El ministro Wert, experto en tertulias radiofónicas pero inepto en temas educativos, acaba de descubrir la piedra filosofal que le va a permitir reformar la educación (¿qué ministro de educación que se precie puede pasar por el ministerio sin poner en marcha una nueva reforma?) y, faltaría más resolver los problemas de nuestro sistema educativo, tan deteriorado por culpa de las decisiones de tanto socialista incapaz.
Me imagino cómo le pudo venir la inspiración al ministro Wert para resolver tan arduo problema. Quizás alguno pudiera pensar que informándose, leyendo documentos de la OCDE y de la Unión Europea (que hay muchos e interesantes), consultando a expertos en educación que también los hay; pues no, nuestro ministro utiliza otros métodos de investigación. Imagínenselo en su casa, por la noche, después de un día agotador de inaugurar cosas y decir tonterías, con un guisqui en la mano y preguntandose, ¿es que yo no recibí una buena formación en la escuela?, ¿no hay más que ver hasta dónde he llegado?, pues eso es lo que tengo que ofrecer a todos los españoles: una educación como la que yo tuve.
Y en eso está. Retrocedamos cincuenta años, volvamos a la época anterior al 1970 (cuando se hizo el primer esfuerzo modernizador del sistema educativo español) y ahí encontraremos las claves de la nueva reforma.
Parece un chiste pero es la realidad. Vuelta a las reválidas. Entonces había tres, la de bachillerato elemental (equivalente a nuestro 4º de la ESO), la de bachillerato superior (equivalente a nuestro bachillerato) y además había el exámen de Preuniversitario. No estaba mal. Después de tantos filtros los que conseguiamos pasarlos eramos unos pocos. ¿Es eso lo que se busca ahora?
Vuelta a la discriminación temprana del alumnado, dirigiendo a los "tontos" a la Formación Profesional en 3º de la ESO. En aquellos tiempos no se les enviaba a la Formación Profesional simplemente se les echaba del sistema.
¿Cómo encaja este planteamiento con las recomendaciones de PISA y de la Unión Europea, sobre la adquisición de competencias básicas? Volvemos a los contenidos puros y duros, a los exámenes cuyo objetivo no es otro que discriminar a los alumnos. Este ministro, ejemplo del jacobinismo reaccionario en materia educativa, no se ha conformado con recuperar la LOCE, de hace diez años, -que la ha integrado completamente en su modelo de reforma-, sino que ha seguido retrocediendo hasta llevarnos a la época anterior a los setenta. De momento ya ha dado unos cuantos pasos en esa dirección: el aumento de las horas lectivas de los docentes, el aumento del número de alumnos por aula, la rebaja de los sueldos... todas ellas son medidas que nos recuerdan aquellos tiempos.
Pues si se trata de regresar al pasado le quiero recordar al ministro que aquellos fueron los años en que la lucha del profesorado por sus derechos fué más intensa. Asi que ministro apriétese los machos porque ni profesores, ni alumnos ni familias le vamos a permitir que ejecute semejante atropello.
Muchas gracias.
Me imagino cómo le pudo venir la inspiración al ministro Wert para resolver tan arduo problema. Quizás alguno pudiera pensar que informándose, leyendo documentos de la OCDE y de la Unión Europea (que hay muchos e interesantes), consultando a expertos en educación que también los hay; pues no, nuestro ministro utiliza otros métodos de investigación. Imagínenselo en su casa, por la noche, después de un día agotador de inaugurar cosas y decir tonterías, con un guisqui en la mano y preguntandose, ¿es que yo no recibí una buena formación en la escuela?, ¿no hay más que ver hasta dónde he llegado?, pues eso es lo que tengo que ofrecer a todos los españoles: una educación como la que yo tuve.
Y en eso está. Retrocedamos cincuenta años, volvamos a la época anterior al 1970 (cuando se hizo el primer esfuerzo modernizador del sistema educativo español) y ahí encontraremos las claves de la nueva reforma.
Parece un chiste pero es la realidad. Vuelta a las reválidas. Entonces había tres, la de bachillerato elemental (equivalente a nuestro 4º de la ESO), la de bachillerato superior (equivalente a nuestro bachillerato) y además había el exámen de Preuniversitario. No estaba mal. Después de tantos filtros los que conseguiamos pasarlos eramos unos pocos. ¿Es eso lo que se busca ahora?
Vuelta a la discriminación temprana del alumnado, dirigiendo a los "tontos" a la Formación Profesional en 3º de la ESO. En aquellos tiempos no se les enviaba a la Formación Profesional simplemente se les echaba del sistema.
¿Cómo encaja este planteamiento con las recomendaciones de PISA y de la Unión Europea, sobre la adquisición de competencias básicas? Volvemos a los contenidos puros y duros, a los exámenes cuyo objetivo no es otro que discriminar a los alumnos. Este ministro, ejemplo del jacobinismo reaccionario en materia educativa, no se ha conformado con recuperar la LOCE, de hace diez años, -que la ha integrado completamente en su modelo de reforma-, sino que ha seguido retrocediendo hasta llevarnos a la época anterior a los setenta. De momento ya ha dado unos cuantos pasos en esa dirección: el aumento de las horas lectivas de los docentes, el aumento del número de alumnos por aula, la rebaja de los sueldos... todas ellas son medidas que nos recuerdan aquellos tiempos.
Pues si se trata de regresar al pasado le quiero recordar al ministro que aquellos fueron los años en que la lucha del profesorado por sus derechos fué más intensa. Asi que ministro apriétese los machos porque ni profesores, ni alumnos ni familias le vamos a permitir que ejecute semejante atropello.
Muchas gracias.