Como era de esperar, el Tribunal Supremo ha dictaminado que los colegios que discriminan por rzón de sexo no pueden recibir subvenciones del Estado, es decir, no pueden ser colegios concertados. La razón es obvia: la LOE prohibe la discriminación por razones de sexo a la hora de establecer conciertos.
No debemos olvidar que los setenta centros de este tipo que existen en España son todos ellos propiedad de organizaciones, como el Opus Dei o "los kikos", cuyas razones para separar a chicos y chicas a la hora de escolarizarlos nada tienen que ver con motivos pedagógicos. Separan por razones puramente ideológicas consecuencia de sus concepciones religiosas radicales.
El ministro Wert ha salido rápidamente en defensa de estos centros argumentando que no existe discriminación, para lo que se ha apoyado en un documento de la UNESCO firmado por España en 1961. Una vez más el ministro Wert ha acudido a sus fuentes de información educativa : el sistema educativo de los años sesenta (lo que acostumbro a llamar en este blog "la ley Moyano"), es decir, el sistema educativo del franquismo, que es el que el ministro vivió y que parece que le fué muy bien.
No podía faltar en este plato la salsa de "la Espe". Rapidamente, antes de que nadie se le pueda adelantar, ha defendido la posición del ministro Wert --su correligionario neoliberal--, y ha puesto como ejemplo a Inglaterra, dónde existen centros que discriminan por sexo. Eso sí se le ha olvidado decir que son privados y que no reciben un duro del dinero público. Esa es la diferencia.
Y lo que es peor en este desaguisado es que el ministro y su equipo cambiarán la ley para que los Opus Dei y demás sectas religiosas puedan seguir recibiendo dinero de los contribuyentes. Mientras tanto continuarán los recortes en la educación publica.
Muchas gracias.
No debemos olvidar que los setenta centros de este tipo que existen en España son todos ellos propiedad de organizaciones, como el Opus Dei o "los kikos", cuyas razones para separar a chicos y chicas a la hora de escolarizarlos nada tienen que ver con motivos pedagógicos. Separan por razones puramente ideológicas consecuencia de sus concepciones religiosas radicales.
El ministro Wert ha salido rápidamente en defensa de estos centros argumentando que no existe discriminación, para lo que se ha apoyado en un documento de la UNESCO firmado por España en 1961. Una vez más el ministro Wert ha acudido a sus fuentes de información educativa : el sistema educativo de los años sesenta (lo que acostumbro a llamar en este blog "la ley Moyano"), es decir, el sistema educativo del franquismo, que es el que el ministro vivió y que parece que le fué muy bien.
No podía faltar en este plato la salsa de "la Espe". Rapidamente, antes de que nadie se le pueda adelantar, ha defendido la posición del ministro Wert --su correligionario neoliberal--, y ha puesto como ejemplo a Inglaterra, dónde existen centros que discriminan por sexo. Eso sí se le ha olvidado decir que son privados y que no reciben un duro del dinero público. Esa es la diferencia.
Y lo que es peor en este desaguisado es que el ministro y su equipo cambiarán la ley para que los Opus Dei y demás sectas religiosas puedan seguir recibiendo dinero de los contribuyentes. Mientras tanto continuarán los recortes en la educación publica.
Muchas gracias.