Un 51 por cien de la militancia socialista ha votado el acuerdo con Ciudadanos y el 80 por cien lo ha hecho a favor. Creo que es un hecho que merece reflexión y del que se deben extraer algunas conclusiones.
En primer lugar felicitar a los militantes por su responsabilidad ante la difícil situación por la que atraviesa nuestro país. Que el 51 por cien haya participado en una votación que no era vinculante, aunque sí importante, merece respeto y admiración. Ha habido votaciones autonómicas donde la participación no ha sido muy superior.
No olvidemos que se ha insistido mucho en que la pregunta no era muy concreta, y es cierto, en parte porque no estaba claro qué pactos sería capaz de conseguir el PSOE. Pero nadie puede dudar de que en el momento de la votación no había más que un pacto sobre la mesa --el de Ciudadanos-- y eso era más que conocido por toda la militancia.
Visto el resultado no está de más recordar las insistentes palabras de Pablo Iglesias en el sentido de que los "votantes socialistas no entenderían nunca ese pacto con la derecha". Bueno, de momento, los militantes no solo lo entienden sino que lo apoyan ampliamente, y me temo que los votantes también.
En segundo lugar cabría preguntar a Pablo Iglesias por qué no ofrece a sus "inscritos, ya que no militantes" la posibilidad de manifestar si están de acuerdo con su decisión de romper las negociaciones con Pedro Sánchez. A lo mejor se llevaba una sorpresa.
Una tercera reflexión tiene que ver con el procedimiento: que sean las bases de un partido las que decidan sobre un acuerdo político logrado por sus dirigentes. Eso es nueva política aunque a Pablo no le guste y piense que solo es política nueva lo que él protagoniza. Es cierto que la nueva política tiene que reflejarse en más aspectos, sobre todo en su acercamiento y solución de los problemas de los ciudadanos. Todo se andará, pues eso solo se puede hacer desde el gobierno.
Sigamos reflexionando. "No solo hay que echar a Rajoy sino a sus políticas", dice Pablo Iglesias para criticar el pacto con Ciudadanos; dicho en román paladín, la política que encierra el pacto PSOE-Ciudadanos es la misma que la del PP. ¡Y el 80 por cien de los militantes socialistas la apoyan! ¡Qué falta de respeto a la militancia! ¡Qué arrogancia estúpida la de Pablo Iglesias!
Por último, creo que Pedro Sánchez se ha ganado el beneficio de la duda como dirigente político. Le ha echado valor, ha sido capaz de negociar y, en consecuencia, ceder sin olvidarse de lo esencial; ha confiado en sus militantes. Está demostrando que es un dirigente político que se merece respeto y que actúa de forma renovada, dejando de lado los vicios de la vieja política.
Pablo te toca mover ficha y volver a la negociación con el PSOE. Olvídate de vicepresidencias y control del CNI, piensa en lo que necesitan los ciudadanos y comprobarás que en el pacto PSOE-Cs hay posiciones en las que te puedes encontrar cómodo y trata de profundizarlas en un sentido progresista y de izquierdas. Los ciudadanos te lo agradeceremos.
Muchas gracias.
En primer lugar felicitar a los militantes por su responsabilidad ante la difícil situación por la que atraviesa nuestro país. Que el 51 por cien haya participado en una votación que no era vinculante, aunque sí importante, merece respeto y admiración. Ha habido votaciones autonómicas donde la participación no ha sido muy superior.
No olvidemos que se ha insistido mucho en que la pregunta no era muy concreta, y es cierto, en parte porque no estaba claro qué pactos sería capaz de conseguir el PSOE. Pero nadie puede dudar de que en el momento de la votación no había más que un pacto sobre la mesa --el de Ciudadanos-- y eso era más que conocido por toda la militancia.
Visto el resultado no está de más recordar las insistentes palabras de Pablo Iglesias en el sentido de que los "votantes socialistas no entenderían nunca ese pacto con la derecha". Bueno, de momento, los militantes no solo lo entienden sino que lo apoyan ampliamente, y me temo que los votantes también.
En segundo lugar cabría preguntar a Pablo Iglesias por qué no ofrece a sus "inscritos, ya que no militantes" la posibilidad de manifestar si están de acuerdo con su decisión de romper las negociaciones con Pedro Sánchez. A lo mejor se llevaba una sorpresa.
Una tercera reflexión tiene que ver con el procedimiento: que sean las bases de un partido las que decidan sobre un acuerdo político logrado por sus dirigentes. Eso es nueva política aunque a Pablo no le guste y piense que solo es política nueva lo que él protagoniza. Es cierto que la nueva política tiene que reflejarse en más aspectos, sobre todo en su acercamiento y solución de los problemas de los ciudadanos. Todo se andará, pues eso solo se puede hacer desde el gobierno.
Sigamos reflexionando. "No solo hay que echar a Rajoy sino a sus políticas", dice Pablo Iglesias para criticar el pacto con Ciudadanos; dicho en román paladín, la política que encierra el pacto PSOE-Ciudadanos es la misma que la del PP. ¡Y el 80 por cien de los militantes socialistas la apoyan! ¡Qué falta de respeto a la militancia! ¡Qué arrogancia estúpida la de Pablo Iglesias!
Por último, creo que Pedro Sánchez se ha ganado el beneficio de la duda como dirigente político. Le ha echado valor, ha sido capaz de negociar y, en consecuencia, ceder sin olvidarse de lo esencial; ha confiado en sus militantes. Está demostrando que es un dirigente político que se merece respeto y que actúa de forma renovada, dejando de lado los vicios de la vieja política.
Pablo te toca mover ficha y volver a la negociación con el PSOE. Olvídate de vicepresidencias y control del CNI, piensa en lo que necesitan los ciudadanos y comprobarás que en el pacto PSOE-Cs hay posiciones en las que te puedes encontrar cómodo y trata de profundizarlas en un sentido progresista y de izquierdas. Los ciudadanos te lo agradeceremos.
Muchas gracias.