuatro meses, y lo tendremos en cuenta en el momento de votar, pero sería bueno que nos explicasen mejor esos aspectos de la política que tanto pueden afectar en el futuro. Está por ver que lo hagan.

De todas formas, tenemos ya un primer resultado de lo que han hecho hasta ahora: prolongar el gobierno de Rajoy siete u ocho meses más. ¿De quien ha sido la "culpa"? Según cada partido los responsables son los otros. Cada ciudadano los juzgará con sus propios criterios y lo tendrá en cuenta cuando vaya a votar.

Pongámonos en situación y tratemos de analizar qué resultados pueden obtenerse en esta repetición electoral:

- Que suba la derecha (PP y Ciudadanos) lo suficiente para que pudieran conseguir mayoría de gobierno. En este momento tienen 163 diputados (123 del PP y 40 de Ciudadanos) que se quedan a 13 de la mayoría absoluta. Un aumento por un lado, o por los dos, colocaría sobre la mesa esa posibilidad, que el PP no dejaría pasar (con Rajoy o sin él). Gana Rajoy

- Que suba Podemos y baje el PSOE (no olvidemos que el incremento de Podemos solo puede venir del PSOE o de Izquierda Unida) y se produzca el tan esperado "sorpasso". El número total de escaños no sería mucho mayor que el actualmente existente: 161. Seguiría sin llegar a la mayoría necesaria  y lo más probable es que el PSOE se desvinculase de ese posible acuerdo (no lo ha querido siendo la fuerza mayoritaria). También gana Rajoy.

- Que todo se mantenga más o menos igual, escaño arriba o abajo. Volveríamos a estar en una situación parecida a la actual y, ¿ a repetir las elecciones otra vez?

Unas nuevas elecciones no tienen más que dos posibles salidas: se refuerza la derecha y las políticas del Partido Popular o volvemos a la casilla de salida. Y es que con la correlación de fuerzas existentes (cuatro partidos con importante representación parlamentaria, y uno de ellos-el Partido Popular- mayoritario) no hay más que dos posibles gobiernos: uno formado por dos partidos, siendo el PP uno de ellos (PP- Ciudadanos o PP-PSOE) o un gobierno de progreso formado por los otros tres partidos (Ciudadanos, PSOE y Podemos). . Es un sencillo problema aritmético y si no es así, las cuentas no salen.

Muchas gracias.

viernes, 22 de abril de 2016

Rajoy, ¿en funciones?

Ayer el ministerio de Educación, Cultura y Deporte convocó una reunión técnica con las comunidades autónomas para organizar la prueba de evaluación final de la educación primaria, acción prevista en la Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa (LOMCE). De las diecisiete comunidades autónomas solo asistieron siete; probablemente la convocatoria menos concurrida de la historia.

Y esa ausencia generalizada no fue fruto de la casualidad o de las agendas complicadas de los convocados, sino del rechazo que produce la LOMCE. De esas once comunidades, siete ya habían señalado que no van a hacer esa evaluación por razones muy explícitas: la confección de la prueba no reúne las garantías necesarias, tampoco está clara la finalidad que busca y se teme que sirva para crear un ranking entre los centros públicos. estableciendo una clasificación que luego se haga pública.

A pesar de que la LOMCE es rechazada por los partidos de la oposición, que, si se hubiera formado gobierno entre el PSOE, Ciudadanos y Podemos, probablemente hoy estaría ya derogada, y que con casi total seguridad lo será en los próximos meses, el gobierno de Rajoy "en funciones" se empeña en ponerla en marcha.

Y es que el concepto de "gobierno en funciones" tiene muchas acepciones para Rajoy y sus ministros:

- Si la oposición pide una comparecencia en el Congreso para que el gobierno explique por qué se ha mantenido en su seno a un tipo como Soria, con empresas en paraísos fiscales, el gobierno está en "funciones" y no acude.

- Si hay que hacer un recorte de 20.000 millones de euros, que van a debilitar aún más las condiciones de vida de los ciudadanos, el sistema de salud y la educación, el gobierno no está en funciones, sino que actúa.

- Si Podemos o el PSOE pide que comparezca ante una comisión Garcia Margallo o Montoro, para aclarar alguna de las acciones de su departamento, el gobierno está en "funciones" y no tiene por qué dar explicaciones.

- Pero si se trata de presionar a las comunidades autónomas para que recorten beneficios sociales, en detrimento de los ciudadanos, el gobierno está cumpliendo con su función.

Como veis, todo claro. Y si tenéis alguna duda, no preocuparos porque Rajoy, con la elocuencia que le caracteriza, os lo explicará rápidamente. Acordaros de "por las carreteras tienen que ir coches y de los aeropuertos tienen que salir aviones" o "es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde" o mejor aún "España es un gran país que hace cosas importantes y tiene españoles".

Pues bien, con esa claridad y esa habilidad retórica nuestro presidente nos explicará que "estar en funciones es hacer lo que me sale de los cojones".  En verso.

Muchas gracias.

lunes, 18 de abril de 2016

Ganó Rajoy

Pablo Echenique, secretario de organización de Podemos, informó esta mañana sobre los resultados de la consulta hecha a los inscritos. No hubo ninguna sorpresa: el 88,2 por 100 votaron NO al acuerdo PSOE-Ciudadanos y el 91,7 por 100 votó SI al "gobierno a la valenciana". ¿Alguien esperaba un resultado muy diferente? Con esta información Podemos daba por finalizada la campaña de marketing político que ha desarrollado estas semanas, con el objetivo de justificar su posición: ir a nuevas elecciones.

Hagamos un esfuerzo, uno más, por analizar la situación creada por los resultados del 20 D:

- Cuatro partido tenían escaños suficientes para tratar de influir en la composición del nuevo gobierno: PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.

- El Partido Popular, por su reciente trayectoria en el gobierno y por el nivel estructural de la corrupción que lo mina, no tenía ninguna opción de gobernar. Se vio desde el principio y Rajoy--como consecuencia de esa imposiblidad de llegar al gobierno-- estableció una estrategia (muy de su estilo) de no hacer nada y esperar a ver el cadáver de sus contrincantes pasar por delante de su puerta.

- La pelota estaba, pues, en el tejado de los otros tres partidos. De entrada se había conseguido un éxito : separar a Ciudadanos de su aliado natural.

- ¿Qué opciones se abrían?: Un gobierno apoyado de alguna manera (abstención, apoyo en la investidura, entrada en el gobierno....) por los tres partidos o un gobierno de coalición PSOE-Podemos. Así se ha querido plantear desde un principio, pero se trata de un planteamiento falso.
La opción de gobierno de coalición PSOE-Podemos no es real. Los números no dan. Aporta 159 diputados y para tener la mayoría se necesitan 176. Los 17 que faltan se supone que deberían venir de partidos como PNV o Democracia y Libertad (que, a no ser de que yo esté mal informado, tienen poco de progresistas) o como Esquerra Republicana, claramente independentista (y que ya ha señalado reiteradamente que solo va a participar en el Congreso en aquellos temas que afecten a la independencia de Cataluña). Y lo que es peor, en el supuesto de que estuviesen  de acuerdo en apoyar ese gobierno, se convertían en claves para la gobernabilidad del país. Podemos no ha querido hablar de esto, pero esa es la realidad.

- Por tanto, solo había una opción: tratar de llegar a un acuerdo entre los tres, PSOE, Podemos y Ciudadanos. Obviamente ese acuerdo no nos gusta a nadie, no es lo que habríamos querido, pero es la única alternativa a que siga gobernando Rajoy. El acuerdo requiere pactar, discutir, ceder, buscar los puntos comunes --habría muchos en el terreno de la regeneración democrática--, buscar, como pasa con la propia democracia, la solución menos mala. Ese es el trabajo de los políticos. Las opciones son múltiples, pero bastaría con aprobar un programa común y un compromiso de llevarlo a la práctica con clausulas de moción de censura si no se cumple. Podemos no ha querido tomar ese camino.

Adónde nos ha llevado esta actuación incomprensible de Podemos: a unas nuevas elecciones, en las que el mayor beneficiado va a ser el Partido Popular, según todas las encuestas, y donde la coalición PP- Ciudadanos (hoy imposible) se puede convertir en realidad.  Es decir, tener un gobierno de derechas para otros cuatro años.

Podemos suele explicar, para justificar su negativa a llegar a un acuerdo en el que esté Ciudadanos, que la política económica de esa formación es la del Ibex 35. Bueno, dicho así suena bonito, pero ¿es posible cambiar mucho la política económica dentro del euro y de la UE?  Acordémonos de Txipras y Syriza.

Seamos serios y pensemos más en los ciudadanos y menos en los intereses de partido.

Muchas gracias.

viernes, 15 de abril de 2016

Un país de risa

Si un escritor, un guionista o un director de cine estuviese buscando una historia que contar lo tendría muy fácil si se viniese a España y siguiera, durante unos días, la actividad política del país. Sirvan como muestra, estos dos esquemas de guiones que os propongo:

1. El protagonista es una organización dedicada a la lucha contra las injusticias y a denunciar la corrupción en el país. Se llama "Manos limpias", un nombre muy apropiado en un país donde tantos tienen las manos muy sucias. Se autodefine como sindicato, para tratar así de prestigiar el nombre algo desvaido de la acción sindical.

A través de sus acciones consigue sentar en el banquillo de los acusados a personajes tan importantes como la hermana y el cuñado del rey. La ciudadanía asiste con sorpresa a la labor de limpieza que está realizando en la política española. A veces alguno, quizás mal pensado o poco informado, se pregunta quien es realmente este "sindicato", de dónde sacan el dinero para llevar a cabo las investigaciones y los procesos judiciales. Pero esas dudas se abandonan ante la eficacia de su trabajo. ¡ Que buena es esta gente!

Introducimos un plano en negro, o una disgresión en la novela y aparecen los dirigentes de la organización detenidos. Era un "sindicato" sí, pero del crimen, una organización que se dedicaba a extorsionar, a chantajear y si no aceptabas el trato que te ofrecían te llevaban a los tribunales. Parece ser que habían pedido tres millones y medio de euros por no acusar a la infanta. Esa paradoja, consistente en que sean unos criminales quienes descubran otros actos delictivos no es mal argumento para una película de "gansters".

2. El protagonista  es un político muy conocido. Tiene una larga trayectoria en uno de los grandes partidos del país. Es bien parecido, inteligente, con una vena populista que le permite disfrazarse de Elvis Presley en un carnaval o cantar una canción en una fiesta. Está en lo alto de su carrera, se rumorea la posibilidad de que pudiera ser el próximo candidato a la presidencia del gobierno  por su partido.

De nuevo plano en negro. Aparecen en la prensa informaciones que le relacionan con negocios y dinero en paraísos fiscales. No tarda un segundo en salir a negar toda relación con esas informaciones. Las explicaciones empiezan a ser cada día más extrañas y contradictorias.
La ciudadanía trata de creer en lo que dice, de confiar en que si lo dice de manera tan categórica, sera verdad. Pasan las horas y las mentiras crecen como la nariz de Pinocho. Ya nadie se lo cree. El político dimite.
Pero no dimite porque haya hecho nada ilegal, porque haya llevado dinero a paraísos fiscales. Dimite porque no ha sabido explicar bien su situación y no hemos sido capaces de entenderle. Y, claro, no quiere perjudicar a su partido. Se va de la política. Supongo a dedicarse a lo que siempre se ha dedicado: a sus negocios.

Bien, pues esto es España. Un país de risa. ¿Nos lo merecemos los españoles? Yo creo que no. Porque mientras esto ocurre hay mucha gente que lo está pasando mal. ¿Se podría evitar? Creo que sí, que algo se podría hacer. Por ejemplo, evitar que siga gobernando Rajoy. Y no me queda más remedio que volver a repetir la pregunta que me hacía ayer ¿Pablo, vas a dejar que siga gobernando Rajoy, al menos otros cinco meses, y quizás cuatro años mas? Esa es la pregunta a la que tienes que responder.

Muchas gracias.



jueves, 14 de abril de 2016

¿Queremos un gobierno de Rajoy?

Terminaba ayer mi entrada planteando por qué Pablo Iglesias no había preguntado a sus inscritos, entre los que me incluyo: "¿queremos un gobierno de Rajoy?". Ante las dudas que han suscitado mis argumentos en alguno de mis lectores, vuelvo sobre el tema.

Conviene recordar que las elecciones se celebraron el 20 de diciembre, después de cuatro años de gobierno del Partido Popular, que han aumentando significativamente las dificultades de la ciudadanía más desfavorecida del país: ha aumentado el nivel de pobreza, los salarios han bajado y los pocos empleos que se han creado son precarios.

Esa situación es la que los electores pretendíamos cambiar: desde la izquierda o la extrema izquierda, el independentismo o la derecha más civilizada. Los resultados están ahí y es a los políticos a los que corresponde resolver la situación.

¿Sobre qué deberían discutir? Para mí es claro: sobre la manera de formar un gobierno que saque del poder a Rajoy y desarrolle un proceso de regeneración de la vida pública que permita que los ciudadanos volvamos a confiar en nuestros representantes.

Y eso, ¿desde una política estrictamente de izquierdas?  Bueno, no es ese el asunto principal.  Hay que conseguir el máximo apoyo a un gobierno que pueda llevar a cabo las reformas necesarias.  Con las fuerzas políticas existentes en el Congreso, eso significa un gobierno en el que participen de alguna manera (simplemente apoyándolo en la investidura o participando en su interior) tanto Partido Socialista, como Podemos y Ciudadanos. Y --más importante-- es que se trata de una solución posible. El Partido Socialista reconoce estar de acuerdo con el setenta por ciento de las propuestas realizadas por Podemos. ¿Dónde está el problema?

En el poder, "querido Sancho". Ese es el problema, el reparto de sillones. Para mi la Presidencia, para mi la Vicepresidencia, yo quiero unos ministerios.... Y esa es la razón por la que los ciudadanos debemos exigir que los políticos hagan su trabajo, que lleguen a un acuerdo. Por eso debemos amenazarles con la posibilidad de no votarlos si no lo consiguen.

Es ahora y no dentro de unos meses cuando se puede echar del gobierno a Rajoy, a sus políticas y a su corrupción. Probablemente los acuerdos a los que se lleguen no sean los óptimos y no cumplan con las esperanzas que teníamos de "asaltar los cielos", pero sin ninguna duda serán mejores que dejar que Rajoy siga gobernando.

La celebración de nuevas elecciones no aportará nada nuevo, quizás una importante abstención y un mayor porcentaje de votos al Partido Popular que les permita formar gobierno con el apoyo de Ciudadanos. ¿Es eso lo que queremos?

Pablo, es probable que unas nuevas elecciones te den un porcentaje mayor de votos -- no estoy nada seguro, sino más bien de lo contrario--, pero nunca serán los suficientes para "asaltar los cielos", y sí para que gobierne el PP. ¿Es eso lo que quieres?

¿Por qué no hablamos de estos temas en las comunicaciones que nos mandas a los inscritos? ¿Es que solamente estamos capacitados para opinar sobre si queremos el pacto de Ciudadanos con el PSOE, que está abierto a cambios, o ese pacto de la izquierda que no sabemos muy bien en que consiste porque no existe?

Hay que ser serios y asumir lo que las urnas han decidido; se trata de la voluntad de los ciudadanos, y está por encima de personalismos, políticas de partido o ansias de poder.

Muchas gracias.







martes, 12 de abril de 2016

Si vuelve a haber elecciones, ¡no votar!

El pasado 20 de diciembre votamos los españoles. El resultado se puede leer, y de hecho se está leyendo, de muchas maneras, pero hay un dato incontestable: más del 70 por 100 de la población votó en contra de la política de Rajoy y el Partido Popular; dicho de otro modo, votó porque se produjera un cambio de gobierno y de políticas.

Una vez que los ciudadanos hicimos nuestro trabajo, que es votar, llegó el momento de que los políticos elegidos hicieran el suyo. Han pasado ya casi cuatro meses y el trabajo no se ha hecho. No tenemos gobierno del cambio y, lo que es peor, seguimos teniendo gobierno de Rajoy.

Tres son los partidos que debían negociar ese gobierno: Partido Socialista, Ciudadanos y Podemos. Hemos visto esfuerzos y negociación por parte de los dos primeros --han llegado a un acuerdo político--, pero no hemos visto más que marketing en el lado de Podemos.

Somos muchos los ciudadanos que pensamos que la situación, verdaderamente angustiosa para muchas familias, exige un esfuerzo extraordinario por parte de los políticos para que se pongan de acuerdo. No se trata de una tarea imposible; mucho más difícil fue la negociación de la Constitución, por ejemplo, o algunos gobiernos de coalición que vemos frecuentemente en países europeos de nuestro entorno.

¿Por qué no se ponen de acuerdo nuestros políticos? Podríamos enumerar muchas razones, que al menos a mí se me ocurren (una de ellas, y no banal, los egos y el aprecio por el ejercicio del poder), pero no es eso lo importante. Lo importante, lo esencial es que tienen la obligación de pactar, de ponerse de acuerdo y formar un gobierno de cambio.

Si no son capaces que se dediquen a otra cosa y no se rían de la ciudadanía. Parece como si fuéramos los ciudadanos los que nos hemos equivocado al votar; son ellos los que no están a la altura de sus obligaciones.

Y por si acaso algún listillo (que los hay) esté jugando a la estrategia de ir a nuevas elecciones porque sus "estudios de mercado" le dicen que ganaría más votos, deberíamos dejar claro que si hay nuevas elecciones los ciudadanos progresistas no vamos a votar. Propongo que lancemos, cada uno en lo que pueda, una campaña bajo el lema "Si hay nuevas elecciones no vayas a votar".

Sí, ya sé que me va a decir alguno que eso beneficia al Partido Popular. De momento ya le han beneficiado con cinco meses más de gobierno (y encima sin ningún tipo de control del Congreso) y si hay nuevas elecciones contará con otros cinco meses más.

Que los que juegan a boicotear la formación de un gobierno del cambio sepan que de momento han proporcionado cinco meses más de gobierno de Rajoy, que si van a nuevas elecciones ya serán diez, y la seguridad de un gobierno de derechas para otros cuatro años.

Pablo, ¿por qué no nos preguntas a los que estamos inscritos en Podemos si queremos un gobierno de Rajoy otros cinco meses y seguramente cuatro años más? Creo, sinceramente, que ésta es la pregunta necesaria y la respuesta sería obviamente abrumadora.

Muchas gracias.