Que el profesorado es un elemento esencial para que un sistema educativo sea eficiente y consiga buenos resultados es un hecho admitido por todos los integrantes de la comunidad educativa y, especialmente, por todos los expertos en educación, sean del color político que sean.
Que el profesorado en nuestro país --y fundamentalmente el de Secundaria-- tiene importantes problemas de formación, tanto inicial como continua, es un hecho bastante aceptado. Como consecuencia de ello proliferan los análisis de las medidas que se deberían adoptar para mejorar esa formación. Nuestro sistema educativo necesita profesores bien formados, con experiencia y valorados socialmente.
Ignacio González, presidente de la comunidad de Madrid, ha expuesto su solución al problema: que cualquier licenciado, aunque no tenga formación pedagógica, pueda trabajar como maestro. Los expertos en educación de este país han puesto el grito en el cielo, "vaya desatino", "es retroceder cien años", "no tiene sentido"... ¿Se imaginan a una persona sin formación pedagógica, pero sabiendo mucho de química, atender a una clase de infantil de 3 o 4 años?
La ignorancia de Ignacio González sobre educación le ha llevado a meter la pata, podría pensar uno. Si bien es cierto que el desconocimiento del Sr. González en temas educativos es total, me permito dudar que esa sea la razón de su desatino.
En mi opinión hay otras razones de peso que le llevan a afirmar lo anterior:
Que el profesorado en nuestro país --y fundamentalmente el de Secundaria-- tiene importantes problemas de formación, tanto inicial como continua, es un hecho bastante aceptado. Como consecuencia de ello proliferan los análisis de las medidas que se deberían adoptar para mejorar esa formación. Nuestro sistema educativo necesita profesores bien formados, con experiencia y valorados socialmente.
Ignacio González, presidente de la comunidad de Madrid, ha expuesto su solución al problema: que cualquier licenciado, aunque no tenga formación pedagógica, pueda trabajar como maestro. Los expertos en educación de este país han puesto el grito en el cielo, "vaya desatino", "es retroceder cien años", "no tiene sentido"... ¿Se imaginan a una persona sin formación pedagógica, pero sabiendo mucho de química, atender a una clase de infantil de 3 o 4 años?
La ignorancia de Ignacio González sobre educación le ha llevado a meter la pata, podría pensar uno. Si bien es cierto que el desconocimiento del Sr. González en temas educativos es total, me permito dudar que esa sea la razón de su desatino.
En mi opinión hay otras razones de peso que le llevan a afirmar lo anterior:
- La primera y fundamental es que la educación, especialmente la pública, no le importa nada. Medidas de ese tipo se han adoptado en situaciones límites, cuando no había el profesorado adecuado, como durante guerras o situaciones similares o en países atrasados, con poco capital humano formado. Hace más de cincuenta años que ningún país de nuestro entorno adopta medidas de ese tipo, porque no son beneficiosas para el sistema educativo. Eso lo sabe González pero no le importa porque no pretende mejorar el sistema educativo público como ha venido demostrando durante muchos años, incluida la etapa en que fue Subsecretario del Ministerio de Educación.
- La segunda es que una medida de ese tipo responde a la concepción que tiene sobre la educación: memorística, basada en los conocimientos y elitista, necesaria tan solo para los mejores, y al resto cuanto menos educación mejor.
- Y por último, le viene muy bien para resolver un problema concreto que tiene: contratar a personal sin formación pedagógica, pero con inglés, para sus pretendidos colegios bilingües.
Las peleas internas en el Partido Popular han permitido que el ministro Wert, que no es de la cuerda de González, haya hecho oidos sordos a la propuesta. No estoy seguro de que los madrileños, a pesar de todo, no terminen sufriéndola.
Muchas gracias.
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