Como a la inmensa mayoría de los ciudadanos progresistas de este país la situación que se ha creado en el Partido Socialista me tiene preocupado y, sobre todo, indignado. La forma en que un grupo de "profesionales de la política" se han pasado por la entrepierna la decisión mayoritaria de la militancia socialista, que eligió a Pedro Sánchez como Secretario General, nada tiene que ver con la democracia, ni con la historia de un partido centenario -que esté uno de acuerdo o no con sus posiciones políticas- merece respeto.
¿Cómo se ha podido llegar a esa situación? Los medios de comunicación no están dando, en general, una versión absolutamente distorsionada de la realidad; como ejemplo, leáse el infame editorial de EL PAÍS de esta mañana. No tiene la culpa de todo Pedro Sánchez, no han sido los malos resultados obtenidos en las elecciones de Galícia y el País Vasco la razón de tal desatino.
Hagamos un esfuerzo y tratemos de reflexionar con cierto detenimiento. Retrocedamos al día siguiente del 26-J. los resultados no fueron buenos pero la posición del comité federal que se reunió posteriormente fue la de decir no a la investidura de Rajoy y esperar a las elecciones del 27-S.
Las "fuerzas del mal" empezaron a hacer algún amago de crítica pero nadie quería cargar con el muerto de apoyar un gobierno de Rajoy mediante la abstención del PSOE, así que se decidió esperar a que después del 27-S las circunstancias permitieran ese gobierno sin que tuvieran que pringarse. No nos olvidemos de que el objetivo principal de esas "fuerzas del mal" ( grandes empresarios, IBEX, multinacionales, Bruselas, grandes medios de comunicación...) era, y seguía siendo, asegurar un gobierno del PP; o dicho de otra manera más precisa, que no hubiera un gobierno de izquierdas, un gobierno de cambio.
Desgraciadamente para ellos el 27-S no les resolvió el problema sino que, por el contrario, facilitó lo que no querían: la posibilidad de un gobierno de izquierdas. (El PNV no iba a necesitar al PP, sino a los socialistas y en Galicxia todo seguía igual). En ello estaba trabajando Pedro Sánchez, junto a Pablo Iglesias y las negociaciones iban por buen camino. ¡Y entonces se desató la alarma!
Se tocó a arrebato y se pusieron todos manos a la obra, empezando por el "insigne" Felipe Gónzalez, y todo ese sector del socialismo que nacionalista español y bastante de derechas, encabezado Susana Díaz. Resultado conseguido. Habrá gobierno de Rajoy, no para cuatro años más sino probablemente para muchos más. Y el Partido Socialista destrozado.
Sólo nos queda una esperanza: los militantes socialistas. Que no pueden permitir este atropello y que, más pronto que tarde conseguirán darle la vuelta a esta insensatez.
Y una pregunta inocente: ¿Que hace Unidos Podemos sosteniendo los gobiernos autonómicos de estos impresentables?
Muchas gracias.
¿Cómo se ha podido llegar a esa situación? Los medios de comunicación no están dando, en general, una versión absolutamente distorsionada de la realidad; como ejemplo, leáse el infame editorial de EL PAÍS de esta mañana. No tiene la culpa de todo Pedro Sánchez, no han sido los malos resultados obtenidos en las elecciones de Galícia y el País Vasco la razón de tal desatino.
Hagamos un esfuerzo y tratemos de reflexionar con cierto detenimiento. Retrocedamos al día siguiente del 26-J. los resultados no fueron buenos pero la posición del comité federal que se reunió posteriormente fue la de decir no a la investidura de Rajoy y esperar a las elecciones del 27-S.
Las "fuerzas del mal" empezaron a hacer algún amago de crítica pero nadie quería cargar con el muerto de apoyar un gobierno de Rajoy mediante la abstención del PSOE, así que se decidió esperar a que después del 27-S las circunstancias permitieran ese gobierno sin que tuvieran que pringarse. No nos olvidemos de que el objetivo principal de esas "fuerzas del mal" ( grandes empresarios, IBEX, multinacionales, Bruselas, grandes medios de comunicación...) era, y seguía siendo, asegurar un gobierno del PP; o dicho de otra manera más precisa, que no hubiera un gobierno de izquierdas, un gobierno de cambio.
Desgraciadamente para ellos el 27-S no les resolvió el problema sino que, por el contrario, facilitó lo que no querían: la posibilidad de un gobierno de izquierdas. (El PNV no iba a necesitar al PP, sino a los socialistas y en Galicxia todo seguía igual). En ello estaba trabajando Pedro Sánchez, junto a Pablo Iglesias y las negociaciones iban por buen camino. ¡Y entonces se desató la alarma!
Se tocó a arrebato y se pusieron todos manos a la obra, empezando por el "insigne" Felipe Gónzalez, y todo ese sector del socialismo que nacionalista español y bastante de derechas, encabezado Susana Díaz. Resultado conseguido. Habrá gobierno de Rajoy, no para cuatro años más sino probablemente para muchos más. Y el Partido Socialista destrozado.
Sólo nos queda una esperanza: los militantes socialistas. Que no pueden permitir este atropello y que, más pronto que tarde conseguirán darle la vuelta a esta insensatez.
Y una pregunta inocente: ¿Que hace Unidos Podemos sosteniendo los gobiernos autonómicos de estos impresentables?
Muchas gracias.